Como conquistar a tu Crush || KookTae ||

C - 25

– Entonces, ¿JungKookie entró en estado de coma?– preguntó el castaño a la señora Jeon.

Esta trago fuertemente asintiendo.– Así es cariño.– tomó su mano al verle como empezaba a llorar de nuevo, ya habían pasado dos días y el menor no despertaba, a diferencia de Roha, ella si despertó al día siguiente.– Verás, no tardará mucho en despertar, según el médico a lo sumo un mes o poco más para que reaccione.

El castaño hipaba mientras su madre acariciaba su espalda y la señora Jeon tomaba su mano con fuerza.

– Que horrible lo que le ha pasado.– murmuró la señora Kim.– Mi vida has llorado mucho, toma un poco de agua.

– Siento que vomitare...– susurró abrazándose a si mismo soltando la mano de DamHee, respiraba profundo pero todo fue en vano ya que se tuvo que levantarse con prisa corriendo al baño.

Ambas mujeres escuchaban como este lloraba aún sentado en el suelo. Se miraron mutuamente y Karin se sentó frente a Jeon tomando su mano mostrando apoyo.

– Muchas gracias.– susurró colocando su otra mano encima de la ajena.

Ambas cerraron sus ojos escuchando como el castaño volvía a vomitar con fuerza, ya ni siquiera tenía nada que expulsar, solo era baba nada más.

Una enfermera rápidamente entró a la habitación y se dirigía a JungKook hasta que escucho a TaeHyung en el baño, y con la petición de ayuda de la madre de él la chica de acercó al baño atendiendo a TaeHyung.

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– Tae cielo.– su madre se asomó en el marco de la puerta.– Bebé tienes que salir.– este frunció su rostro en completo fastidio tapándose por completo con las cobijas.

– No quiero.– su madre suspiro y volvió rendida por tercera vez a cerrar su puerta, no daba resultado, el chico no quería salir, para lo único que salía de su habitación era para ir a clases o a la clínica donde se encontraba JungKook.

La puerta se volvió a abrir siendo esta vez su padre.– Hey.– sonrió sentándose a su lado y acarició su castaño cabello.– Con todo el alboroto no me había dado cuenta que tienes el cabello castaño, te queda bonito.– Tae alzó la cabeza con sus ojos llorosos sorbiendo por su nariz.– Seguro que cuando JungKook despierte se volverá más loco por ti, solo mirate, que bonito te quedó.– y por fin apareció una sonrisa en el rostro del menor.

– ¿Tu crees que le guste?– su voz salió apagada.

– Solo dime algo que ese muchacho no adore de ti.– el castañito rió levemente ante eso.– Esa es la actitud, ¿dime que quieres comer?– la negación de TaeHyung lo hizo fruncir el ceño.– TaeHyung te pregunté qué querías comer, no si querías comer o no.– el más pequeño suspiró, a su padre jamás podía llevarle la contraria.– Y ésta vez Jeon no está en el menú como aquel día del baño.– mencionó dejando a su hijo con un sonrojo bastante potente en su cara.– Y será mejor que comas o sino le digo a mamá.– amenazó conteniendo su risa por el rostro de miedo que puso el menor, era cierto que ambos le tenian miedo a su madre.

– No hace falta.– frunció sus labios.– Algo liviano.- eso hizo sonreír al mayor quien se levantó triunfante dispuesto a ir a prepararle algo para comer.

Cerro la puerta detrás suya y vio a su esposa en el pasillo.

– ¿Cómo lograste eso?– sus comisuras se estiraban hacia arriba formando una linda sonrisita.

– Siendo fastidioso y sabiendo un par de cosas, así lo conseguí.-– ambos bajaron y mientras el señor Kim cocinaba con calma a la señora Kim le llegó una llamada.– ¿Quién es?– preguntó curioso.

– DamHee.– murmuró contestando.– ¿Si?

– Karin.– esta hipo su nombre.– ¿Tae está contigo?– sé levantó dispuesta para ir a la habitación del menor antes de responder.

– No, ¿pasó algo? ¿Necesitas hablar con él?

– ¡No!– exclamó con prisa.– No quiero que Tae sepa de esto, se pondrá fatal.– eso la hizo devolverse con el ceño fruncido volviendo a sentarse confundida.

– Me estas preocupando, Hee.– murmuró bajito.

– Sabes que Roha se ha sentido demasiado mal por lo del accidente, con el fallecimiento de su abuelo, su abuela ya no está capacitada para cuidarla y ahora está bajo la tutela de su padre, ahora está conmigo porque aquí está con mi esposo...– soltó un suspiro bajo.– Quería preguntarte si Tae aún con todo puede venir a verla, las cosas entre mi esposo y ella están mejorando pero con la ausencia de JungKook todo va en picada, se que Tae y ella se quieren mucho por favor.– la madre del chico se fue caminando al segundo piso para ver el estado de su nene.

Este seguía enrrollado en su cama, escuchaba leves sollzos mientras la pantalla de su teléfono estaba encendida, seguro se estaba torturando ahí.– Si se que él quiere mucho a Roha, pero Tae también esta mal, no se si pueda ir, déjame preguntarle.– la afirmación del otro lado de la línea hizo que separase el teléfono de su oreja.– Bebé.– Tae alzó la cabeza limpiando sus lágrimas con sus manos.

– ¿Si?– su voz ronca la hizo dudar.

– ¿Cómo te sientes?– el nombrado no respondió, solo desvío su mirar.–  ¿Tae por qué no sales con Roha para alivianar el ambiente?– eso lo hizo pensar, se enderezó en su cama cambiando el semblante.

– Eso suena muy bien.– se quitó las cobijas de su cuerpo.– También debería llamar a Hobi, seguro el esta peor que yo. Voy a llamarla.– y con eso fue al baño pasando por su lado.

– No sin antes comer.– el asentimiento decaído de su hijo la hizo volver a ver el teléfono.– Dijo que si. Es lo mejor, que se distraigan un poco.– con eso colgó y volvió a bajar.

Su esposo ya estaba terminando la comida y cuando la vió ladeó la cabeza.– ¿Saldrá?– preguntó refiriéndose a su hijo. Su mujer asintió soltando un suspiro pesado sentándose en la silla.– Tae se está sumergiendo demasiado en esto, lo entiendo.– dijo siriviendole en su plato a su mujer primero.- Todo fue tan abrupto y repentino que esta mañana cometí el error de preguntarle por Kook, se puso fatal y se destrozó de una forma que yo nunca pense en verlo así.– apretó sus labios con tristeza.– Estoy seguro que esto pasará rápido.

– Eso espero.– soltó su mujer escuchando los pasos pesados y lentos de su hijo deteniendo la conversación.

Este apareció bien vestido pero con un rostro demacrado, hizo el intento de sonreírles apenas los vio pero claramente fracasó totalmente en ello, se sentó al lado de su madre esperando su plato y optó por comer en silencio, ambos padres se miraron lastimeros pero no dijeron nada, capaz y empeoraban las cosas.