Forbidden Fruit~ JoyRene

Capitulo 1

Una castaña dio un golpe a la persona que tenía frente a ella, pero este se cubrió con las manoplas, levantó su pierna derecha y lanzó una patada, pero una vez más la persona se volvió a cubrir.

La castaña quién estaba a punto de lanzar otro golpe se detuvo cuando notó que una mujer rubia de unos 36 años se ponía a su lado sosteniendo una Tablet en sus manos; la mujer vestía de traje negro perfectamente pegado a su cuerpo, su cabello estaba suelto y le llegaba por lo mitad de su espalda. La rubia sostenía una toalla con su mano libre y esperaba a que la castaña terminará de quitarse los guantes para dárselo.

La castaña recibió la toalla regalándole una sonrisa coqueta a la rubia haciendo que se sonrojara. Llevó la toalla a su rostro limpiando el sudor que la cubría, después de hacer un poco de deporte.

—A las 11 tiene una cita con la señoritas Rebeca— hablo la mujer comenzando seguir a la castaña una vez que se puso en movimiento—a las 2 tiene una reunión en fotografía, tienen problemas con algunas fotos de la portada de este mes, a las 3:30 tiene una comida con la señorita Rosé.. ah y su abuelo dejo un mensaje, dice que es urgente que regresé a Corea, dijo que se está muriendo.

La castaña detuvo sus pasos que se dirigían a una linda pelinegra que se encontraba en el gimnasio y dirigió su mirada a su asistente al escuchar lo de su abuelo. La última vez que vio a su abuelo él estaba fuerte como un roble, aún tenía fuerzas para discutir con ella sobre hacerse cargó de la empresa familiar, el cual la castaña se negaba rotundamente. Eso de hacerse cargo de los edificios de la familia, construir más departamentos y decoración de interiores no era lo suyo, aunque había estudiado para eso por obligación.

—Muy bien— volvió a ponerse en marcha, pero esta vez rumbo a su salida personal donde esperaba su auto, un 71999 Mercedes Benz Vision SLR— Paullet por favor pide el avión privado, regresaré a Corea... tú conoces muy bien cómo se maneja la revista te dejo encargada.

—Sí señorita Joohyun... mandaré a arreglar su maleta para viaje de un mes y cancelaré todas sus citas.

Joohyun una vez más detuvo sus pasos, se dio la vuelta para poder una vez mas a su asistente, su asistente por 3 años, la persona a la que le confiaría su vida; coloco su palmas en las mejillas de la rubia y le dio dos besos, uno en cada uno.

—Paullet no sé qué haría sin ti... si necesitas algo tienes mi número.

Después de 14 horas de vuelo de New York hacia corea del sur disfrutando de las mejores bebidas que su avión podía ofrecer, probando las mejor comida que el chef privado que contrato le pudo cocinar y disfrutando en casi una orgia de la compañía de las sexys azafatas que contrato. Llego al país.

Dio un paso bajando las escaleras, ella vestía con un vestido corto Saint Laurent con cuello halter y espalda descubierta; portaba unos anteojos Prada color negro; unos zapatos de salón urban twist rojos, 13 centímetros de altura, Louis Vuitton; un bolso rojo de mano gancini, Ferragamo; y modelaba un collar y un par de pendientes con incrustación de diamantes Tiffany & Co únicos en su tipo, hechos especialmente para ella.

Analizo el lugar para convencerse a sí misma que había regresado a Corea, ya que por lo visto el alcohol que había tomado las primeras horas de vuelvo ya estaban despareciendo de su sangre. Llevo su mano a su cabello arreglándolo cuando una pequeña brisa pasó y volvió a caminar por esas escaleras hasta llegar hasta un auto negro CLA 200 progresive Mercedes Benz, donde a lado con la puerta abierta se encontraba un señor de cabello negro, con 46 años, de buen cuerpo.

—Señorita Bae— pronuncio el señor con una sonrisa al ver a la castaña después de algunos años.

—Señor Ahn que gusto verlo— se acerco a el y le dio un abrazo el cual fue correspondido inmediatamente. Kim Ahn a trabajado para la familia Bae desde que Joohyun tiene memoria, la vio crecer, él la llevaba al jardín de niños. Se alejo de él— Woow señor Ahn se nota sus músculos, cuantas mujeres no tendrá detrás su yo.