Forbidden Fruit~ JoyRene

Capítulo 2

La pelinegra por instinto coloco sus manos en los senos de la castaña intentando alejarla, pero sin poner fuerza en dicha acción— a mi no me gusta las mujeres... no soy lesbiana o bisexual

Joohyun sonrió en su oído y Sooyoung sintió un escalofrió recorrer su cuerpo de la punta de los pies hasta su cabeza, al sentir el cálido aliento de la castaña—Bueno— se alejo del rostro de la pelinegra y vio las manos de esta que estaban posicionadas cómodamente en sus pechos— tus manos se ven muy cómodas ahí... puedes sentir la forma si quieres no me molesta.

Sooyoung retiro rápidamente sus manos y Joohyun volvió a reír con esa sonrisa coqueta que a la pelinegra le comenzaba a molestar. Sin dejar de sonreír la castaña dio unos pasos hacia atrás para poder ver mejor el cuerpo de la chica que tenia frente a ella y porque no, para que su asististe tuviera una muy buena vista.

—Pero sabes... ser lesbiana o bisexual no son la única orientación, está bien si no lo eres, porque tu orientación será— lentamente llevo sus manos hacia su espalda y haciendo un clic desabrocho su sostén push up rojo— Bae Joohyun— y su sostén aterrizo en el suelo. Joohyun sonrió al ver como la pelinegra se cubrió sus ojos y salía de la habitación.

Con unos jeans negros de cuero pegado a su piel, Alexander Wang; una blusa blanca delgada y de tirantes, Prada; sobre esta una chaqueta de cuero negra con bolsillos en los costados, Saint Laurent; unos botines negros con tacones de 12 centímetros, de punta cuadrada, y con cierre lateral, Prada; y con unos anteojos oscuros cuadros, Chanel; camino hacia el auto rojo clase S dónde esperaba el Señor Ahn, mientras en el camino se soltó su cabello que se encontraba atado a una cola alta, para después alborotarlo un poco.

—Me da gusto que se decidiera a salir, no está bien que solo este encerrada— le sonrió a la castaña mientras veía como esta entraba al auto y le hacia una señal para que cerrara la puerta.

Ahn cerró la puerta como Joohyun lo indico y rodeo el auto para dirigirse al asiento del conductor. Y al mismo tiempo la ventana del lado donde se encontraba la castaña fue tocada un para de veces. Joohyun abrió la ventana bajándola hasta la mitad, inclino un poco su rostro y con su mano derecha bajo un poco sus anteojos negros.

—¿Se te ofrece algo? — se volvió a subir los anteojos e ignoro a la chica que tenia afuera mientras esperaba que dijera algo para marcharse— y date prisa que mi cuerpo necesita sexo y no tengo tu tiempo a menos que el sexo sea contigo.

—Su abuelo dijo que debo acompañarla a todas partes— dijo la pelinegra firmemente ignorando las ultimas palabras de la castaña.

—Lo siento mucho, pero no compartiré el auto contigo y mucho menos vistiendo así— señalo a la pelinegra de arriba abajo; esta vestía con unos simples Jeans y un saco color negro— si quieres puedes tomar un taxi y seguirme, y después veremos si te dejan entrar... Vámonos Ahn

Con la música sonando con fuerza, personas comprando el alcohol a todo lo que da, derrochando su dinero en una botella cara, aunque una botella más barata tenia el mismo efecto; hombres bailando mientras les restregaban su miembro a su pareja de una noche, pareciendo que tendrían sexo en medio de la pista, para después seguir con una orgia; mujeres se besaban entres tres y disfrutaban compartiendo del alcohol con sus labios y una de ellas sin duda era Joohyun.

Sooyoung llegó al bar con la respiración un poco agitada, tomo un vaso de licor que le sirvió el mesero en la barra y se lo tomo de un sorbo, para tener energía y aguantar la noche con esa berrinchuda niña rica; por su culpa estuvo recorriendo con el taxi varios bares y gasto lo que le alcanzaba para comer en una semana.

Vio a la castaña en uno de las mesas exclusivas y volvió a tomar otro vaso, de una bebida que no sabia de que se trataba, pero sabia que no era algo barato, como todo lo que había ahí, aunque de todas manera no pensaba pagar nada, obviamente la nieta mimada tendrá que hacerlo, una compensación por lo que le hizo pasar.

Cuando la pelinegra sintió que había tomado suficiente alcohol y que su vejiga quería explotar se dirigió al baño, en fin, la chica de la que debía ser niñera no iba ir a ningún lado mientras esté con esas dos chicas.

Entro al baño, sorprendiéndose por lo limpio y elegante que estaba, reviso cual de todos estaba vació y abrió la primera puerta que decía disponible, entro y lo cerro inmediatamente, desbrocho y bajo sus jeans junto sus pantys y sintió que la vida le regresaba cuando su vejiga volvió a estar en paz.

Se dirigió al lavado, se vio al espejo y se lavo la cara para poder volver a sus 5 sentidos, algo que el alcohol le había arrebatado. Pronto sintió como unas manos tocaban su trasero, dio un pequeño salto por el susto y se dio la vuelta rápidamente encontrándose con una chico rubio de unas 26 años de edad.

—¿Qué haces una chica de tu clase aquí y tan sola? — Tomo las manos de la pelinegra que trataron de empujarlo— para poder pagar lo de este lugar, debiste venir con alguien dime ¿Por cuánto de vendes?

Sooyoung intento moverse, pero este la sujeto con más fuerza lastimando sus muñecas— ¿Qué hace un hombre en el baño de mujeres? Talvez no tengas bien definido tu sexualidad o orientación

El rubio comenzó a besar el cuello de la pelinegra y esta se sintió patética y asqueada, el chico llevo una mano de Sooyoung a su entrepierna donde ya se encontraba con su miembro erecto.

—¿Por qué te resistes hermosa? — y presiono su entrepierna con la de Sooyoung, haciendo que sintiera aquel bulto.

—Suéltame, yo no quiero— murmuro intentando sonar calmada, aunque por dentro estaba aterrada. Y quería gritar, por dios este no era su mundo, las personas con dinero siempre hacen lo que quieren y se salen con la suya.

La embistió contra el lavado obligando a posar su trasero sobre él, empujo la cabeza de la pelinegra pegándola a la pared para que no se moviera, mientras que, con su otra mano, se desabrochaba el pantalón para sacarse su miembro a la vista de Sooyoung y rozarlo en su pierna. Ella comenzó a llorar mientras el rubio seguía rozando su miembro sobre los pantalones de la chica.

Se escucho un ruido y ambos dirigieron su vista hacia la entrada del baño de mujeres... ahí se encontraba la castaña, con la espalda pegada a la pared maltratando su chaqueta Saint Laurent mientras sostenía un vaso de Vodka.

—Eso es asqueroso Dakho, ¿en el baño? Por lo menos en el coche es más limpio— la castaña vio  como los pantalones del rubio se encontraban desabrochados y con su miembro afuera e hizo una mueca de hosco.

—¿quieres participar? Puedo quitarte lo lesbiana— dijo sin dejar de aplicar fuerza a la pelinegra.

—Lo siento, pero con esa miseria que tienes— señalo el miembro del chico— dudo que puedas satisfacer a una mujer y menos a mi que acostumbro a satisfacer  las chicas que tu no puedes... ahora— comenzó a resonar sus botines Prada caminado a él para toma su mano— te pido que la sueltes— dijo amablemente, pero con una mirada que ardiendo en llamas.

Dakho soltó a Sooyoung para poder tomar la mano de Joohyun que sostenía la suya, pero esta apretó rápidamente su agarre y lo llevo a la parte trasera haciendo que el chico gritara de dolor y cayera de rodillas al suelo.

—Suéltame maldita puta

—Gracias por el cumplido... y sabes no te lo había dicho, pero ella viene conmigo— soltó su mano, se volvió a escuchar sus pasos dirigiéndose frente a él, le sonrió y le soltó una patada en su entrepierna. Se agacho y le dio unas palmadas en su frente.

—Eso no se va a quedar así... murmuro entre dientes por el dolor entre su entrepierna.

—entre tu y yo, sabemos quien tiene más valor aquí, y dudo que quieras arruinar la reputación de tu familia, así que es mejor que te quedes cayado y no te vuelvas acercar a esta chica—sonrió tomando un puño de cabello del chico— si la vuelves solo a mirar, voy a destruirte a ti y a tu familia... y lo voy a disfrutar tanto... después de todo no tengo mucho que hacer en este país.

Se puso de pie y vio a Sooyoung quien se mantenía en shock sin poder poner atención a sus propios sentimientos, viendo aliteradamente a Bae Joohyun, ¿ella era la nieta del presiente?

—Señorita Park— tomo su la bebida que seguía en su mano, tiro el vaso cerca del chico y estiro su mano extendiendo su palma— es hora de irnos