Filofobia - Jean Kirschtein x Lectora.

Capitulo 14.

Me siento de la mierda.

Apenas si puedo moverme, y en la mañana no pude salir de la cama para ir a trabajar.

Me duele todo el cuerpo, la cabeza se me parte en dos y no dejo de sudar. Seguramente tengo fiebre.

¿Y por qué estoy así?.
Por ser tan tonta de hacerle caso al idiota de Jean.

Flashback:

Esa noche nos quedamos casi hasta la madrugada viendo, seleccionando y editando las fotografias de Mikasa y Eren.

—¿Quieres mas café?.— Preguntó con la tetera de la cafetera en su mano.

—Si por favor.— Dije con mi vista en la portátil. Estábamos afuera en su balcón, junto con Boster. Ambos sentados en su sillón, tapados con una frazada de la cintura para abajo y bebiendo mucho café.

Me sirvió y pasó la taza, a la cual le di un sorbo. El café estaba existió, Jean era muy bueno en todo lo que sea la cocina. Desde un insignificante café, hasta la comida más gourmet.

Suspiré con algo de cansancio y troné mi cuello por mi mala postura.

—Oye, creo que ya deberíamos dejar esto. Te vas a llenar de nudos en el cuello y espalda si seguimos.

—No, sigamos así ya avanzamos esto en su mayoría. Además, estoy súper acostumbrada a estar así por horas frente a una computadora.

—Pues yo no, ya quiero descansar.— Cerró la portátil que estaba sobre mis piernas.

—Oye, ni siquiera lo guarde. Eres un idiota— Lo miré molesta.

—No importa, puedo terminarlo en otro momento. Ahora descansemos.

Me recosté rendida sobre el respaldo del sillón  y me dediqué a mirar el cielo estrellado. —No tengo sueño. Bebí demasiado café.— Giré mi cabeza para observarlo. Estaba en la misma posición que yo. —¿Que podemos hacer?. Estoy aburrida.

También me miró. Sus ojos pasaron de mis iris a mis labios en un segundo. —No lo se, pero debería ser igual de entretenido para ambos... ¿No?.

Sonreí con gusto al creer saber lo que Jean tenía en mente y a que se refería.

—¿En que estás pensando?.

Se levantó del sillón. —Te encantará linda.— Me tendió su mano la cual tome con gusto y me levante igualmente.

Me llevo hasta su habitación e hizo que me siente en la cama.

Y por obvias razones, mi imaginación comenzó a hacer de las suyas. Se me vinieron un montón de escenarios de lo que estábamos a punto de hacer.

Me sentía emocionada y debía admitir que también me comenzaba a excitar. Deseaba a Jean hace tiempo. Aunque no lo demuestre.

Lo vi como rebuscaba algo en su armario. ¿Juguetes?.

Sonreí nerviosa al escucharlo y cuando se giró pude ver un bikini negro en sus manos.
—Ten, seguramente es de tu talla. Tienes un cuerpo algo parecido al de Sasha...

¿Sasha?.

—... se lo compré en una ocasión pero nunca pude dárselo, por lo que esta nuevo.— Se giró para seguir buscando en su armario.

Me sentí una estupida al pensar en todo eso anteriormente. —Jean ¿por qué me das esto?. No entiendo.

Se giró con un traje de baño para el. —Iremos a la playa.— Dijo con simpleza.

—¿Que?. Son las tres de la mañana Jean.— Dije con obviedad.

—¿Y eso?. ¿Es impedimento para divertirte?.