37.-ENCONTRARTE

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Eres la luz en mi oscuridad, necesito encontrarte para respirar...

(Carlitta)
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Horas más tarde

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Horas más tarde...

—Dices que estaba con Matthew ¿no?—respondo al mirar a Roberta con ceño fruncido, ella suspira, solo la observo algo molesto, su actitud, algo oculta.

Mi cabeza comienza a recrear posibles escenas, es inevitable no pensar mal de todos a mi alrededor.

—Pat estaba con Matthew —responde Roberta con sin ninguna pisca de tristeza en su rostro, lo cual  me parece raro, ya que es una de sus mejores amigas.

Estoy empezando a dudar de todos...

>>Ellos se quedaron hablando, cuando yo entre a la casa, estaba molesta, no pensé en quedarme, preferí estar en mi dormitorio y dejar de pensar en todo lo que pasa a mi alrededor —asiento no muy convencido de su relato, siento que algo oculta, solo afirmo como si entendiera con una mueca en mi rostro.

De pronto se viene la loca idea de que puede estar en la casa de los Hildebrandt.

Lo cual espero que sea lo correcto.

No evito estar  esperanzado que Patricia se encuentre allí, me siento perdido y la posibilidad de que no esté con Matthew y que este desaparecida, no me ayuda a estar bien, eso me atormenta.

Me levanto sin más que decir, asiento sin ánimo, levanto mi mirada y todos me observan, esperando, cual será mi siguiente paso.

— Será mejor ir a la casa de los Hildebrandt —respondo apresuradamente para luego caminar hacia la puerta.

Pero de pronto siento que soy retenido, al volterame, observó que es mi padre, quien me sostiene mi hombro con seriedad,  mientras niega, no evito mirarlo, esperando el porque de su acción.

—Los de seguridad están recorriendo toda la zona, no es necesario alterar a los Hildebrandt...—responde serio pero lo interrumpo indignado tratando de comprender su acción, me suelto de su agarre.

—Me estas diciendo que tome con calma que mi novia, no aparezca — respondo molesto y levantando la voz en mi rostro se observa la molestia y el solo me responde con un asentimiento.

Lo miro con irritación, no evito escuchar un sonido de sorpresa de mi familia, al observar mi actitud —Nunca te eh desobedecido, hasta hoy, es mi novia que está perdida, tu hija y quieres esperar ¿sentado? ¿Es enserio?—respiro entrecortado sosteniendo mi pecho, me observan con lastima  reflejada en sus rostros.

Intento de Romeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora