Hay sonrisas que alimentan el alma

Capítulo 20

Narra Pablo
-¿Macarena?-digo descolgando el móvil.
-¡Soy Casilda!-esa manía de no mirar el nombre-¿Quién es Macarena?
-Una amiga... ¡Hola hermanita! ¿Como estás?
-Antes de nada, abre la puerta-hago lo que me ha mandado y me la encuentro cargando a mis sobrinillos.
-¡Pablo!-gritan todos y alzo a Bruno sosteniendole en mis brazos, son lo mejor de mi vida.
-Lo que te gustan los niños eh-nos damos dos besos y la invito a que se siente en el sofá.
Les preparo cola cao y dos vasos de café y se las llevo sentandome al lado de mi hermana teniendo en las piernas a Sofía.
-Estamos bien-dice Casilda mientras toma el café.
-¿Y mamá y papá?
-Bien también ¿Y tú como estas? Te noto cansado...
-Bien, ya sabes que duermo poco con la gira ¿Qué os trae por aquí?
-¡Vamos a ver tu concierto!-grita Carlota, rio con ella y le acarició la cara.
-¿Por qué no me acompañas a la cocina a preparar los sandwiches?-y cuando dice eso es porque quiere hablar conmigo a solas, dejo a Sofía en el sofá y les pongo Bob Esponja, los dos nos dirigimos hacia la cocina.
Casilda coge la Nutella y va untandola en el sandwich-¿Me vas a decir quien es Macarena?-y le doy una tímida sonrisa-Tu sonrisa te delata-y rie, le doy un codazo en el costado.
-Solo es una amiga-no se si contarle ya lo de nuestra relación, no se como reaccionará al saber que es menor que yo.
-¡Venga! Reconocelo ya Pablo-y me salva el sonido de la puerta, aunque me salva por unos minutos.
Es Macarena y como saludo me da un beso en los labios viendolo todo Casilda. Ella se da cuenta de que no estoy solo y se sonroja.
-Oh perdona...-dice Macarena roja como un tomate.
-Esta es Macarena... Macarena, Casilda, Casilda, Macarena-digo para cortar el silencio.
-¡Oh, encantada!
-Igualmente-dice dandole dos besos-¿Tú eres su hermana?-los dos asentimos.
-¿¡Y la merienda!?-gritan mis sobrinos desde el salón.
Macarena se encarga de observarles para que no hagan ninguna travesura típica de las suyas. Mientras nosotros volvemos a la cocina y me preparo para el interrogatorio.
-Hablando del rey de Roma... Lo ves como a mi no me puedes engañar ¿Te avergüenzas de ella?
-Claro que no, es la mejor persona que he podido conocer pero sabía que me dirías algo.
-Es guapilla y maja-le da un mordisco a su sandwich-Pero ¿No es muy joven? ¿Cuántos años tiene?
-Dieciséis años...
-¡Pablo! ¡Si es muy joven! Aún le falta conocer mundo y gente...
-Casilda, no puedo evitar enamorarme.
-No quiero que te vuelvan hacer daño Pablo-y la abrazo, ella es la única que sabe cuidarme, la que curaba mis heridas cuando me caía de pequeño, cuando me cantaba La Vie en Rose cuando mamá no estaba, le debo mucho.
Los dos vamos al salón y nos encontramos a Macarena contándoles un cuento del que nunca he oido hablar. Viendo eso me encariño más de ella y pienso esto: Es la madre perfecta de mis hijos.