Hay sonrisas que alimentan el alma

Capítulo 7

Narra Pablo
El despertador suena y lo apago rapidamente estirándome en la cama, no quiero separarme de las sábanas, quiero volver a soñar con ella. He estado despierto hasta las tres y pico esta noche solo porque por una vez más, no podía dormirme. Esto me va a volver loco. Por lo menos la guitarra me ayuda a controlar los nervios. Me levanto frotandome los ojos con la mano y me dirijo al baño. Me doy una ducha rápida para desvelarme del todo y me preparo para el ensayo.
Marcho a la cocina a beber mi Cola Cao y comer mi bocadillo de Nutella como suelo hacer todas las mañanas. Enciendo el móvil para que se carguen las notificaciones. Esto se ha vuelto una rutina, solo que en la rutina se ha colado alguien. Veo un WhatsApp de Macarena y empiezo a reirme.
M: Buenos días mi princesito-y al lado pone corazones y caritas con corazoncitos.
¿Y ahora que le escribo? Debe ser algo gracioso e ingenioso.
Y:Buenos días ¿Mi princesa? Es un honor mandarle este mensaje.
La veo en línea y me extraña por la hora que es, debería estar en el instituto y allí no dejan los móviles.
M:¡Perdón por el mensaje de antes! ¡Era mi amiga!-me rasco la nuca y me sonrojo, acabo de hacer el ridículo.
P: No pasa nada. A las diez empiezo los ensayos...
M: ¡Pero si tengo clases!
P: ¿Nunca has hecho pellas?