Capitulo 8.

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Jean... hola... ¿Cómo estás?.—No era momento para una llamada.

Bien.— Contestó con simpleza.

—Umh... si llamas para trabajar en tu proyecto... ahora no puedo, lo sie...— Intente excusarme.

Está bien.— Me interrumpió.

Quedamos ambos callados. Un largo silencio de parte de ambos. Muy molesto e incomodo.

Bueno....

—¿Y para tomar algo?.— Se apuró a decir.

—¿Emh?.— Me tomó por sorpresa su invitación.

Yo tampoco tengo ganas de trabajar ahora en el proyecto, ya es tarde para eso... pero si es buen horario para tomar algo... la noche está linda.

Es cierto, estamos en pleno verano y las tardes- noches son perfectas.

Lo pensé un momento. De verdad no sabía que hacer, no tenía ánimos para nada y Jean seguramente quiera tener sexo.

Cosa que en cualquier otra situación me hubiese encantado, pero no ahora. Aunque, tal vez, me haga bien salir y despejarme.

Ahora estoy encerrada, frustrada por no tener ninguna idea sobre mi proyecto y pensando a cada rato en Eren.

Hace un momento me estaba lamentando por no tener a nadie con quien hablar o hacer algo, y ahora apareció Jean, como si él universo al fin haya conspirado a mi favor.
¿Podría tomar esto como una señal?.

Me di cuenta que estuve mucho tiempo callada por estar pensando. —Umh... Jean. ¿Sigues ahí?.

Si.— Habló tranquilo.

—Oh, creí qué tal vez terminaste la llamada.

—No, supuse que te tomaste tu tiempo para pensar y responderme.

—Si...— ¿Como puede acertar tan bien en todo?

—¿Y?... ¿Cual es?.

—¿Donde nos encontramos?.— Accedí finalmente.

—Podría ir a buscarte a tu casa.— Propuso.

—Mejor no, encontrémonos en algún sitio.— Me negué sin pensarlo.

—Está bien, saldré del gimnasio en 30 minutos...— No insistió para suerte mía.

—¿Cual?. Te espero ahí.— Lo interrumpí.

—¿En mi gimnasio?.— Preguntó algo sorprendido.

Si, en 30 minutos estoy ahí.— Hable levantándome para ir hacia mi habitación.

De acuerdo, te mando la ubicación.

—De acuerdo, adiós.

—Nos vem...— Termine la llamada y tire mi celular sobre la cama.

¿Estoy haciendo lo correcto?. Sinceramente no tengo para nada ganas de salir a beber algo, me siento de luto. Que estupido.

Solo quiero comer y llorar, pero al mismo tiempo tengo la necesidad de desahogarme con alguien... pero ¿Jean?. El es la última persona a la que recurriría para eso, alguien que apenas conozco y que él único interés que tiene por mi es profesional... y sexual, claro.

Al parecer el será uno más de los idiotas a los que añadiré a mi lista, uno de los tantos que conocí a lo largo de estos años.

Tipos que se veían interesantes y con los que creía poder formar algo alguna vez en algún futuro. Pero todos terminaban en lo mismo, eran unos imbeciles en todos los sentidos o me aburrían absolutamente rápido, porque ninguno tenía esa chispa que encender en mi, ni lograba conectar con ninguno.

Filofobia - Jean Kirschtein x Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora