Just a game [loki y tú]

[31. Feliz]

En cuanto se encontraron solos, Bucky observó un momento la puerta, antes de fijar su vista en su mejor amigo.

—¿Qué hay con Loki?

—Creo que volvieron. —respondió.

Soltó un suspiro pesado.

—Aún la amo, Steve... —bajó la mirada— Pero sé que pasó mucho tiempo. Lo único que puedo esperar es que él la haga feliz.

—Lo hace, Buck.

—Sólo quiero que sea feliz. —sonrió tristemente.

En ese momento, la ojiazul volvió con ellos y ambos se quedaron callados repentinamente, ella arqueó una ceja, cruzándose de brazos.

—¿Qué ocurre? —preguntó confusa.

Sus orbes conectaron casi al instante, en el momento en que el castaño levantó la mirada hacia ella.

—Tengo algo urgente que hablar con Loki.

—¿Qué? —frunció el ceño— ¿A qué te refieres con eso?

—Ah, los dejaré solos. —avisó el capitán, para salir de la habitación.

La rubia observó como su hermano salía de la habitación, luego se sentó al lado del soldado, no sin antes quitarle los ladrillos de encima de su brazo metálico.

—Buck, ¿a qué te refieres con eso?

El respiró profundo, tomando la mano de la mujer y acariciándola con su pulgar.

—Quiero hablar con él... —murmuró— Decirle algunas cosas, asegurarme de que estarás bien y serás feliz.

—Pero, ¿por qué?

—Es momento de soltarnos ___, de que tú seas feliz con él sin que yo interfiera en el camino por mis sentimientos hacia ti, porque aún te amo con todo lo que soy, pero soy consciente de que ya pasó mi oportunidad y estás en un nuevo capítulo de tu vida.

—¿Qué? —jadeó con angustia— Buck, yo no estoy pidiéndote que te vay...

—Sé que no me lo estás pidiendo, linda. Pero así debe ser, eso es lo mejor. —interrumpió.

—P-pero, no puedo estar sin ti, Bucky.

—Claro que puedes, cariño. Sé que él te hará feliz y no tendrás que pensar en mí. —acarició su cabello.

Inevitablemente, las lágrimas llegaron a sus pozos azules y se aferró con fuerza al castaño en un abrazo cargado de sentimientos.

—¿Cómo es que sigues amándome tanto como para elegir mi felicidad sobre la tuya?

—Mi linda rubia, si tú eres feliz, yo seré feliz. —sonrió entre su cuello.

—Sabes que siempre te voy a amar, ¿verdad? —espetó, mientras se separaba un poco y le tomaba el rostro.

—Por supuesto que sí, ___.

Volvieron a abrazarse, hasta que al cabo de unos minutos, un ruido llegó al oído derecho de la chica, que se separó del hombre mientras se tocaba la oreja, dándose cuenta de que ahí estaba su comunicador.

—¿Cómo es que esta cosa aún funciona después de haber caído al agua? —susurró para sí misma, mientras se lo ajustaba mejor— ¿Hola?

—¿___? ¿me escuchas?

—Te escucho, Tony. Gracias al cielo que por fin podemos hablar.

—¿Dónde están? ¿ya Bucky reaccionó?

—Así es, ya volvió a la normalidad. —suspiró, tomando la mano del soldado— Estamos en una casa abandonada.

—¿Y Rogers?

—Haciendo guardia, las autoridades están buscando a Buck.

—Bien... —se quedó en silencio un momento— Alístense, haré que un jet privado vaya por ustedes en un rato.

Ella se permitió soltar una carcajada.

—No puedes ser más sutil, ¿verdad? —murmuró irónica.

—¿Qué esperas, chica? Soy Tony Stark.

Asintió levemente, manteniendo su sonrisa.

—Le avisaré a Steven. —se levantó un momento y se alejó varios pasos— ¿Cómo está Loki?

—Está esperando que vuelvas, al parecer tiene algo importante que hablar contigo.

—¿Algo importante que hablar conmigo? ¿sobre qué?

—No lo sé, rubiecita. Pero más vale que no se pase contigo, o lo golpearé.

Unos minutos después, la comunicación se cortó y ella se dirigió a donde su hermano.

—Steve... —lo llamó.

—¿Qué pasa, herman...? —se giró hacia ella y en seguida le tomó el rostro— ¿¡Por qué estás llorando!?

Suspiró pesadamente, abrazándose a él.

—Bucky se irá...

—¿Cómo?

—Eso ha decidido. —miró de reojo hacia la habitación donde estaba el castaño— Dijo que así podría ser feliz con Loki, sin que los sentimientos que aún hay entre nosotros interfieran.

—Te ama demasiado, ¿no lo crees, hermanita?

Sonrió dulcemente.

—Lo creo.

Volvieron a la habitación con Bucky, siendo este el primero en sonreírle a los hermanos, ambos se sentaron a cada costado del hombre.

—¿Recuerdan aquella vez que fuimos a ver el show de Howard Stark? —preguntó el rubio, sonriente.

—Sí, antes de que te inyectaras esteroides para impresionar a Peggy. —bromeó su hermana.

Bucky y ___ se carcajearon, mientras el capitán les sacaba la lengua infantilmente.

—Sarah estaría muy orgullosa de sus dos hijos.

—Seguramente a mamá le hubiera encantado tenerte como yerno. —la chica recargó la cabeza en su hombro.

Y así pasaron las horas, entre charlas sobre su pasado y buenos recuerdos, antes de Hydra, antes del suero de supersoldado, antes de las terribles torturas en los laboratorios y antes de que sus caminos tomaran rumbos distintos a lo que cada uno esperaba.

Pero ahí estaban, los tres mejores amigos de 1943, riéndose a carcajadas, burlándose del capitán, tal y como en los viejos tiempos.