Just a game [loki y tú]

[25. Tiempo perdido]

Al día siguiente.

Pasaron la noche juntos, recuperando el tiempo perdido durante su separación; durmieron de a rato en rato, pero no en su totalidad, pues el resto del tiempo se la pasaron entre besos y caricias, demostrándose lo mucho que se extrañaron.

—Creí que después del segundo round estarías cansada. —jadeó, para después salir de ella y tumbarse a su lado.

—Siempre guardo energía para ocasiones especiales. —le guiñó el ojo.

El dios rio, acariciando su rostro con cuidado, mientras ella se abrazaba a él, trazando círculos con las yemas de sus dedos en su pecho.

En definitiva, lo había extrañado muchísimo.

Se permitió observarlo un buen rato, grabando sus definidas facciones, como si temiera que se fuera de nuevo, pese a que ahora estaban allí, con sus cuerpos desnudos entrelazados, la sensación de miedo no se iba de su pecho, pensando que en cualquier momento, la atmósfera de amor que estaban volviendo a crear, se rompería nuevamente.

—Espero que no venga tu hermano, porque nos daría uno de sus grandes discursos.

Ambos rieron al recordar su primera noche juntos y el cómo Steve los encontró en la cama de la chica sin prenda alguna, unas horas después, estaban sentados en la sala, mientras el capitán les explicaba como venían los niños al mundo y el porqué debían ser precavidos.

—Nos relataría la misma charla de hace un tiempo, ¿recuerdas? Cuando nos habló de los métodos anticonceptivos, las protecciones, parecía profesor de escuela.

Volvieron a reír, hasta que Loki se quedó embobado observando a la Rogers reír a carcajadas, con pequeñas arruguitas en los costados de sus ojos y su cabeza echada hacia atrás, mientras su blanquecina dentadura resaltaba entre su risa.

Cuando volvieron a quedarse en silencio, se miraron fijamente, con destellos de amor entre sus orbes.

—Quiero estar contigo.

—Yo también. —dijo, sonriendo dulcemente.

El dios tomó su mano, dándole un corto beso en el dorso de la misma.

—No habrá mentiras esta vez. —aseguró.

Pero, ¿podría estar segura de ello?

¿Esta vez no habrá trucos, engaños, sed de poder y juegos dolorosos?

No lo sabía, no estaba segura, pero simplemente se dejaría llevar por su corazón.

En ese momento, la puerta de la habitación de Loki se abrió, dejando ver a un alegre Thor.

—¡Hermano¡ Te estaba buscand... —de repente, sus ojos se posaron en Loki y ___, que habían girado el rostro hacia él— Oh cielos, están desnudos, muy desnudos...

Retrocedió en sus pasos, apartando la mirada y finalmente cerrando la puerta, en cuanto volvieron a estar solos, soltaron una carcajada llena de diversión.

—¡Santo cielo! —exclamó entre risas— ¿Le viste la cara? Parecía que hubiera visto un fantasma.

—Mi hermano a veces es demasiado inocente.

La rubia negó con la cabeza, manteniendo su sonrisa, mientras se levantaba de la cama envuelta en una sábana, pero Loki agarró su brazo, deteniéndola.

—¿A dónde vas?

—A ducharme. Por más que me encante la idea de quedarme en cama contigo todo el día, tengo un hermano demasiado exagerado que se volverá loco si no salgo a desayunar.

Intentó irse nuevamente, pero el dios se lo impidió, jalándola hacia él y uniendo sus cuerpos nuevamente.

—Loki, en serio no puedo quedarme. —sonrió.

—¿Ni siquiera cuándo estoy a punto de pedirte que seas mi novia? —arqueó las cejas.

La sonrisa de la ojiazul se congeló, convirtiéndose su gesto en uno de confusión, sin embargo, eso no detuvo a Loki de acariciar su cabello y mirarla fijamente a los ojos.

—¿Quieres ser mi novia, ___?

La mencionada no pudo evitar sentirse nerviosa, ya habían estado en esta situación antes —sólo que con ropa puesta— pero no podía evadir los escalofríos que recorrieron su espalda en cuando oyó la pregunta salir de los labios del pelinegro.

—Por supuesto que quiero. —dijo, para luego tomarlo del rostro y unir sus labios en un amoroso beso.

¿Una relación sin juegos esta vez?