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Tae era como un guía turístico, le enseñaba lugares de aquel centro comercial que nunca habia visitado y eso que pasaba la mayor parte de su tiempo allí con Hobi. Ambos se tomaron muchas fotos en todo lo bonito que había, ya que todo estaba muy detallado de una manera impresionante.

Jungkook en sí estaba muy nervioso, quería tener algún acercamiento con él pero no sabía por dónde empezar, había perdido una tarde donde lo tuvo para él solo y no atinó a hacer nada por cobarde, ya estaba entrando en pánico, tenía que avanzar en su plan y aún ni siquiera podía hacer algo solo sin ayuda de su confiable castaño.

Santa mierda.

–¡Mira!–Tae lo agarró de su muñeca llevándolo a una parte del centro muy espaciosa, habían colocado algunos juegos de feria en donde si ganabas te llevabas un premio. ¡Bingo!

Quería darle un premio, pero no quería cargarla en ningún sentido.

– ¿Quieres un premio?– preguntó acercándose a él.

Los ojitos del rubio lo miraron con un brillo que sólo en sus sueños podía ver.– ¿Podrías?– aquel sonrojo potente en todo su lindo rostro hizo papilla a JungKook en un santiamén.

– Claro lindo.– soltó su boca haciendo que un sonrojo de vergüenza extrema se apodere de su rostro, y más aún cuando el contrario le sonrió tiernamente por aquella apodo.

El más bajo se encaminó con un peliazul siguiéndolo a uno de los puestos señalandole un oso... Muy grande... Seguro era el mejor premio y para ello necesitaba el mejor puntaje, y el destino pareció estar de su lado cuando vio de que se trabaja el juego para ganar; Dardos.

Ese maldito oso debía ser suyo sea como sea.

– Hola.– sonrieron ambos jóvenes.

– Oh, que lindos son.– halagó el viejo hombre.– Debo suponer que quieres jugar.– observó al más alto sonriendo en grande cuando lo vio asentir.

– Ese oso, por favor.– señaló el peluche que Tae observaba con deseo.– ¿Cuánto necesito?

El hombre río aceptando el billete que el peli pitufo le tendía por una jugada.– Necesitas un puntaje perfecto chico.– ante eso el viejo que de hecho era muy amable le tendió tres dardos.

Puntaje perfecto, bien, esto debia ser facil, queria creer eso. Las manos le sudaban, el cuerpo le temblaba, y seguramente los nervios le jugarían mal, así que necesitaba concentrarse.

TaeHyung cruzaba los dedos con esperanza de que aquel peluche gigantesco fuese suyo. Jeon tomó uno de los dardos con su mano dominante fijando su mirada en el punto blanco, con una exhalación tomó fuerza en el agarre lanzando en primer dardo dando justo en el centro, todo el mundo parecía haberse callado ayudándolo a tener máxima concentración en su futuro peluche, lo necesitaba. Agarro el segundo dardo viendo al hombre quitar el primero anotando su primera jugada, como en el primer caso salió victorioso de la segunda ronda, aquel dardo quedó en el punto blanco, así que con un poco más de confianza en su última jugada agarró el tercer y último dardo lanzandolo sin pensarlo dos veces, y sin querer ver su resultado cerró los ojos escuchando a Tae celebrar a su lado.

– ¡Lo lograste!– chillo enrrollando con sus brazos al más corpulento viendo como aquel señor bajar al gran oso.

– Que suerte tienes.– el viejo le entregó su nuevo peluche a TaeHyung riendo ya que el rubio parecía in niño pequeño. JungKook soltaba un suspiro sonoro haciendo reír al mayor.– Han pasado muchas personas queriendo a este amiguito.

– ¡Me va a dar un ataque!- exclamó Tae agitando agresivamente al peluche con emocion y entre risas Jeon observó con felicidad al rubio quien se veia tan tierno y pequeño.– ¡Gracias!– muchas chicas veían la escena con celos ya que Tae a simple vista se veía muy feliz con su pelfudo amigo.– Gracias señor.

El hombre sonrió negando y ambos se alejaron, por un lado Kim abrazaba con cariño al oso y por otro lado JungKook se sentía completamente satisfecho con su obra, desde ya, esa era su vista favorita, TaeHyung tuvo razón cuando dijo que era mucho mejor ir a ese lugar que estar en una fiesta aburrida con profesores y compañeros de clases.

Así que para inmortalizar el momento sacó su celular tomándole una foto rápidamente. El sonido de la cámara hizo reír al más pequeño quien se acercó al azabache viendo la foto.

– ¿Que harás con esa foto Kookie?– El nombrado sonrió en grande al notar al contrario pegar su rostro en su brazo viéndose tan tierno.

– Será mi nuevo fondo de pantalla.– el mayor hizo un sonido con su boca mirándolo acusadoramente de mentirle pero la verdad era que JungKook si puso su foto de fondo de pantalla.

Era simplemente perfecto.

– Tonto.– Tae lo señaló con la pata del oso haciendo a JungKook reír con ese acto tan tierno.– Por conseguirme a mi nuevo mejor amigo y remplazo de JiMin por abandonarme en el salón, te invito a un helado JungKookie.

– Está bien Tae.– con un gran sonrojo el nombrado ocultó su rostro en el peluche, JungKook no entendió porque hizo eso pero lo abrazó con fuerza.– Quiero un helado de chocolate.– susurro cerca suyo, claro, con un enorme peluche separandolos.

– No me mires así.– el berrinche de Tae lo hizo soltar una risa.

– ¿Así como?– quiso saber riendo con burla y nerviosismo al unismo quería mostrar seguridad pero para el lo único que estaba mostrando era un escena patética queriendo sobresalir para el mayor.

– Me gusta que me mires así, pero me pones nervioso.– Tae sacó su rostro del oso viendo como aquel peli pitufo estaba muy cerca de él.

Y mientras Tae se sentía tembloroso bajo su toque, JungKook reía ante las quejas del rubio.

Además de que no muy lejos de ellos muchos chicos y chicas se quejaban con sus respectivas parejas ya que no les conseguían un peluche tan grande como aquel muchacho de cabello azul le había regalado a su chico.

Como conquistar a tu Crush || KookTae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora