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Ya por fin ahora era momento de contarle la magnífica noticia a JungKook, así que ahí estaba con la maleta del azabache ya hecha junto a la suya, este llegaba de su ultimo examen medico para terminar de darlo de alta.

La puerta se abrió y el menor entraba con una gran sonrisa.

– ¡Tae!– JungKook entró reluciente.– El doctor dice que-...– el menor observó las maletas y aún con su sonrisa frunció el ceño confundido.– ¿Que pasa?– se acercó a él.

– Ya te dieron de alta mi amor.– dijo feliz dando saltitos en su sitio. JungKook abrió en grande su boca soltando una risa de pura felicidad dando los mismos saltitos con su novio.– Ya tu mamá está abajo esperándonos, vámonos ya, no aguanto estar más en este sitio.– JungKook sonrió tomando ambas maletas siendo el primero en salir haciendo reír a su mayor quien salió corriendo detrás de él.

• • •

Los tres salieron del auto y los padres de Tae y Roha los esperaban en la casa del azabache con una gran alegría pero no todo podía ser perfecto.

– JungKook.– la voz de su padre lo hizo temblar en su sitio pero, ¿por qué? ¿Quién era ese señor?

– Jeon no empieces ahora, nuestro hijo ya salió del hospital, al menos si le tenías un mínimo cariño quedate callado que solo te deje estar aquí porque me pediste verlo.–el hombre ignoró a su esposa y se acercó a su hijo.

– ¿Cómo te sientes?– le preguntó queriendo acercarse más pero el azabache retrocedió un paso.– Jeon no seas terco, ven. Solo deja todo de lado.– le pidió.– Se que no he sido el mejor de todos, pero al menos quiero saber como estas.

El nombrado lo miró y luego observó a Tae.– ¿Quién... Quién es él?– le preguntó a su novio dejando a su padre en blanco.

– ¿Cómo qué quién soy? ¡Soy yo! ¡Tú padre!– el azabache frunció el rostro y negó suavemente escondiendose detrás de su novio.

– No lo sé.– murmuró viéndolo a los ojos, no lo reconocía, ¿y si le estaba mintiendo o algo similar? No, no, eso sí que no.

– Me jode que no me reconozcas.– su padre empezaba a desesperarse.– JungKook soy yo maldita sea, tú padre, la persona que seguro odias más en la vida por nunca aceptarte tal y como eras, la persona que te escondió toda tu vida la existencia de tu media hermana, mierda, JungKook, todo menos esto por favor.– sus ojos empezaron a cristalizarse por el llanto. Se acercó y sin dejarle escapar lo abrazó.– Todos los malditos castigos que merezca menos que tú me olvides JungKook, por favor.– el menor estaba incómodo para que negarlo, pero algo le hacía sentir que no estaba mintiendo aquel señor, si todas las disculpas que estaba diciendo eran ciertas suponía que el señor que recordaba con rencor era el mismo que lo abrazaba. De alguna forma volvió a sentir todo el mismo odio que sentía al recordar aquellas viejas memorias pero sus disculpas se veían tan sinceras, se notaba que el castigo del karma de haberlo olvidado le había caído justo en todo el medio del pecho, como una bala.

– Señor Jeon...– Tae lo llamó con sutileza viendo como el hombre alzaba su mirada.– Lamentablemente JungKookie no recuerda a la mayoría de las personas que lo rodean, sería mejor que iniciara desde cero.– el hombre lo miró y suspiró cerrando sus ojos con fuerza.

– No quiero empezar desde cero.– observó a JungKook quién lo miraba extrañado. Esa mirada distante y desconcertada lo hacía trizas.

– Señor... Digo, ¿papá?– observó a su novio asentir dándole por entendido que era cierto.– Han pasado muchas cosas, me gustaría que hoy fuera un día más tranquilo, por favor.– pidio JungKook viendo cómo su padre le hacía caso y lo apartaba con sutileza de su camino yendo escaleras arriba encerrándose en el cuarto principal.– ¿Es mi papá verdad?– le preguntó a su madre quien con una mirada triste asintió.

– No te presiones en este momento por recordar todo, ¿si?– le acarició el cabello.– Ahora ve y saluda a tus suegros que están ahí esperando por ti.– Jeon abrió demasiado sus ojos haciendo reír a Roha quien estaba a su lado.

– ¿Mis suegros?– observó a su hermana quien al ver su rostro volvió a soltar una gran carcajada por su expresión de puro miedo.– ¡Ya no te rías!– sacudió a la menor con nerviosismo.

– Vamos tu puedes, no entres en panico si ya te quieren.– le dio porras aguantandose las ganas de volver a reirse. Ante sus palabras JungKook asintió.– Ya ellos te conocen vamos, solo es saludar.

JungKook asintió repetidas veces caminando hacia donde estaba su novio con una sonrisa nerviosa. Su media hermana se colocó detrás de los padres de Tae y alzó sus pulgares en modo de alentarlo un poco, pero funcionó haciendo que Jeon formara una sonrisa más calmada y natural, no aquella mueca que se hacía llamar sonrisa.

– Hola.– fue lo primero que se le ocurrió decir. Ante sus palabras los señores Kim giraron sus rostros en su dirección haciendo que comenzara a temblar en su lugar.– Buenos días.– eran tardes, ya eran las 3 de la tarde.

– Ah, JungKookie que alivio verte recuperado.– habló la mujer abrazándolo con fuerza.

– Estuvimos muy preocupados por ti chico.– murmuró el señor despeinado su cabello.

Lo trataron de una manera tan cariñosa y familiar que de repente un ligero recuerdo apareció como un flash en su mente, fue algo muy leve pero recordó sus rostros de inmediato.

– Lamento haberlos preo- – el rostro de Karin lo hizo parar sus palabras.

– ¿Que dices? Tu nunca hubieses querido que eso te pasara cariñito,– su suegra le besó sus mejillas.– Nunca te vuelvas a disculpar por eso.– le sonrió, Tae lo abrazó por la cintura haciendo que pegara un ligero brinco por aquel tacto tan repentino, sonrió al ver a su novio besando su cabeza.

– Sabes, tengo sueño.– le susurró TaeHyung.– ¿Por qué no vamos a acostarnos un rato?– JungKook le sonrió pícaro y lo cargó llevándoselo escaleras arriba.

– ¿A donde te llevas a mi hijo Jeon?– le preguntó el señor Kim con una cómplice sonrisa.

– Me lo robare solo cinco minutos.– el señor Kim alzó una ceja cómplice.

– ¿Cómo los cinco minutos que duraron en el baño?– eso hizo que Tae tapara su rostro por la vergüenza a diferencia de JungKook quien soltó una carcajada, recordaba muy claramente eso, quería repetir aquello siendo sincero. Definitivamente ese hombre nunca iba a olvidar eso.

– Bueno, 30 minutos, de ahí se lo regreso sanito y cojeando.– como todas estaban en la cocina, el hombre fue el único que escucho sus palabras haciéndolo soltar una carcajada guardandole el secreto, ya que el padre de su noviecito era cómplice de todas sus travesuras con su hijo.

Se fue caminando directo a su habitación abriendo con prisa la puerta cerrandola detrás de si bajando a su novio.

– Yo dije que tenía sueño.– dijo Tae con su rostro rojo cuando empezó a caminar en retroceso ya que JungKook lo guiaba a la cama con su picardía de simepre.

– Yo sé.– susurró cerca de sus labios pero no terminaba de besarlo.

Tae al sentir el borde de la cama chocar contra sus piernas se sentó en esta viendo a su novio con una deslumbrante sonrisa.

– Te amo mucho.– dijo de la nada, era su arma más peligrosa para salvarse.

A JungKook le brillaron los ojos ante sus palabras y bajo lo suficiente para besarlo.– También te amo mucho.

Como conquistar a tu Crush || KookTae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora