En el piso superior, Yoshiko y Umi pasaban la requisa obligatoria por parte de la guardia del Jardín de Afrodita. En esta requisa, las revisaban para quitarle las armas o cualquier artículo extraño que trajeran con ellas, además de comida y alcohol.
- Bueno... Usted parece estar limpia, Tsushima-san...- (la guardia de la zona le devolvía sus cosas a la datenshi).
- Un Ángel Caído guarda mucho secretos pero se baña todos los días! Ku-ku-ku-ku!- (hacía su pose ante la confundida y extrañada guardia que la miraba raro).
- Oye... Le quitó esto?!- (la otra guardia, compañera de turno de la primera, tomaba los abanicos de Umi).
- Qué son? Abanicos? No, no son un arma... No te preocupes-
- Ok- (se los regresaba a la peliazul Minami)- Aquí tienes, con esto también estás lista para pasar-
- Gracias...- (Umi tocó la mano de la Espada que había revisado sus cosas y, sin querer, la miró con sus ojos rosas).
- Oh...-
La Espada de la guardia del tercer piso sintió una repentina atracción por la seductora mirada de Umi, quien todavía no controla bien sus nuevas y recién adquiridas habilidades.
La joven Espada de la guardia, tomando valor:
- Es-Espere, srta!-
- Sucede algo?- (preguntó Umi de manera dulce y educada).
- Falta que revise si trae algo encima de ud! S-Sí, eso falta!- (la joven Espada se relamia un poco).
- Pero no lo acabas de hacer?-
- No, no! Es que se hace dos veces! Sí, dos veces!- (su mirada sospechosa no daba mucha confianza).
- Esta... bien, supongo *apoyando sus manos contra la pared y abriéndose de piernas* Así es como debo de pararme, verdad?- (la peliazul Minami lo había visto antes en la Tv, en alguna película).
- Eh, sí... A-Así...- (se quedó admirando la sensualidad de la peliazul).
La joven Espada de la guardia del 3er piso sintió que le iba a dar un infarto. Sus latidos dieron un salto al ver a la esclava de la datenshi en esa posición. Miró hacia atrás y vió que Yoshiko estaba contando de nuevo el dinero que llevaba en su bolso.
- Qué desconfiada!- (se quejó la chica que revisó a la datenshi).
- Oye! Un Ángel Caído no confía ni en su propia sombra, little demon!- (le grito con su aguda voz).
- Little qué?!-
Mientras la datenshi se miraba mal con la otra guardia, la chica Espada vió su oportunidad y jaló a Umi llevándola a un rincón lejos de la vista de Yoshiko y de su compañera.
Muy excitada por la atractiva belleza de la peliazul Minami, una Sucubo de la clase Sirena; arrinconó a Umi contra la pared.
- Espera! Qué haces?!- (dijo la confundida peliazul Minami).
- *agitada y con su saliva cayéndose por los costados de su boca* Sól-Solo estoy cumpliendo con mi-mi trabajo!-
- Esto no! *gemido* Eso no parece así!-
La peliazul Minami era acorralada y manoseada por la joven guardia, quien no podía resistir los impulsos de querer tocar a Umi.
No solo fue esa cautivadora mirada, sino que la piel de Umi la provocaba a querer continuar. Eso y la actitud sumisa de la Sucubo Sirena; que a pesar de ser una Espada, no se mostraba rebelde o furiosa por ser tratada así.
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Rosas y Espadas III - Invasión al Jardín de Afrodita
FanfictionPara cambiar el destino de Rina y Shizuku, para que las chicas de Nijigasaki puedan encontrar su esperanza. O enfrentar a su propia venganza. La Valquiria y Ángel Caído vs Ritsu "La Espada Infernal" El amor de la Diosa del Tiempo.