Aliadas y Enemigas: Orden de Comando I

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Ruby estaba feliz de sentir la presencia de la datenshi a medida que se acercaban al depósito donde vivía. Su felicidad era bastante notoria:

- Ya casi... Ruby ya casi llega!-

- No puede ser...- (Shizuku era todo lo contrario, apenas sintió su presencia, se detuvo)-... Ruby-san!-

- Qué sucede, Shizuku-chan?-

- No me digas que tenemos que ir con...*mirada aterradora*... esa-

- Pigi!- (la pequeña pelirroja detuvo el tiempo sin querer, dejando a todas detenidas y no le quedó otra opción más que liberarlas usando su:)-... Kai...- (ninguna de ellas se dieron cuenta).

- No iré a donde esa desgraciada...- (Shizuku miraba de forma desafiante a la pequeña pelirroja).

- Shizuku-chan!- (Ruby decidió ser valiente y no bajar su mirada ante la penetrante furia se la castaña).

Todas se quedaron apreciando el valor de la pequeña pelirroja, que se había quedado viendo a los ojos de la castaña durante un largo rato.

Hasta que cierta rubia comenzó a impacientarse:

- Y... Qué hacemos?- (preguntó Eli bastante tranquila pero algo incómoda).

- *suspiro* Ruby sabe que Shizuku-chan no se lleva bien con Yoshiko-chan...-

- Ella me arrebató lo que yo amaba!- (vió a Nico a los ojos, la pelinegra sonrojada desvío la mirada)- Si crees que le voy a pedir ayuda... Estás muy equivocada!-

Ruby se acercó y le puso una de sus manos sobre el pecho de Shizuku, bajando la cabeza:

- Shizuku-chan quiere salvar a Rina-chan?-

- Sí... Pero puedo hacerlo yo sola!-

- No! Shizuku-chan no puede hacerlo sola...- (viéndola a los ojos a la castaña)-... Si Shizuku-chan va sola... No solo va a fracasar sino que también... Shizuku-chan va a morir...-

- Qué?! Eso no puedes saberlo!-

- El don de la clarividencia de Ruby rara vez se equívoca...- (Ruby apretaba con fuerza su puño alrededor de la ropa de su pecho de Shizuku, a la altura del corazón de la castaña).

- No! Shizuku-chan! No vayas!- (se asustaba Nico).

- Tranquila, Nico-chan...- (fijo la castaña tratando de calmar a su pelinegra mientras escondía su temor).

Viendo a Ruby a los ojos:

- Yo no creo en esas cosas! Yo soy quien dirijo mi propio destino!-

Mientras parecía que los esfuerzos de la pequeña Kurosawa por convencer a Shizuku eran en vano, nuevamente la rubia abriría la boca:

- Deberías de escucharla...- (Eli se metía en la conversación)-... Conozco a un par de Rosas que poseen esa habilidad a un gran nivel...- (pensando en ambas Nozomis, la mayor que es una Diosa y la otra que es su media hermana)-... Y créeme, casi nunca fallan-

Shizuku prestó atención a las palabras de Eli, bajó la mirada y apretando a la pelinegra con mucha fuerza contra su pecho.

Después puso sus ojos en los labios de su querida Nico y de ahí se quedó viendo directamente a los ojos de su amada exnovia. La pelinegra sólo se abrazó a ella con cierto miedo que se convertía en un escalofrío en su espalda.

- Haz lo que creas conveniente... Shizuku-chan- (dándole un beso)- Yo iré contigo a donde sea...-

Con las palabras de su pelinegra, Shizuku se vió obligada a pensar en su situación actual. No quería volver a ver a la datenshi, pero ahora tenía que decidir si su orgullo era más grande que el cariño que tiene por sus amigas. En especial por:

Rosas y Espadas III - Invasión al Jardín de AfroditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora