Prólogo:

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¿Un nacimiento?

Algo común en el mundo, pero para los dioses un nacimiento era una noticia exaltante y más si los progenitores de la pequeña criatura eran los dioses los cuales se les daba por in-fértiles.

Un 13 de septiembre del 2006, la primogénita de el dios de la muerte y la diosa de la primavera vino al mundo, todos los dioses. Incluso el rey de el Olimpo acudieron ha ver ha la recién nacida.

La presencia de tantos dioses hacian que la recién nacida no dejará de llorar, su progenitora la acunó en sus brazos intentado calmarla;
—Tranquila, mi florecilla mami está aqui—murmuro mirando sus ojitos abiertos.

Los cuales brillaban con la intensidad del sol, el rojo sangriento de sus iris, sus ojos se iban cerrando ha medida que su padre se acercaba ha ella y su madre, los presentes de la sala hicieron silencio para no despertarla.

—Ahora, ¿Quién Tártaros os a invitado ha perturbar mi paz, la de mi esposa e hija?—dijo mirando ha todos, un escalofrío les recorrió por el cuerpo la filosa mirada del pálido dios era tan penetrante que tan solo su presencia daba miedo.

Uno se alzó ha hablar era su hermano, Poseidón;—Hermano mío,sentimos de todo corazón haberte molestado, pero estábamos tan patidifusos que vinimos en cuanto nos enteramos—comento evitando la mirada mortífera de su hermano mayor. El suspiro y se sentó en una butaca del enorme salón de su palacio una sonrisa filosa apareció en sus labios y se echó ha reir colocándose sus azabaches cabellos hacia atrás.

Eso fue lo que más les sorprendió ha todos ¿El?, ¿Sonriendo?, Deméter, madre de su esposa.
1Por más que lo intentará no recordaba la última vez que el sonrió, ni siquiera si sabía sonreír.
La estampa era bastante bonita, su esposa le entrego a su hija comentándole que necesitaba descansar se despidió de el y marcho ha sus aposentos seguida por su madre y varias diosas más. La acunó con tanta gentileza que la infante abrió sus pequeños ojos mostrándole ha su padre sus sangrientos iris;
—¿Como la llamaras?—cuestiono dudosa su hermana mayor, Hestia el levantó la cabeza apartando la mirada de su pequeña hija.

—Años y años, Persefone y yo estuvimos pensando un nombre pero nos olvidamos del tema al ver que no podíamos tener hijo—su hermana coloco su mano en el hombro de el.
—¿Arya?—hablo por primera vez el rey de los dioses, su hermano le miró y negó reafirmado su agarre para sujetar ha la pequeña. —No, Arya no. Es un nombre bonito pero no le pega ha ella además, Persefone ya lo decidió se llamará Andrómeda—

Zeus se sorprendió al escuchar el nombre de la mujer de uno de sus difuntos hijos;
—¿A que se debe ese nombre?-—cuestiono agarrando su copa con fuerza;

—Significa «gobernante de los hombres» y también por la princesa, Persefone era amiga suya incluso hace muchos siglos la invitamos a nuestra boda— dijo, hizo una pausa.

—Le prometio que si teníamos una hija le pondríamos su nombre. Además es un nombre bonito, ¿Si mal no recuerdo los mortales le pusieron ese nombre ha una galaxia no?—todos asintieron mirándose entre sí. El padre de la niña mecía con cuidado ha su retoño nervioso de causarle algún daño, su hermana le pido que le dejara cargar a la infante el accedió y marcho con sus hermanos al gran jardín de su esposa.

Caminaba delante de ellos serio, sin entender el motivo de el anonadamiento de su hermano al escuchar el nombre de su hija la voz potente de su hermano menor lo llamo;
—Hades, hermano felicidades por tu pequeña—dijo sonriendo se fundieron en un abrazo enorme.
—Gracias Poseidón, empezaba a pensar que en cada embarazo que Persefone tenía eran saboteados por alguna persona, por ende dejamos de intentarlo, no quería verla llorar más —comento mirando de reojo a su otro hermano.

Este se percató de eso y molesto bramó: —¿Insinúas algo, hermano?—este solo se dio la vuelta y sonrió falsamente.
—Nada, Zeus nada—murmuro filoso, cada aborto que su esposa tuvo pasaba en el Olimpo junto en la temporada que estaba lejos de el.

No le agradaba la idea de que el fuera el rey de el Olimpo,su hermano era egoísta, lascivo y egocéntrico.
La esposa de su hermano y su hermana salió del palacio para correr a los brazos de su hermano con una gran sonrisa.

—Hades, hermano mío felicidades—le abrazo con cariño y lleno su rostro de besos en la mejilla, miraba a su hermana con dulzura ella era una de las pocas diosas que no le temían y le respetaban, el carraspeo de el esposo los interrupio.

Agarro con brusquedad el brazo de su esposa y la atrago a el, ella solo bufo y volteo sus dorados ojos para luego decir;—Mi hijo Ares y sus hijos desean venir ha ver ha la pequeña junto a Afrodita ¿Pueden hermano?—el asintió con calma,su esposo frunció el ceño molesto.

—¿Otra vez Ares está merodeando a Afrodita?—ella solo se deshizo de su agarre con brusquedad y se fue con sus otros hermanos los cuales le tendieron el brazo está gustosa de molestar a su esposo acepto.

Cuando estos marcharon y desaparecieron de su vista, el golpeó con fuerza una estatua echándolo abajo;—Esa niña me podría dar problemas, su poder es abrumador—susurro para si mismo entrando ha palacio molesto




















Lady Shadow I: Los OrígenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora