Lady Shadow I: Los Orígenes

Capitulo 27:

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                                Fhobos
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Estaba bien. Andy estaba bien. El aire volvió a mis pulmones y mis ganas de pegarme tres tiros se disminuyeron muchísimo.
Nada más, vi a Níki y le expliqué a Icar la situación,subí arriba y les grite en la cara a mis hermanos;

—¡Esta bien!,¡Andy está bien!— Deimos que estaba de pie cayó al suelo de rodillas y empezó a llorar y reírse, aunque no duró mucho porque mis otros hermanos empezaron a burlarse de el, aunque se les veía a ellos también aliviados.

Baje, agarre a Icar y lo subí a la habitación con ellos para descansar;

— Agarra algo de comer debes estar exsausto — se tiro de lleno en un "Puffs" y dio un suspiro enormemente aliviador
Mis dos hermanos alados se rieron el el cabeza hueca les tiro un cojín en modo de queja;

—Necesito dormir, Fhobos, hermano ¿Me harías el favor de vigilar que tus hermanos no me degollen?— me empezé a reír por si ocurrencia —

—¿Como sabes que el que te va a degoyar no soy yo?— saco una pequeña sonrisa de maniático, "mira por fin se le pega algo mío" eso pensé mientras lo miraba buscando mi paquete de tabaco.

—¿No matarías a tu rubio favorito no?— sonreí y me senté a su lado —

—Cierto, no mataré a mi rubio favorito— saque el cigarro y lo encendí— Duerme rubia, yo me encargo de que estos no te maten—

Se rió y cerró los ojos con calma y Deimos, se volvió a pelear con mis otros dos hermanos, mientras yo lo animaba.

—¡Anteros, deja de ser tan cerdo!— le chilló él mientras le daba una fuerte patada en el pecho

—Vamos Deidei, tu puedes. — anime dando una calada profunda, se giró y me miró, aniquilandome con la mirada.

—No me llames Deidei— me apunto con un dedo. Anteros le dio con los dedos en las costillas causándole cosquillas.

—¡Me cago en la madre que te parió!,¡Que pares ya!— le dió un guantazo con la mano abierta. Uh, eso a tenido que doler.

Pararon la discusión, porque del guantazo Anteros se había mareado.
Ahora mis dos hermanos estaban durmiendo como becerros e Icar estaba en las mismas.
Le volví a dar otra calada al cigarro mirándolos dormir.

—Fhobos— el llamado de Deimos me hizo mirarlo;—¿De verdad es mi culpa?, ¿Es mi culpa todo esto?— lo mire suspirando mientras exalava el humo. 

—Deimos, no tienes culpa de nada, el culpable aquí es ese que está sentado en un trono sin merecerlo. Anda duérmete un rato— lo mire como se echaba y suspiré.

El amanecer se acercaba, mire donde estaba Deimos, ¿Que si era su culpa?, Pues si, pero no puedo decírselo. Seré un sádico, pero el era mi hermano, y ya estaba suficientemente mal como para hacerle sentir peor.

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No sé cuándo me quedé dormido, pero me desperté con Icar abrazado a mi, eso no era lo extraño. Lo extraño era que Deimos estaba siendo abrazado a Eros y Anteros. Deimos tenia una cara de mala hostia mientras intentaba removerse. Se quedó mirandome, y frunció el ceño;
—¿Que?, ¿No me vas a ayudar?— yo desistí divertido y sonreí.