"Sirenas... En la Antigua Grecia, eran conocidas por todo marinero como esas criaturas feroces y temibles que habitaban los riscos en medio del mar.
Mujeres aladas, como arpías, con una voz hipnótica y misteriosa que volvía locos a los marineros, y los hacía estrellar sus navíos contra las rocas, y ahogarse en las profundidades.
Con el paso de los años, en la Edad Media, la palabra sirena dejó de definir a aquellos monstruos alados, para referirse a hermosas criaturas, mitad mujer, mitad pez, que ahogaban a los marineros si es que ellos llegaban a escuchar su melodiosa voz.
Mismo nombre, diferente criatura... ¿O quizá no es diferente? ¿Qué misterios podría entrañar un ser así?
Por primera vez en mi vida, se nos estaba dando la oportunidad de responder a esas preguntas... aunque no de la manera en que esperaba..."
Habían pasado varios días desde que había empezado a trabajar en los laboratorios Devis, propiedad de su propio padre.
Pero aunque en un primer momento se había sentido fascinado por la extraordinaria belleza de su espécimen, lo cierto era que lo experimentos llevados a cabo en aquellas instalaciones con el cuerpo de aquella criatura le perturbaban sobremanera.
La mayoría no estaban lejos de la tortura. Pero no podía decir nada al respecto. Al menos le consolaba pensar que cuando las pruebas experimentales terminasen, podrían llevarlo a un lugar para examinar su conducta, como un acuario, o un sitio tranquilo lejos de los experimentos.
Cuando la investigación sobre su aguante a la deshidratación concluyó. Comenzaron a hacer pruebas de resistencia a la electricidad.
Muchos peces, como algunas anguilas, rayas o siluros, utilizan la electricidad para cazar, defenderse, comunicarse o detectar a otras criaturas. A esto se le conoce como órgano electrosensorial.
En el laboratorio, nadie parecía sentirse especialmente culpable de electrocutar a aquella criatura, que a pesar de no serlo, tenía un rostro humano.
Sonidos de agonía salían de su garganta con cada descarga, así como con las pequeñas biposias que se le hacían. Extracciones de piel, cabello, carne, escamas y minúsculos trozos de aletas para su estudio minucioso bajo un microscopio.
No era más que una rata de laboratorio más, una grande y peculiar.
Sin saber exactamente cómo, una idea apareció en su mente, y logró arrastrar consigo a todo el equipo científico que trabajaba en la investigación secreta de aquel espécimen.
-¿No crees que este equipamiento es demasiado avanzado?-interrogó Aiden, viendo la lista de materiales que Fargan había encargado para realizarle a la criatura sus propios experimentos.
-Pues sospecho que es exactamente el que necesitamos... no es que esté seguro, pero lo estaré una vez que lo intentemos-explicó viendo como su supervisor firmaba la entrega del paquete en el cual se encontraban dichos materiales.
-Está bien-soltó un largo suspiro-Confiaré en ti, es el dinero de tu familia el que paga estos chismes, y confío en que rendirás cuentas ante tu padre si es que resultan inservibles-añadió con una sonrisa algo cínica.
-No te preocupes, no se dará el caso-le guiñó un ojo con cierta coquetería.
Fargan se dirigió al apartado del laboratorio que habían reservado específicamente para los experimentos que él había propuesto. Ordenó el pequeño almacén con su nuevo equipamiento, y analizó la sala contigua para asegurarse de que todo estaba en orden antes de traer al sujeto.
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Hydrophobia - Fargexby AU
FanfictionHabía terminado sus estudios con condecoraciones, había brillado como alguno de los mejores alumnos que pasaron por su facultad... pero a la hora de la verdad, la ciencia se convierte en un conflicto interno que ni siquiera él podrá resolver. Dicen...