Lady Shadow I: Los Orígenes

Capitulo 26:

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Andromeda
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Estaba muy mareada, puede que por la sangre que perdí, Apolo me tomo en sus brazos y me llevo a una sala rara;

Veía todo y a la vez no veía nada; quiero decir, podía ver a Fhobos mirándome con angustia, a Armonía llorando mientras le limpiaba la cara a Icar el cual estaba llorando. Moví la cara un poco y lo vi a el;
Su mirada estaba clavada en mi fijamente, angustia, miedo y mil sentimientos más había en sus ojos.

Quería hablarle pero mi voz no salía, quería calmarle, tocar su rostro y que todo el agobio de su pecho saliera. También quería que me abrazaran, que me dijera que todo estaba bien.

-Tiene varias costillas rotas las otras solo las tienes separadas del músculo- susurro lentamente, mientras miraba mis ojos con pavor

-Perdoname, perdóname perdóname-me repetía muchas veces coloco sus palmas en mis costillas, sentí su calidez, como pequeñas cuerdecillas se agarraban a mis costillas de golpe y con un movimiento rápido, hizo que las cuerdecillas movieran de golpe

Mi grito fue tan perforante,que todos en la sala menos Apolo se taparan los oídos;

-¡AHHH!¡PARA, PARA!-grite con angustia y dolor , las lágrimas me empañaron la vista dejándome ver a Deimos borroso.

Un dolor más agudo me hizo callar, literalmente me dejó sin respiración;
-No, no, no, no¡EL ESTERNÓN SE LE A PARTIDO EL ESTERNÓN!- chillo Apolo

Ares los saco a todos de la sala a grito limpio; se puso al lado de Apolo y me miró-

-Vamos guerrera, aguanta- Apolo me puso una jeringuilla de medicina adormecedora y lo último que vi fueron los ojos de Ares.

Esos ojos que eran idénticos a los de Deimos.

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Abrí los ojos, y vi sus ojos blancos me abrazo con fuerza;

-Andy, mi Andy, mi pequeña fantasma- su tez morena, vi en el suelo su guadaña. - lo agarre de los brazos y lo mire-

-¿Estoy muerta?- el negó y miró su guadaña en el suelo-Llevame contigo Natos- el me miro asustado-

-¿Que estupideces dices Andrómeda?,me niego a recoger tu alma, además tu padre no sabe que estás así, si te ve en forma de alma es capaz de reventar el Olimpo entero de un chasquido, Andrómeda tienes que aguantar- miro a otro lado y una bruma gris se iba formando lentamente frente a mi-

-Andrómeda, mi valiente hechicera¿Que es eso de rendirte?- murmuró en tono bajo, sus ojos verdes brillaban como la hierba de primavera, sus cabellos negros con varios mechones blancos soltados en al viento, con elegancia.

-Madre Hecate- caminé despacio a ella- ¿Mi hechicera,mi mejor discípula rindiéndose ante una pequeñez? . Mi valiente niña mira todos te echan de menos- movió su mano con elegancia y firmeza se abrió un mini portal que me dejaba ver todo lo que pasaba.

Deimos e Icar peleando casi llegando a las manos. Y lo que verdaderamente me partió el corazón, Fhobos llorando como un infante en los brazos de Afrodita.

Alze la mano intentando tocar su rostro;

-Fhobos,no llores- el mini portal se cerró y ella me miró-

-Estas en el limbo astral. Ahora mismo tu alma, está fuera y a la vez dentro de tu cuerpo- su frías manos se posaron en mis mejillas- Se porque quieres ir a los Elíseos , pero escucha mi hechicera, vuelve a donde perteneces, y consigue lo que ansias, consigue tu Inmortalidad- bruma gris de sus manos volvió a emanar con fuerza y me empujaron caí , rompiendo la capa de nubes negras que había, vi sus miradas preocupadas en todo momento al caer , me giré y vi mi cuerpo.