Capítulo Extra: Mi Propia Oscuridad

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Shizuku se encontraba encima de los pechos de Kanata. Ya había cogido dos veces su trasero y ahora estaba puesta encima de la bella durmiente, con sus piernas abiertas a la altura de las costillas de la mayor. Todo para meter su pene entre las tetas de Kanata.

Agarrando cada uno de los pechos de su senpai con sus manos, los apretaba alrededor de su pene y mientras lo movia para follarse las tetas de la mayor.

Kanata podía sentir la verga de Shizuku humedecer sus pechos con los fluidos que liberaba el sexo de la castaña. El sonido del pene de la castaña al entrar y salir entre las tetas de la bella durmiente, excitaban tanto a la menor como a la mayor.

- Déjalo salir, Shizuku-chan! Deja tu esencia sobre todo el cuerpo de Kanata-chan!-

Al escuchar las palabras de su senpai, Shizuku aceleró los movimientos de sus caderas y Kanata veía atentamente como el pene de su amada Espada atravesaba sus pechos a gran velocidad.

La castaña sólo dió un pequeño gruñido para luego correrse sobre el busto y la cara de Kanata.

El semen de Shizuku fácilmente cubrió los pechos, la cara y los cabellos de su senpai.

Kanata sentía como entraba en su boca y en su nariz, era espeso y pegajoso pero el olor era muy fuerte. Hacían que la mayor comenzará a perder la conciencia de la emoción de ser marcada por su querida Espada.

- Ka-Kanata-chan sólo le... le pertenece a... Shizu...zuku...chan...-

Lo último que sus ojos pudieron ver antes de desmayarse fue como estos se cubrían de la leche de Shizuku obstruyendo su visión.

Shizuku terminó exprimiendo su pene sobre la cara de Kanata hasta cubrirla con la última gota que su verga pudo soltar.

A la castaña no le importaba que hubiera perdido la conciencia, sólo le metió el pene en la boca para limpiarse los restos de esperma sobre su verga con la lengua y los labios de la mayor.

Kanata, de manera inconsciente, saboreó el semen de Shizuku y puso una sonrisa mientras dormía plácidamente.

Shizuku la recostó y la cubrió con una sábana para que pueda dormir mucho más cómoda. Le dió un suave beso en la frente y decidió salir a tomar algo de aire puro.

La castaña se levantó, pasando por la habitación donde su Nico-chan estaba cogiendo con Eli.

- Ya no más! No puedo más!- (escuchó los ruegos de la rubia a través de la puerta).

- Silencio, Eli-oneesama! Es esto lo que querías, ahora no te quejes!- (la risa en conjunto de todas las esclavas del Ángel Caído se escucharon a través de la puerta, era algo aterrador).

- Minami-san...- (dijo Shizuku reconociendo la voz de su antigua compañera de clan).

No le dió más importancia y salió del depósito al exterior, para así tomar un poco de aire puro.

Estando afuera sólo se veía su pene que aún estaba erecto.

- Salí hasta afuera sin guardarlo en su lugar... Estoy muy distraída últimamente...- (se lo tocó e intentó guardarlo pero estaba muy excitada)- Vamos... Regresa a tu lugar!- (pero su verga no retrocedía, aunque no lo notara claramente, aún sus sueños húmedos de ella y sus amigas seguían presentes)- Todavía deseo... tenerlas a todas...-

Shizuku estaba algo avergonzada por haber pensado en todo eso, en violar a sus amigas. Creyó que era cosa del momento pero su pene le recordaba que no era así.

- Eso es lo que deseo, en realidad?- (Shizuku comenzaba a masturbarse pensando en aquellas posibilidades)- Ellas... serán... mías?- (recordando que esas palabras que dijo Kanan)- Kanan-sama... Kanan-sama!-

Rosas y Espadas III - Invasión al Jardín de AfroditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora