Capítulo 42

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Narra Macarena
10:00
Me siento en la silla de mi escritorio, miro la conexión de Pablo y veo que está en línea, aprovecho para hablarle.
Y: ¿Qué te pasa conmigo?
Y en seguida me deja en visto, tiro el móvil a la cama para que no se rompa y agacho mi cabeza dándome un golpe contra el escritorio.
-¡Ay! ¡Seré tonta!-resoplo, pongo los libros encima de la mesa y empiezo a estudiar.

12:00
-¡Estoy muy harta!-le grito al problema de matemáticas que no se hacer, me rindo, voy a suspender la recuperación y me va quedar la asignatura.
Cojo la chaqueta, la bufanda y el gorro y salgo de mi habitación sin hacer ruido, mis padres deberían estar durmiendo, cosa que no es así, los veo a los dos desnudos tumbados en el sofá . Abro la puerta y salgo corriendo, no hay nada peor que una hija vea a sus padres haciendo el amor. Llego a la casa de mi abuelo y me doy cuenta de que hay una luz encendida, la de la habitación principal. Saco las llaves y abro la cerradura con cuidado de que no me escuche. Subo las escaleras con el palo de barrer en mis manos, se va enterar el ladrón lo que es robar en casa de mi difunto abuelo, la puerta del dormitorio está medio abierta, me asomo y veo una figura conocida sentado en la cama.
-Pablo-digo abriendo la puerta, él sigue sentado en el borde de la cama, me acerco y al tocarlo se estremece-¿Estás bien?-me agacho y me doy cuenta de las ojeras que tiene-Cariño... Porque lloras...-no entendía la situación, según Lolo, él volvía dentro de unas semanas.
-No me llames cariño...-susurra, no creo lo que me ha dicho, él no es el Pablo que conozco...

Hay sonrisas que alimentan el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora