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Hoy era un sábado, se podría decir que como uno cualquiera pero para JungKook no era así, pues hoy sería el día que conocería a los padres de su novio, ya que como este le había dicho antes, sus padres querían conocerlo cuanto antes, pues estaban muy felices con la idea de que su único tesorito tenía pareja.

Y bueno, JungKook le pidió dinero a su madre para poder comprarles aunque sea un pequeño detalle a cada uno, y por eso estaba en el centro comercial con su lindo rubio entrelazados de la mano.

– ¿Crees que le gustaría a tu madre?– señaló una pulsera que estaba en la vitrina de una joyería.

– Está muy linda, de segura le encantará.– Tae le sonrió en grande. Ya tenían el regalo para su padre, una hermosa y un tanto costosa botella de crema de whisky.

Entraron siendo atendidos por una chica muy amable, esta les vendió la dicha pulsera y Jeon pidió que la adornase ya que era un regalo. Así que saliendo con una linda y pequeña bolsita de regalo continuaron su camino deteniendose al ver a una chica.

– Oye, ¿esa no es Roha, tu amiga?– el peli azul llamó la atención de su novio viéndole sonreír en grande y emocionado.

– ¡Roha!– La chica que no estaba tan lejos de ellos se dio media vuelta y esbozando una sonrisa amable les vio acercarse.

– ¿Que dije yo?– soltó la peli plata con su típica picardia.– Hola Kook.– este sonrió sonrojandose al verse con TaeHyung de la mano.

–Que te digo, tienes buen ojo.– halago Tae con una sonrisa enamorada hacia el peli pitufo.– ¿Que haces aquí?

La chica rodó los ojos.– Mi papá volvió.– musito con odio.– Despues de un mes desaparecido llegó a la casa de mis abuelos.– Tae le acarició el hombro y la abrazó, sabía de sobra que su amiga tenía una muy mala relación con su padre, su madre habia fallecido cuando era apenas una niña así que era criada por sus abuelos, y su padre quien casi ni la veía era una mierda en pasta, al menos asi le habia contado.– Y luego me arrastró disque a comprarme ropa, pero nos detuvimos en esta licorería, no me dejaron pasar por ser menor de edad, así que aquí estoy.– terminó su relato.– ¿Y ustedes? ¿A dónde van?

– Voy a conocer a sus padres.– susurro JungKook sintiendo todo su cuerpo temblar cual gelatina.– Me va a dar algo.– la carcajada de los restantes le hicieron reír a él también pero más que darle gracia era una risa de miedo, tenía miedo.

– Listo Roha, nos podemos ir.– una voz familiar hizo que los tres presentes lo mirasen haciendo a JungKook palidecer.

– Pensé que te comprarías la maldita tienda.– dijo la nombra con mucha ira contenida en su voz.– Adiós, chi-... ¿JungKook te encuentras bien?–preguntó preocupada acercandose al nombrado al ver el rostro tan pálido que tenía el peli azul, Tae volteo en su dirección confundido preocupándose al instante al ver su rostro destrozado, su ojitos se iban llenando de lagrimas viendo al hombre.

– ¿Kookie?– le acarició la mejilla queriéndolo sacar del trance.

– ¿Que mierdas haces aquí?– pregunto su padre estando casi igual o peor que el menor.

– ¿É-Él es tu padre?– Jeon le preguntó a Roha viéndola asentir confusa. De un momento a otro la ira y el enojo se apoderó de JungKook dándole las compras a su novio casi rompiendola botella. Y sin pensar más le devolvió el golpe que de hecho aún le dolia.– ¡¿Que mierda sucede contigo?!

– ¡JungKook!– Tae y Roha ayudaron al nombrado ya que su padre había comenzado a golpearlo también.

– ¿Por qué? ¡¿Por qué?!– rogó con dolor viéndolo.– Maldito hijo de puta.– se agitaba bastante llegando a hacerles el trabajo difícil a los otros dos.

Roha al ver cómo se desespero el peli pitufo supo que algo andaba muy mal, y lo supo al instante que aquella mirada que su padre sólo le dedicaba a ella también se la dedico a JungKook. Una mirada paternal, aquella mirada que es diferente a las otras, que por mucho que se odien al mirar a esa persona sus ojos cambian.

– Es tu hijo.– dijo señalando a JungKook.– Es tu hijo.– al ver a su padre más odio hacia el creció en ella.– ¿Un hijo de otra persona? ¡Soy menor que él, maldita sea! ¡Engañaste a su madre con la mía!– está era muy delicada con el tema de su madre, los momentos que su madre estaba viva se veía fácilmente que ambas se amaban mucho, y el hecho de saber aquello, que su madre fue una más en la vida de aquel asqueroso hombre la sangre comenzó a hervirle.

Las persona externas tampoco era que ayudaban mucho, pues se hicieron en círculo para saber que pasaba y ninguno pedía ayuda o siquiera hacia algo para que nada ocurriese.

– Si, si lo es. Ambos son mis hijos.– murmuró sin remordimiento viendo a sus dos hijos abalanzarse encima de él.

Tae se desesperó y trataba de pedir ayuda pero era en vano, las personas parecían simples espectadores, así que dejando las cosas en el suelo tomó a JungKook de la camisa y luego a Roha del cabello ya que fue lo que primero pudo agarrar.

– Calmense por favor.– pidió TaeHyung viéndolos.– Tienen que hacerlo.– acarició el cabello de Roha y la mejilla de JungKook viendo cómo ambos querían romperse en llanto, se miraron mutuamente y voltearon a ver al hombre que dejaron adolorido en el suelo.

– Yo... Necesito irme.– esta volvió a mirar JungKook y tragó en seco tomando sus cosas caminado hacia su padre.– No sabes cuanto te odio. Y lo haré siempre.– terminó dándole una patada en el estómago.

Ambos jóvenes la vieron irse con prisa y JungKook imitó la acción de su media hermana.

– ¿Vámonos si?– le pidió a TaeHyung quién asintió de inmediato.

– Iremos a tu casa, les diré a mis padres que no podrás ir y- – fue interrumpido por JungKook.

– No.– se negó rotundamente.– Iremos a tu casa.– tomó las compras del suelo y pasaron al lado del mayor.– No tengo la cara con la cual ver a mi madre.– musitó con odio viéndolo de reojo.

Tae lo pensó un par de veces antes de asentir, se colocó de puntillas para besarle la mejilla al menor.– ¿Por qué no vamos a tomar algo antes? Para que te calmes.– iniciaron rumbo hacía la cafetería del centro comercial pero el padre de JungKook habló.

– T-Tu, por tu maldita enfermedad asquerosa, sigues siendo peor que Roha.– simplemente hablaba para enojarlo aun más y eso lo notó TaeHyung quién ignorando cada palabra del Jeon mayor, tomó a su novio del brazo arriandolo fuera de ahí.

Pasaron los minutos y posteriormente las horas y ya se encontraban de camino a las casa del rubio.

– ¿De verdad no quieres ir a tu casa, amor?– aquel apodo le salió del corazón viendo cómo el menor tenía una mirada perdida pero al escucharle ese lindo sobrenombre sonrió tristemente.

– Si, no quiero cancelar, seguramente tus padres se sentirán mal o algo por estilo, no quiero llegar en este momento a casa y decirle a mi mamá... Solo estoy algo ofuscado, quiero calmarme y que mejor manera que ir a ver a los padres de mi novio.– beso la cien del mas bajo escuchándolo reír.– Ahora no te preocupes por mi, bebé.– este sonrió pícaro.

– Tú me llamas bebé pero sigo siendo mayor que tu.– el más alto rodó los ojos.

– Pero aún así soy más alto que tu.– sé agachó levemente para estar cara a cara rozando sus narices.– Vamos, que se nos hará tarde.

Jungkook agarro la cintura ajena comenzando su camino hacia la casa del mayor, habían agarrado el transporte público y como este los dejaba una cuadra antes pues les tocaba caminar.

Como conquistar a tu Crush || KookTae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora