Lady Shadow I: Los Orígenes

Capitulo 23:

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Deimos
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Podía escuchar a mi hermano torturar, masacrar a sus anchas a todo el que se pusiera en su camino, para el los gritos, la agonía, toda cosa que le hiciera sentir bien lo adoraba, adoraba con toda su alma que le suplicaran piedad.
Sádico. Aunque a mí me gusta ver a las personas pedir perdón y suplicar no me gusta dañarlos. Solo si verdaderamente lo merecen.

-¡Andrómeda!- grite buscando molesto-

Caminar y caminar como un estupido eso es lo que estoy haciendo, me senté un rato molesto, estoy arto.
Ella siquiera agradecerá que la esté buscando como un gilipollas, luego de un rato de descanso me levanté para ser tirado al suelo.

Escuche un crujido, me di la vuelta molesto y vi sus bellos ojos;
-Andy- me acerque a ella a abrazarla. Su abrazo fue frío y distante. "Seguro está cansada eso es todo".

No hablaba, eso me extrañó pero no le tome importancia. Caminé de la mano con ella, mientras le contaba todo lo que estaba pasando en el Olimpo y todo lo que nos había pasado.

-¿Puedes creerlo?, Me amenazó con tus cuchillos.- la frialdad de su mirada se intensificó, sus orbes rojos estaban más muertos que antes.

Solté su mano y agarre su rostro;
-Andy, ¿Estas bien?- ella asintió y siguió caminando sin problema.

¿Que le pasa? Estaba rara muy rara, parpadee y mire a mi lado. Ya no estaba ahora estaba enfrente mio sonriendo sádicamente, alze la ceja y suspiré.

-Andrómeda, vamos deja de hacer el tonto y vámonos, nos están esperando- al parpadear otra vez ella aprecio detrás mía sin yo darme cuenta alguna.

Antes de que ser acuchillado por ella la agarre del cuello, la mire de arriba a abajo.

-Tu no eres mi Andy.- ella solo sonrió con pena y burlona me dijo;

-Vaya lo has descubierto tu solito- ¿Ok? eso es muy Andy.

Ella golpeó mi brazo logrando que la soltara , golpeándome en la herida ,haciendo que mi herida se resistiera.
No me espere lo que pasó, de golpe "Andy" algo le atravesó el pecho cuando se desvaneció,me fijé que mi Andy estaba detrás.
Sonrió socarrona y echo para atrás su pelo dejadome ver bien su cara; sudorosa, con un color de muerte en la piel, varias heridas en las piernas y un derrame en la esclerótida.

-Me ofende que me hayas confundido con esa ilusion- murmuró con la mano en su abdomen caminado medio coja hacia a mi.

Antes de que pudiera dar otro paso la abracé; ella correspondió mi abrazo. Un quejido escuche salir de sus labios, ladee la cabeza preocupado y ella negó restándole importancia.
Solo se puso a caminar a mi lado.

Camino dos pasos y al tercero se tropezó, antes de que se comiera el suelo pase mi brazo por su cintura y la agarre para que no cayera.

-Tranquila sombra, te tengo.- ella sonrió, para luego desmayarse en mis brazos. La agarre en volandas y gruñí molesto- Voy a matar a todos los que te han dañado- y empezé a correr buscando a Fhobos.

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Caminar y caminar buscando a Fhobos, me guiaba por los gritos de agonía y dolor de sus víctimas.

Corriendo me encontré con la cabellera rubia de Icar, el cual corría como un desgraciado, me di cuenta porque. Su vista se iluminó al vernos;

-Ahh,¡Deimos hermano pensé que nunca diría esto! ¡Me alegro de verte!- vi que detrás de él venían tres con espadas afiladas.