Como conquistar a tu Crush || KookTae ||

C - 14

– Listo, llegamos.– JungKook asintió varias veces inhalando y exhalando cantidades brutas de aire.

– Bien, estoy listo, estamos listos, yo estoy calmado.– se mentalizó escuchando la risa de su amor. Este tocó el timbre y su madre abrió la puerta sorprendiendo a JungKook por la velocidad de atender.

– ¡Tae!– sonrió saludando a su hijo.– Oh, tu debes ser JungKook.– sonrió en grande hacia el chico que hizo una reverencia ante la madre de su rubio.

– Mucho gusto señora Kim.– sonrió aconejadamente sacándole una tierna risa a la mujer.

– Cariño ya llegaron.– avisó la mayor dejando a ambos muchachos pasar.

– ¿Empecé bien?– susurro muy bajo haciendo que Tae riese bajo asintiendo.

– Muy bien.– el peli azul asintió besando la mejilla ajena.

– A ver quien es el chico que dice amar a mi hijo.– la voz masculina del padre de su mayor le hizo temblar en su sitio.– JungKook, ¿cierto?– El nombrado asintió nervioso.

– M-Mucho gusto señor Kim.– hizo la reverencia más perfecta que pudo escuchando al hombre reír.

– Vamos chico no te pongas así.– palmeo su hombro.– Estas en tu casa, si Tae te quiere pues nosotros también.– aquella frase era tan bonita, se sentía bien estar ahí, ellos amaban a su hijo demasiado y se notaba.– Si lograste algo de él fue por algo.– rió burlesco despeinando el cabello del menor amablemente más recibió la peor mirada de su hijo.

Cuando se sintió con un poco más en confianza tomó las compras y le tendió la botella de crema de whisky al padre el rubio.

– Yo le compré esto a usted.– el hombre la aceptó y sonrió al ver como sus ojos brillando al ver su licor favorito en sus manos.– Tae me dijo que a usted le gustaba mucho.

– Muchacho te acabas de ganar un lugar muy preciado en mi corazón. Tu y yo tenemos una cita ahora.– le sonrió a la botella caminando a la cocina para poder servirse un buen vaso de aquel manjar.

Ahora se acercó a la madre de TaeHyung dándole la bolsita de regalo. Esta la abrió sorprendiendose al ver el detalle más lindo que su nuevo yerno le había dado, sacó la pulsera viendo como unos pequeños adornos brillaban con el más mínimo contacto con alguna fuente de luz.

–Cielo está preciosa.– este la ayudó a colocarse su nueva pulsera favorita.– Muchas gracias.– lo abrazó haciendo a JungKook ponerse más nervioso que nunca. Tae se sentía muy feliz, sus padres en definitiva había aceptado al pelo pitufo, y este se veía muy contento de que eso fuese así, y que mejor manera de alegrar el día, aunque aún tenía aquella espinita en el corazón debido a lo que había pasado en la tarde.– Los estábamos esperando para comer, vamos siéntense.

La mujer fue a la cocina dejando a la pareja en la sala con una gran sonrisa en el rostro.

Tae lo miró y lo abrazó con cariño.

– ¿Cómo te sientes?– El peli azul lo abrazó por la cintura juntando sus labios en un pico.

– Que voy a morir de un paro.– eso le sacó una risa al más bajo.– Pero muy feliz.

– Me alegra escuchar eso.

Fueron al comedor con una gran sonrisa y Jeon acomodó a su novio el un asiento y luego se sentó él, la.madre del muchacho le sirvió un delicioso espagueti con salmón que dabia decir estaban como para repetir unas seis veces seguidas.

– Muchas gracias por la cena de hoy.– agradeció JungKook viendo a los padres de su novio sonreírle.– Y también agradezco que me hayan aceptado para formar parte de la vida de Tae.– el nombrado rodó los ojos por lo cursi que se estaba poniendo su novio.

– No hay nada que agradecer, nosotros te agradecemos a ti por soportar a nuestro hijo.– dijo el padre del rubio escuchando la queja de este.– A veces es un patán.

– ¡Papá!– Tae se cruzó de brazos frunciendo sus labios ganándose una enamorada mirada por parte del peli azul.

– Mentira no es, grosero.– su padre le pellizcó la mejilla juguetón haciendo reír a los dos menores y a su esposa.

– Es un grosero muy bonito.– TaeHyung lo abrazó por su brazo apoyando su cabeza en el hombro ajeno.– Aunque que me costó mucho acercarme a él, le tenía miedo al rechazo.– tocó su pecho con dramatismo.

– Pobre, te entiendo.– musito el señor Kim.– También me pasó con su mamá.– susurro como si su mujer no lo estuviera escuchando.

Así que dando por terminada la encantadora cena JungKook se despidió de sus suegros y de su novio, este lo acompañó hasta la salida ya que el mas alto le dijo que se quedara debido a la hora y no quería que el mayor lo acompañase hasta la parada. Con un beso en los labios se despidió del mayor y se fue saltando feliz y eufórico hasta la parada del transporte.

Cuando uno por fin llegó tomó asiento en uno de los tantos puestos vacíos, y fue ahí en ese silencio que su mente le jugó sucio, pues le recordó lo ocurrido en la tarde y que ahora debía darle una explicación a su madre, no se iba a quedar guardado aquello, claro que no, su madre merecía saber la verdad pero ahora tambien quedaba con aquel sentimiento tan raro que aún no lograba descifrar; la mirada que Suni le dedico era un tanto extraña, ahora sabiendo que ambos eran hermanos los dos quedaron con un sentimiento extraño.

Al llegar a su parada pulso el botón y espero a que el bus parase, saliendo ya por fin, caminó directo a su casa colocando el código entrando en su hogar.

Le mando un mensaje a su novio avisando que llegó bien y comenzó a buscar a su madre encontrandola en su habitacion sentada viendo la televisión.

– Hola mamá.– tocó la puerta llamando la atencion de esta, a verle ella sonrió estirando sus brazos hacia él saludándolo con amor.

– ¿Cómo te fue?

– Muy bien.– intentó sonreír pero en cambio, su rostro formó una mueca, su madre frunció sus labios no quedando satisfecha con su respuesta pesando que a su hijo le había ido mal.

– Si te fue bien, ¿por qué la carita?– acarició su rostro viendolo suspirar.

– Tengo algo que contarte.