Paso #3 y #4

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Ya era sábado pero no iba a descansar nada, había terminado todos sus deberes el dia de ayer justo después de dejar al rubio en su casa, así que ahí estaba alistandose para ir al gimnasio.

Bajó con su bolso directo a la cocina, su madre le sonrió cuando lo vio entrar, se acercó a él y le dio un beso de buenos días en la mejilla.

– ¿A dónde vas tan temprano?– cómo siempre, alguien tenía que interrumpir la maravillosa mañana y el buen humor con el que había despertado.

– Al gimnasio.– respondió cortante sacando una botella de agua tomando solo un trago para guardarlo en su bolso, se le estaba haciendo tarde y no quería perder tiempo.

Su celular vibró y suspiro sacándolo, esperaba ver un mensaje o chsime de parte de su castaño, la vez anterior este mismo le mando un mensaje en la madrugada contándole el chisme del año, ¿por que tan de repente los adolescentes tenían esa obsesión por buscar un sugar daddy o una sugar mommy?

Volviendo al tema, pensó que sería HoSeok, pero su sorpresa lo hizo sonrojarse demasiado cuando vio el numero desconocido que le había contactado.

Era un mensaje de TaeHyung, mierda, se le había olvidado que habían intercambiado números y le había escrito en la noche antes de dormir. Entendía que hasta ahora le respondía.

La emoción era presente en su rostro, pero de verdad muy notoria y su madre quería saber que había visto su hijo en su celular para que su rostro se pusiese completamente colorado.

Leyó con ternura el mensaje que el menor le enviaba a alguien, su hijo no podía ser más tierno. Beso su frente y fue a buscar dinero en efectivo a su bolso dándoselo a Kook.

– Pará qué puedas comerte algo, JungKookie.– El nombrado sonrió aceptando el dinero y guardandolo, sin mas se despidió de su madre y se fue sin siquiera mirar a su padre.

Después de rato de caminar llego al gimnasio y se centró totalmente en su rutina, ya luego tenía dos horas de entrenamiento guiado por su tutor, aquel hombre era muy amable y sobretodo muy bueno en su trabajo.

– Bien Kook, hemos terminado por hoy.– le dijo riendo al ver cómo el peli azul se echaba agua en el rostro haciéndolo ver muy sexy y llamando la atención de la gente que pasaba.

– Maldita sea.– se sentó en una silla cerca de su bolso y la entrada.

– Hey sabes... ¿Me gustaría hacerte una pregunta?– el hombre se acercó a él sentándose en la silla que estaba en su costado.– ¿Por qué empezaste a hacer ejercicio?

– Me dirás estúpido, pero es por el chico que me gusta.– sonrió sin mostrar sus dientes imaginando el rostro de Tae.

NamJoon asintió acomodándose en su sitio.– Sabes que no tienes que cambiar por el gusto de las demás personas Jeon.– el nombrado negó levemente.

– No, Tae no me pidió que cambiase mi apariencia o algo por el estilo, él me dice que estoy bien asi pero yo quiero cambiar por él, quiero que él tenga la mejor versión de mi. Él es tan lindo y puro Nam.– la risa del moreno lo hizo sonrojarse, sonaba muy enamorado del chico y apenas todo eso terminó de salir de su boca se sonrojó por completo.

– Hombre, estas jodido.– JungKook rodó los ojos.

– ¿Por qué todo el mundo me dice eso?– más que una duda con NamJoon era una duda consigo mismo, no lo entendía.

– Porque lo estas.

– Es que si lo conocieras...– suspiró sacando su celular.– Esto fue ayer.– le mostró la foto viendo a NamJoon alzar sus cejas con sorpresa, la verdad el chico era extraordinariamente bello.– Es hermoso, ¿verdad?.– NamJoon asintio riendo por ser cuestionado.– Es que lo adoro tanto.– el mismo moreno se carcajeo despeinando su cabello.

– Me recuerdas a mí cuando me enamore de mi esposo.– le dijo viendo a JungKook guardar sus cosas.

– ¿Me estas diciendo que te casaste con tu amor de secundaria?– el contrario asintió confirmándole aquello.– Me ilusione.

NamJoon rodó los ojos levantándose después del menor, acordaron que de ahora en adelante JungKook haría ejercicio en la tarde debido su horario escolar, así que con eso listo fue a su casa feliz.

Aunque más que ir a su casa quiso pasear un rato, con tantos problemas con su padre lo que menos quería hacer era llegar temprano asi que decidió caminar ya que la mañana estaba muy fresca. Se detuvo en una heladería captando la atención de varias chicas del local con fascinación, pero sobretodo de una chica quien no fue discreta en lo absoluto.

– ¿Ese no es el chico del que me estas hablando? Es que literalmente es todo lo que me estas describiendo.– JungKook giró su rostro viendo a una chica aparentemente menor que él, sumenle 14 años como mucho, un año menor que él, su cabello de color plata la hacía ver muy linda a su parecer, pero su mirada captó a TaeHyung apenas se volteo para saber de quien se estaba refiriendo su amiga.

Ya no sabia si esto era mala suerte o buena suerte. ¿Así con esa pinta que traía? Todo sudado y mugroso junto con un chico que se veía impecablemente bello.

– Tae.– sonrió sonrojandose y de inmediato se miró a sí mismo fijándose en su vestimenta acomodándose lo mejor que podía.

– ¡JungKookie!– el rubio agarró la mano de su mejor amiga acercándose al chico.– Si es él.– le informó.– Kookie, te presento a una amiga, Roha.– esta le sonrió amablemente tendiendo su mano.

– Mucho gusto JungKook.– él nombrado tomó la mano de la más baja.

– El gusto es mio Roha.

– ¿Que haces aquí?– preguntó Tae al verlo tan sudado.

– Acabo de salir del gimnasio.– dijo con orgullo queriendo impresionar al más bajo lográndolo cuando sus ojitos lo analizaban.

– Ya te imagino todo fornido.– le dijo TaeHyung halagandolo.– Aunque creo que no hace falta JungKookie, para mí estas bien así.– esa frase hizo que su corazóncito sufriera de una dosis extrema de dulzura de parte de su rubio.

Definitivamente, más perfecto no podía ser.

Después del encuentro JungKook los invito a los dos a una merienda de media mañana y los contrarios no pudieron negarse, al menos Roha no, ¿quien en esta vida te conoce y al segundo te está invitando a un helado? Exacto, nadie.

Pasaron los minutos en donde TaeHyung y JungKook hablaban de cualquier tema y la menor de los tres simplemente veía con atención, desde ya le encantaba verlos juntos, la conexión que tenían era algo de otro mundo. No estaba apostando con nadie pero seguramente esos dos terminarían juntos si o si.

– Oh lo siento, seguramente ustedes decidieron salir y yo estorbe en su camino.– JungKook se disculpó estúpidamente con ella.– Además de que no te he dejado hablar.

La chica rio negando.– Para nada. Me gustó conocer a mi futuro cuñado.

– Callate.– TaeHyung abrió sus ojos mientras mantenía su sonrisa forzada mirándola a ella. La chica sonrió pícara viendo que ocasionó que ambos se sonrojaran demasiado, Jeon hasta este punto debía aceptar que definitivamente ahora vivía con el rostro colorado.

– Es la verdad.– se encogió de hombros.– No te preocupes por eso, me gusta observar.– volvió al tema inicial con una sonrisa.– Además no tengo mucho que aportar.– rió levemente viendo a JungKook tranquilizarse ante su comentario, aunque más que un comentario era la verdad absoluta.

Luego de la merienda, JungKook se despidió de ambos chicos recibiendo un abrazo de parte de TaeHyung. Se estaba dando cuenta que a Tae le gustaba dar y recibir abrazos, así que no dudo ni dos segundos en devolverle el abrazo, amaba tenerlo así y soñaba con algún día estar y despertar así con él.

– Nos vemos cuñado, digo, JungKook.– Roha se despidio corrigiendo el apodo cuando recibió una muy mala mirada de su amigo, antes de que Tae se separara del menor suspiró.

– Ya te pusieron un apodo JungKook.– el peliazul se carcajeo con felicidad.

– Me gusta el apodo.– soltó dejando a un TaeHyung asombrado, vaya que él hombre sí era muy obvio.

Pero aunque a Tae le costase aceptarlo, JungKook estaba cumpliendo el paso 4 sin darse cuenta.

Como conquistar a tu Crush || KookTae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora