"Siempre fui abierto de mente, así que no me sorprendió tu razonamiento de que, a veces, para llegar a la verdad, hay que pasar por un valle de mentiras.
Siento haber hecho algunas cosas, pero incluso aquellas mentiras tan arriesgadas, resultaban, a mis ojos, el puente infinito hacia la verdad."
Tras la repentina confesión de Alex, Fargan se había vuelto loco con preguntas. ¿Por qué había más sirenas cerca? ¿Su nido estaba próximo a la superficie? ¿Se llevarían a Alex?
Sin embargo, su novio lo tranquilizaba, explicándole todo con sumo cuidado.
Ahora era libre de volver a su hogar si lo deseaba, sí, pero no lo haría, no por ahora. Se conformaba con que el resto de personas cercanas a él supiesen que se encontraba a salvo.
Aunque estaba convencido de que ninguno de ellos pensaba que la superficie fuese un lugar seguro.
Los días pasaron, y Alex le contaba a Fargan sobre sus costumbres y tradiciones en detalle. También le explicaba, que desde que su amigo lo había visto el otro día, había estado frecuentando las aguas que rodeaban la casa, tratando de convencerlo de que se alejase de tierra firme.
Ante esto, el moreno se mostró algo preocupado, pero en parte también estaba de acuerdo en que Alex estaría más seguro en su verdadero hogar.
-ESTE ES MI VERDADERO HOGAR AHORA-gesticuló violentamente a modo de protesta. Creía que ya habían hablado de aquello y había quedado claro cómo se sentía al respecto.
-Lo sé... lo sé, ¿Vale? Es solo que me preocupa...-suspiró. El tritón le acarició la espalda con mimo, hasta que, de pronto, una fugaz idea surgió en su cabeza.
Días más tarde, bajó por el túnel del jacuzzi, como hacía habitualmente, para salir a nadar al mar.
Lo había estado haciendo bastante, así que conocía la topografía en varios kilómetros a la redonda, por lo que se sentía seguro alejándose un poco de casa, pues sabía que no se perdería.
Dio vueltas por los alrededores durante un rato, hasta que por fin distinguió el destello de aquellas escamas blancas que siempre lo acechaban antes de asaltarlo en mitad de sus excursiones para rogarle que volviese a casa.
Disimuladamente, Alex nadó a un ritmo fácil de seguir de vuelta a casa.
Se distrajo varias veces curioseando los alrededores, asegurándose de que su amigo todavía le seguía, y cuando estuvo, para el gusto del tritón blanco, demasiado cerca de la superficie, este lo asaltó.
-¡ESPERA!-le detuvo nadando hacia él. Al sentir su voz, el pequeño sireno azulado paró en seco. Pasaba tanto tiempo en la superficie, que se le olvidaba cómo sonaba la voz de sus compañeros, y su lengua natal-ESTAMOS MUY CERCA DE LA TIERRA, DEBERÍAS IR A UN SITIO MÁS SEGURO-protestó tironeando de sus brazos, y el otro rió.
-ESTE MAR ES DE MI COMPAÑERO HUMANO, LOS OTROS HUMANOS NO PUEDEN VENIR, ES SEGURO PARA MÍ-explicó risueño y alegre. Pero el otro le miraba horrorizado. La sola idea de que su amigo se sintiese seguro cerca de un humano le aterraba.
Tras discutir brevemente, Alex convenció a su amigo de que le siguiese, puesto que quería enseñarle "su escondite".
Nadaron a través de un angosto hueco entre las rocas, pero al llegar al final, el tritón blanco asomó la cabeza fuera del agua solo para notar que se encontraba en una estructura que no parecía natural.
Trató de retroceder, desconfiado, pero la salida había desaparecido.
Entró en pánico.
Se revolvió tratando de escapar, pero no había escapatoria alguna.
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Hydrophobia - Fargexby AU
FanfictionHabía terminado sus estudios con condecoraciones, había brillado como alguno de los mejores alumnos que pasaron por su facultad... pero a la hora de la verdad, la ciencia se convierte en un conflicto interno que ni siquiera él podrá resolver. Dicen...