Just a game [loki y tú]

[12. Luchar]

Al día siguiente.

El dolor en su cabeza se hizo agudo e insoportable, al igual que el destello de la luz en sus ojos y las tremendas ganas de vomitar que llegaron a su ser, pronto se maldijo a sí misma por haber bebido tanto. Se inclinó levemente, apoyándose en su codo, dándose cuenta de que su hermano estaba recostado encima de ella, usando su estómago como almohada, luego giró hacia su lado, encontrando a Bucky durmiendo boca arriba, con un brazo cubriendo sus ojos, a unos cuantos pasos estaban Natasha y Wanda, entrelazadas junto a Bruce y Thor, que se veían ligeramente incómodos.

Se permitió sonreír, al saber que se había divertido después de mucho tiempo.

Quitó con cuidado a Steve, para así poder levantarse y salir de puntillas de la sala, hacia la cocina, donde encontró a Tony sentado en la isla.

—Buenos días. —saludó con voz rasposa, acercándose a ellos.

—Qué tal, señorita diversión. —sonrió de medio lado, revolviéndole el cabello a la rubia— ¿Has dormido bien?

Ella asintió levemente, a la vez que se servía un gran vaso de jugo.

—Parece que no bebiste mucho, Tony, luces perfecto.

—Mocosa, como si no me conocieras.

—Oh, por supuesto, el maravilloso Tony Stark siempre sabe lidiar con la resaca.

El castaño rio, abrazándola por el hombro.

—Y anoche te divertiste bastante con Bucky, ¿eh? —levantó las cejas.

Se tensó un momento, mirando hacia la nada, sin saber a qué se estaba refiriendo el hombre.

Pero pronto, en medio de su resaca, su mente se encargó de revivir la noche anterior y pronto las palabras de Tony tuvieron sentido.

Se había besado con Bucky casi toda la fiesta.

Se pasó una mano por el rostro, totalmente sorprendida de sus propios actos, sin embargo, no sintió que aquello estuviera mal, en cambio, recordarlo la hizo sentir bien, e incluso, sintió un ligero cosquilleo en su estómago.

¿Acaso tenía sentimientos encontrados por el soldado?

Sacudió la cabeza ligeramente, sabiendo que pese a que tuviera una atracción por él, el dueño de su corazón era un dios del engaño.

Pero, no podía permitirse volver a caer en sus encantos y que Loki la volviera a traicionar.

Un toque en su espalda la hizo girar, encontrando allí a Visión, que la miraba confuso.

—¿Se encuentra bien, señorita Rogers?

—Tranquilo, Vis. —le palmeó la mano en señal de cariño— Todo en orden, sólo es la resaca.