Fight and Apologize

11 2 16
                                    

Yu-Gi-Oh le pertenece a Kazuki Takahashi.

#Flufftober #EsDe Fanfics

Día 21: Fight and apologize.

Pelea y Reconciliación: (Oasisshipping/destinyshipping: Atem y Yuriko)

Advertencia: Contiene Spoilers de el fanfic “El Conjuro Secreto” que he publicado en esta misma plataforma.

Era su primera lección en el arte del DiaDhank, aún confundía los términos ba y ka que le había explicado Mahad. Sabía que con el instrumento de oro podía invocar monstruos que para ella eran los mismos que aparecían en sus deck en la época a la cual verdaderamente pertenecía. Al principio creyó que su Maestro sería su querido mago Mahad, pero quien decidió instruirla en esta nueva clase fue el mismo Faraón.

El amigo de su padre. Seguía sin entender cómo es que un adolescente de 17 años había sido amigo de su padre cuando él era más joven. Las edades no concordaban, o de que manera podía ser posible que su padre Yugi siendo ya un hombre de 33 años hubiese tenido muchas aventuras con el gobernante de Egipto.

No era momento de pensar en eso. Necesitaba prestar atención a El Monarca. Se molestó cuando el la llamó “hija de Yugi” un sobrenombre del cual ella se sentía insegura y dolida. Prefería mejor ser llamada Yuriko. Incluso Muto o Hawkins se escuchaba mejor que “hija de Yugi” no le dijo nada, ya que el Rey no podría recordar todos los nombres de sus súbditos e invitados.

Siguió escuchándolo hasta que el la llamó “Enana” perdió todo su autocontrol. Su enojo y frustración lo utilizó contra el Faraón.

-¡No soy ninguna enana! ¡Usted es un soberbio! Gritó mientras Atem le observaba con sorpresa por su manera de actuar.

-¡No soy ninguna enana! ¡Usted es un soberbio! Gritó mientras Atem le observaba con sorpresa por su manera de actuar.

-

Hija de Yugi, no lo dije para molestarte; espera un momento no soy un soberbio. Tenía que reconocer que no le gustaba que le recalcaran sus errores a la cara.

-¡Deje de llamarme hija de Yugi! ¡Mi nombre es Yuriko! ¡Acaso es tonto porque no se le puede quedar en su mente un simple nombre! Le había insultado sin darse cuenta.

-Mira pequeña niñita, no te permito que me hables de esta manera tan altanera.

-¡No te permito que me hables de esta manera! Repitió ella haciéndole burla al Faraón, provocando que la poca paciencia que el tenía desapareciera.

-¡Ya basta niñita caprichosa! ¡No tengo la culpa de que seas tan débil para no saber diferenciar un insulto de una broma y para que lo sepas tu nombre ni siquiera me interesa! Atem se dio cuenta de que sus palabras la habían herido en verdad, cuando vio que los ojos de ella se llenaron de lágrimas.

-Perfecto. Entonces permítame marcharme de su palacio, prefiero vivir en las calles, antes que seguir molestándolo. Le dio la espalda al Faraón y trató de salir de la azotea.

Atem la tomó de la muñeca y la jaló hacia él, no debió hablarle de esa manera tan fría y cortante no midió su fuerza al hacerlo. No quería dejarla ir. Tenía que disculparse.

-¡Suélteme! ¡Me lastima Faraón! ¡Suélteme soberano soberbio! Le dijo Yuriko mientras trataba de soltarse de su agarre.

Ninguno de los dos se había dado cuenta que desde hace un rato tenían compañía observándolos.

-¡No hasta que me escuches!

-¡Ya no quiero escucharlo más!

Fue la primera vez que discutieron. Yugi se vio forzado a intervenir en aquella riña de adolescentes, no eran pareja ni siquiera eran amigos en aquel momento pero la culpa de haberse lastimado mutuamente hizo que ambos buscarán la manera de disculparse.

Por órdenes de Yugi, su hija recibió clases de modales, pasó un tiempo aproximado de 15 días, en los cuales los dos se distanciaron. Se vieron una sola vez, Yuriko fue educada con él, demasiado para su gusto.

A pesar de la distancia, al parecer estaba molesta con el, ya que ella se negaba a buscarlo, por un momento creyó que la había perdido cuando ella se encerró en su habitación, se dedicó a salir de ahí solo para comer, bañarse. Nadie sabía que hacía día Y noche en aquel lugar.

Yuriko le tenía preparada una sorpresa a Atem. Y él a su vez le tenía un presente.

El Faraón la salvó de su caída cuando ella se subió al árbol. Cayó en su regazo lloró asustada por qué casi se lastima. Y por la culpa, de haber herido sus sentimientos.

-¡Oh Faraón! Perdóneme por la forma tan grosera en la que le hable la última vez. Ella se disculpó primero.

-Yuriko, yo también te suplico que me perdones. ¿Me perdonarías Mi Princesa?

Los dos se entregaron sus presentes, ella le entregó un paquete envuelto y él un ramo de gardenias.

Se observaron a los ojos mientras se acercaban lentamente estuvieron a punto de besarse. Lástima que no pudieron hacerlo, porque los interrumpieron en el jardín.

Finalizado.

Muchas gracias por leer el capítulo de hoy. Quiero agradecer a CallMeCrowley y a montelv7 por sus votos y comentarios. Aunque hoy sí subí super tarde el capítulo.

Gracias por leer cada día y como si nada ya llevamos 21 días seguidos de publicar los One shot. ❤️

Muchas gracias.

Moments Of Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora