Just a game [loki y tú]

[35. Irse]

A la mañana siguiente.

La rubia despertó al escuchar un ruido en su habitación, abrió un ojo y giró levemente el rostro hacia el lado izquierdo de su cama, encontrando a Loki vestido con su traje asgardiano y con una sonrisa.

—Buenos días. —saludó con una pequeña sonrisa y la voz ronca.

—Buen día, rubia encantadora.

—¿Ya nos vamos? —se talló un ojo, sentándose en la cama.

—De hecho sí, Thor ya está listo, sólo faltas tú.

La ojiazul se levantó rápidamente.

—¿Por qué no me despertaste? —preguntó alarmada, abriendo su cajón para tomar las prendas que vestiría ese día.

—Es que te veías tan bella durmiendo que no pude hacerlo.

Ella sonrió cálidamente, mientras tomaba una toalla y sus elementos de aseo, luego se dirigió al baño, pero antes de que pudiera llegar a este, un brazo la detuvo.

—¿Qué sucede?

—¿No hay un beso para mí?

La Rogers volvió a sonreír, acercándose lentamente hasta su novio, pero antes de que pudiera hacerlo, la puerta se abrió mostrando a Steve en pijama.

Ambos se separaron de golpe, totalmente nerviosos.

—¡Steven, toca la puerta! ¡Cielo santo!

El capitán arqueó las cejas divertido.

—Buen día para ti también, hermanita. —sonrió— ¿Ya se van?

—Sí, de hecho me ducharé y... —se calló de repente, analizando la situación— Un momento, ¿cómo sabes que nos vamos? ¿Y por qué no has armado un escándalo si ya lo sabes?

—Loki habló conmigo directamente y me pareció un muy buen detalle que lo hiciera, así que no vi el porqué decir que no.

Su hermana frunció el ceño con sorpresa, girándose hacia el dios del engaño.

—¿Le pediste permiso a mi hermano?

—Así es.

—¿Tú?

—Yo.

—¿Loki Laufeyson pidiéndole permiso a Steve Rogers? —murmuró, viendo a su hermano— El mundo se acabará pronto.

Los dos hombres rieron ante sus palabras, lo cual provocó que ella riera también.

—Pero ya hablando en serio, ¿no te molesta que vaya, hermano?