Como conquistar a tu Crush || KookTae ||

C - 17

Fue invitado a comer e incluso a quedarse, iba a negarse pero una fuerte lluvia azotó la tarde haciendo que el día se pusiera más relajante que nunca. Y claro, aceptó la propuesta, no iba a obligar a su madre a que lo viniese a buscar, así que hizo lo que todo buen hijo haria; llamarla.

Así que ya con el permiso de su madre tomó la ropa que Tae le tendía para que se sintiera más cómodo. Bajó a cenar y sus suegros le aseguraron que no tenían problema alguno de que él durmiese con su hijo. Así que ya el la habitación de TaeHyung completamente solos... Encendieron la TV.

Ya que como los padres de Tae estaban en la habitación a su costado pues los escuchaban fácilmente y si TaeHyung era silencioso JungKook no lo era, no iba a contener absolutamente nada si llegaban a "eso".

Con el sonido de la lluvia chocando con el cristal susurraban y reían levemente, parecían dos niños escondiéndose de sus padres. A ambos a las 3 am más o menos les empezó a dar hambre, se miraban mutuamente pensando que hacer hasta que al mayor se le encendió la bombilla imaginaria.

– Tengo hambre JungKookie, ¿tu no?– susurro pegando se más al cuerpo más fornido escuchándolo nuevamente.

– Si, pero es muy tarde bonito, de hecho, se supone que deberíamos estar dormidos, en menos de dos horas tenemos que despertarnos para ir al colegio.– decia en un débil murmullo mientras miraba la pantalla de su celular evidenciando que tenía al mayor de fondo del mismo.

– Yo pensaba que la ibas a quitar.– tomó el aparato ajeno viendo con detalle la imagen.

Jungkook besó su cabeza negando suavemente ante su suposición, claro que no lo iba a hacer, hasta que no tuviera otra foto del mismo rubio mejor que la anterior no iba a quitar su fondo de pantalla.

– Como sea, sígueme si quieres comer.– ante esa incitación tan fuerte y más su hambre que no ayudaba en lo más mínimo se destapó y se levantó de un salto siguiendo al rubio a las afueras de la habitación.

Antes de empezar la misión secreta "aperitivo de medianoche" ambos se acercaron a la puerta de los mayores escuchando el puro silencio aparte de un leve ronquido, con eso confirmado bajaron las escaleras con cuidado de no hacer ruido ya que como dijo TaeHyung era su madre la que tenía un sueño peligrosamente liviano.

Ya por fin en la cocina se dedicaron a buscar un paquete de galletas, pan, dulces, snaks o algo que llenase su apetito. Pero toda esperanza parecía perdida, ¡no había nada! ¿Cómo eso era posible? Tae gruñó fastidiado hasta que en un gabinete alto Jeon encontró el último paquete de oreos, con una gran sonrisa en plena oscuridad tomó el paquete acercándose a su novio.

– Mira.– susurro en su oído sintiendo cómo el más bajo pego un brinco del susto tan repentino.– Encontré esto allá.– señaló el gabinete antes saqueado y Tae lo miró con un puchero.

– Claro, como tu si eres alto, ya veo porqué mi papá lo escondió ahí.– lo felicito con un besito en la mejilla, y antes de que se dieran a la fuga, las luces del pasillo de la planta superior fueron encendidas.

Ambos se alarmaron buscando un escondite consiguiendolo debajo de la isla de la cocina, Tae entró primero rápidamente y luego JungKook detrás de él cerrando con sumo cuidado y silencio la pequeña puerta de lo que se suponía era otro gabinete más.

La madre de Tae entró a la cocina encendiendo las luces a su paso y se colocó justo enfrente de ellos tomando un vaso de la encimera, se dio media vuelta abriendo el refrigerador sirviéndose un poco de agua para aliviar su sed, ambos se tapaban la boca mutuamente callando cualquier sonido. Aún ahí ellos pensaban que la mujer tomaría el agua y se iría pero no, no fue así, ella seguía ahí observando la cocina como inspeccionando el lugar, hasta ellos mismos dudaron si la mayor sabia que ellos estaban ahí, ella empezó a caminar a un lugar específico abriendo el gabinete donde JungKook anteriormente tomó las galletas, parecía buscarlas pero obviamente no las encontraba, soltó un suspiro negando levemente y sonrió de lado.

– ¿Por qué no me sorprende que ya no estén?– rodó los ojos.– Pobre mi niño, no hemos comprado nada de lo que le gusta a Tae.– hablaba en voz alta tomando un papel de la mesa. Se escuchó el pequeño "click" de un lapicero, anotaba algunas cosas que ambos pensaron que era una lista de mercado.

Terminó de escribir y pegó la nota con ayuda de un imán a la nevera. Se fue apagando todo a su paso y los menores se quedaron un buen rato para asegurarse que no iba a volver.

– Bueno... Mañana tendré más comida.– sonrió de oreja a oreja escuchando como JungKook reía en voz baja.

– Bonito tonto.– besó sus labios sintiendo como Tae correspondía su gesto.– Ahora salgamos, estoy incómodo.– Tae asintió haciéndole caso al menor dejando que este salga primero.

Ya por fin los dos fuera del incomodo y pequeño sitio subieron en silencio volviendo a la habitación, el refugio, en donde ambos sabían que la madre del mayor no los agarraria.

El rubio abrió el paquete duo de galletas dándole uno a JungKook y el otro quedandoselo él, comían entre pequeñas risas mientras hablaban de temas sin importancia.

– Juguemos a algo.– propuso JungKook.

– ¿Jugar?– en la oscuridad vio a Jeon asentir.– ¿A qué?

– Verdad o reto, cartas, al uno, no lo sé Tae, juegos, no tengo sueño.– solo menciono un par de juegos que se le venían a la cabeza hasta que se quedó sin imaginación, pero Tae sonrió malicioso.

– Verdad o reto suena bien, pero tengo una idea.– Jeon le puso atención murmurando un "sueltalo" con la boca llena haciendo al más bajo reír por el contraste de cuerpo de macho y cara de bebé.– Como no tenemos monedas podemos pedirle al celular que diga un número entre uno y dos.– dijo metiéndose una galleta a la boca.– Elegiremos cualquier tema, al azar, y sin rechistar tenemos que responder o hacer el reto que salga. Depende de lo que diga el celular es lo que haremos.– explicó lo mas entendible posible observando con lujuria la aceptación del menor, no lo iba a negar, era un adolescente con las hormonas locas, evidentemente siempre iba a tener un problema si era tan calenturiento y mas si su menor no entendía sus intensiones a la primera, era un niño caliente pero inocente.– Si no quieres decir alguna verdad o hacer algún reto hay castigo Koo. – agregó viendo con la poca iluminación como en el rostro de su novio comenzaba a formarse una duda.

– Cuando hablas de cualquier tema, ¿a qué te refieres?– preguntó para poder entender bien el juego.

– Cualquier cosa. En serio, cualquier cosa.– dijo gateando para estar cerca del azulado.– Lo que se te ocurra.

El rostro de Jeon comenzó a calentarse formando un sonrojo potente al entender por fin las intensiones del rubio.

TaeHyung sonrió de lado acercándose completamente a JungKook poniendo sus piernas de cada lado del cuerpo del mayor  sintiendo como este se tensaba ante el repentino acto, el más delgado besó los belfos ajenos juguetón acariciando su nuca.– ¿Ya tienes un tema en mente?– sonrió victorioso cuando el menor tragó en seco negando nervioso.– Yo sí tengo un tema, ¿empezamos ya?