31.- FORTALEZAS

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Las fortalezas salen a la luz, cuando temes perderte a ti mismo...

(Carlitta)
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—¿Me explicas cómo es eso de que quieres entregarte?—mientras volteo para  mirarlo

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—¿Me explicas cómo es eso de que quieres entregarte?—mientras volteo para  mirarlo.

¡Diablos! Y ahora que inventó...

Lo observo mientras me mira enfadado, con sus brazos cruzados,  con algunas arrugas  en su frente y su ceño fruncido en mi dirección.

—No lo se Axel, es una hipótesis—suspiro mientras lo miro fruncir más sus labios.

—Como puede ser eso una hipótesis, ¿estas loca?—Responde mirándome con rabia, se levanta de la cama, de un brinco, solo lo observo pacientemente y avanza hasta mi dando pisadas fuertes.

Se detiene enfrente de mi, con una mirada molesta la cual a escudriñarme suspira y cambia a una mirada de amor, me es imposible no sonreírle.

>>Se que estas cansada de todo esta mierda, pero no me abandones, no ahora que estamos cerca de vencerlo—  mi sonrisa se desvanece y es cambiada por una mirada de nostalgia  mientras el coloca sus manos en mi cintura atrayendome a su pecho, suspirando una y otra vez repetidas veces, termino  correspondiendo al abrazo y aspirando su aroma.

— Se que tengo que ser fuerte, solo que creo que sería más fácil, entregarme y que todo esto acabe pero se que no será así—suspiro, siento como niega repetidas veces con la cabeza en mi cuello.

>> Se que alguien de cualquier bando saldrá lastimado y no quiero que sea del nuestro—Termino separandome para secar mis lágrimas, me observa como un conejito asustado negando.

—Tranquila, todo saldrá bien, todo está fríamente calculado— me sonríe mientras vuelve a abrazarme, sonrió intentando calmarlo— vamos a descansar, mañana será un gran día, además me muero por sacarte ese mini short de Tiger — me carcajeo apartandome negando recordando que el fue que me lo regalo, camina detrás de mi al llegar a la cama, ambos caemos.

>>Le sonrió mientras acerca su nariz a la mia —Sere tu soldado valiente que disfrute  tu cuerpo, tu esclavo guardián del sabor de tu piel, eres mi razón de vivir, siempre sere tu cómplice en cualquier locura pero no dejaré que desistas  de tu libertad, de ser tu, estoy para amarte y hacerte crecer, no retroceder — lo miro con pequeñas lágrimas que brotan de mis ojos, por las  hermosas palabras.

>>Te amo tanto que no aguanto las ganas inmensas de besarte— responde mientras se me acerca, cuando lo tengo a centímetros de mi, sonrie tiernamente —Cuando no estas a mi lado, me falta el aire y tanto mi cuerpo, como mi boca, no puede vivir sin ti, puedo decirte que estoy locamente enamorado de ti mi pequeña— termina sellando nuestros labios en un beso, lleno de amor, de esperanza y de mucha fuerza.

Intento de Romeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora