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Al final se fueron a la casa del peli azul, este había llamado a su madre ya que el miedo era obvio, que su padre llegara y los viese a ambos, y sin la protección de su madre, pues peor aún. Pero gracias al cielo la mujer le dijo a su hijo que el hombre no iba a ir, ya que cambió la contraseña de la casa así que ni iba a entrar.

Así que JungKook tomó a su novio de la mano llevándoselo a su habitación.

– Amo tu cama.– dijo TaeHyung al lanzarse a esta con pereza.– ¿Vamos a dormir o tienes algo en mente?– musitó con doble sentido acostandose de lado acentuando sus curvas.

Jeon al verle sonrió pícaro quitándose la camisa acercándose a la cama cual depredador.– Se me quito el sueño.– susurró en su oído acomodando el cuerpo que estaba debajo suya dejandolo boca arriba para empezar a besarlo con agresividad.

TaeHyung reía enrrollando a JungKook con sus brazos acercandolo más hacia su anatomía, cuando este se separó aprovechó y dio vuelta a los roles quedando ahora él encima del peli pitufo, puso sus piernas en cada lado de las caderas ajenas y comenzó quitando su camisa.

– Mh...– se quedó pensando en su sitio.– ¿Que quieres que haga?– murmuró cerca de sus labios.– Voy a obedecer a cada orden que me des.

Ya no necesitaba escuchar más.

• • •

Ahora, ya despues de una hora y una acción que los dejó sin batería alguna a ambos, estaban acostados hablando tranquilamente, Kim tenía su cabeza apoyada en el pecho ajeno mientras el más alto hacía pequeños rulitos en el cabello rubio del mayor.

– ¿Tu que dices de cambiarme el tono de cabello?– preguntó TaeHyung alzando la cabeza para mirar a su novio.

– Me dolería en el fondo de mi corazón.– respondió con fingida tristeza.– Pero no niego que me encantaría verte de otra manera.– besó la punta de su nariz.– ¿En qué haz pensado?

– Mh...– fingió pensar.– No te lo diré.– dijo feliz cuál niño guardando un secreto.– Es una sorpresa.

– Eres malo.– achicó sus ojos.– Está bien, espero la sorpresa... ¡Por cierto!– inmediatamente se acordó de algo.– Me dijiste que si ganaba tendría una sorpresa, no me la haz dado.– dijo con su deslumbrante sonrisa.

Tae hizo una "oh" con sus labios, se había olvidado totalmente de eso.– Cierto, te debo una sorpresa.– se acomodó en su sitio.– Deja que te preparo tu sorpresa, porque no la tengo conmigo.– JungKook ladeo la cabeza, no pensaba que el regalo de su novio fuese algo material.

– Está bien, lo esperaré sin paciencia.– aquello le saco una risa a su mayor quien se volvió a acomodar en su sitio apoyando la cabeza en su pecho entrelazando sus manos.

Después de ese tema vino otro, luego otro, otro más, y siguieron hablando hasta que se escucho la puerta principal ser abierta.

– ¿Tu mamá?– preguntó Tae apoyándose de su antebrazo mirando a la puerta.

– Supongo.– JungKook se sentó en la cama.– Déjame ver.– agarró su pantalón colocándoselo rápidamente. Se acercó a la cama y beso a su mayor con cariño.– Allá hay ropa que puedes ponerte y ahí está el baño.– señalaba cada sitio con su dedo viendo la aceptación del rubio.

Salió de su habitación cerrando en silencio su puerta llamando a su mamá con evidente miedo, quería que le respondiera ella porque sino le daría un paro ahí mismo, pero su paranoia se detuvo abruptamente al escucharla hablar por teléfono.

– Mamá.– sonrió en grande viendo a la mujer sonreír en su dirección.

– No sabía que estabas aquí.– dijo apenas colgó la llamada.– ¿No deberías estar en clases?– preguntó viendo la hora en el reloj de la cocina ya que ese era el sitio en donde se encontraban.

–Es feriado mami.– respondió con dulzura abrazando a la mujer.

– Cierto.– rió abrazado de vuelta a su hijo pero este de inmediato se separó dejando ver su emoción florecer.

– Mami.– murmuró bajito.– Hoy conocerás a Tae.– apenas dijo aquello la emoción que tenía se la contagio a su progenitora rápidamente.

– ¿Está aquí?– preguntó en un suave murmullo viendo al menor asentir exageradamente.– Mierda, JungKook habla rápido.– se quejó audiblemente.– Es muy tarde, voy a preparar el almuerzo porque estoy segura que no han comido.– se despojó de su bolso dejando el celular en la mesa y se colocó el dalantal para comenzar con su almuerzo estrella para recibir a la pareja de su hijo.

– Voy a buscarlo.– sonrió en grande dándose media vuelta para ir a buscarlo pero al bajar sin camisa su espalda lastimada quedo exhibida.

– Kook, ¿te caíste?– fue lo primero que preguntó su madre.– Tienes la espalda lastimada...– quiso acercarse para tocar los rasguños pero Jeon inmediatamente se dio media vuelta dándole la cara a su madre.

– ¡No, no! Tranquila, no me caí.– dijo con una sonrisa nerviosa y su rostro se puso colorado al instante.– Solo no preguntes.– se fue corriendo rápido subiendo a su cuarto dejandole claramente a su madre que era eso, ni que fuera tonta, había captado la indirecta casi de inmediato.

Cuando llegó abrió la puerta y lo primero que divisó fue a su pareja sentada en la cama con una camisa de él puesta viendo su teléfono. Aprovechó que no lo había notado y se acercó con sumo cuidado y silencio por detrás, gateo en la cama con sutileza y atrajo a TaeHyung en un abrazo acostandolo escuchando su risa.

– Me asustaste idiota.– se reía audiblemente mientras sostenía los brazo ajenos fuertemente.

– Sí era mi mamá.– sonrió informando aquello.

– Tonto.– se zafó del agarre del contrario sentándose en la cama para verle.– Ahora soy yo quien está nervioso.– ese comentario los hizo reír a ambos.

– ¿Ves que no era yo solo?– dijo con burla.– Pero mi mamá es un amor, le he hablado mucho de ti...– pensó en todas la veces que había hablado acerca de él con su madre y se dio cuenta que desde que vio al rubio, osea, desde que entró al instituto, el chico era el tema principal de sus conversaciones.– Mucho de hecho... Bastante.– murmuró ido.

La carcajada de Kim lo hizo pisar tierra y también caer en cuenta que había desmantelado uno de sus secretos más vergonzosos con la persona que menos quería.

– ¡No te burles!– se quejó poniéndose rojito al instante.

– No me burlo de ti.– aclaró tratando de calmar su risa.– Solo me parece tierno.– acarició su mejilla con amor.

– Tú eres el tonto.– hizo un puchero disfrutando los pequeños mimos que el más bajo le otorgaba.– Pero bueno, mi mamá va a preparar el almuerzo.– se acercó un poco más y beso su frente.– Vamos bajando.– se levantó de la cama buscando ahora una camisa, pasaba de largo volver a vivir ese vergonzoso momento de nuevo.

Aquellas palabra hizo temblar al rubio, nunca más iba a burlarse de la reacción de su novio cuando conoció a sus padres.

Como conquistar a tu Crush || KookTae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora