Capitulo 6.

358 37 23
                                    

Llegue al trabajo, esta vez temprano por suerte.
Subí por el ascensor hasta el piso de mi oficina.

Ymir ya estaba en su escritorio hablándole al teléfono.

—¿Que haces?.— Dejé mi bolso sobre mi escritorio.

—Hablo con mi amor.— contestó sin mirarme.

Me coloqué detrás de ella para poder ver la pantalla de su celular. —Hola Historia.— Salude sonriendo.

—Hola _______.— Me contestó con una sonrisa también.

—¿Cuando vuelves?.

—La boda de Frieda es hoy así que en dos días ya tomo un avión de vuelta.— Me respondió.

—Que bueno, ya no soporto el mar humor de Ymir...— Hice una mueca de cansancio.

—Ey, cállate la boca... Es mentira amor, no le creas.— Habló la pecosa.

—Lo dudo Ymir, te conozco bien.— Historia la miró seria.

—Te la hubieras llevado contigo.— Me queje.

—Ojalá se pudiera, pero...

—Su padre aún no acepta que su perfecta hija que siempre salió con hombres, ahora viva y esté en pareja con una mujer.— La interrumpió su novia.

—Lo siento.— Dije sintiéndome mal por ellas.

—No te preocupes.— Me contesto la rubia.

—Bueno, las dejó seguir hablando, disfruta mucho Historia.

—Gracias _______, adiós.

Me senté en mi escritorio y comencé a organizar mis cosas.

***

Ya habían pasado alrededor de dos horas y no me crucé con Eren ni con papá.

Pero como si los hubiera llamado con la mente, mis dos padres y el ojiverde salieron de su oficina. Se dijeron un par de cosas más y despidieron con la mano.

Menos mis padres, ellos se dieron un corto beso.

Me encanta verlos así, después de todo lo que tuvieron que aguantar. Verlos tan libremente y con ese amor que se tienen. Era hermoso.

—Buen día señorita Smith.— Papá se acercó a mi escritorio.

—Buen día señor Smith.—  Ambos reímos al mismo tiempo, siempre bromeamos. Con mi otro padre también, pero solo cuando estamos en familia. Ósea los cuatro.

—Nos vemos hoy a la noche.— Comentó.

—¿Hoy?.— Pregunte confundía.

—Si, tu padre te explicará mejor, yo ya debo irme.— Me sonrió y luego me arrojo un beso.

—Claro, adiós pa, te amo.

—Yo más.

Mire hacia Eren y me sonrió. Yo hice lo mismo.

—_______.— Se acercó el azabache.

—Buen día.

—Buen día. ¿Desayunaste?.— Me interrogó como siempre lo hacía.

—Si.— Dije poniendo mis ojos en blanco, aún sigue pendiente de mi como cuando era pequeña.

—Bueno, hoy ven a casa a cenar, los Jaeger también vendrán.

—Oh. ¿En serio?. Pasó tanto tiempo desde que compartimos todos juntos.— Sonreí recordándolo.

—Si, pero al fin encontramos un lugar en nuestras agendas para reunirnos.

Filofobia - Jean Kirschtein x Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora