Capítulo 9

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Narra Pablo
Ya estamos todos preparados en la casa que alquilé de Sevilla para cuando me tocasé estar aquí estuviese cómodo. Solo falta ella, lo más probable es que no venga.
-¿Seguro que va a venir?-comenta Lolo tocando algunas notas con la guitarra.
-No lo sé-y suspiro-¿Comenzamos con Está Permitido?-todos asienten y caliento un poco la voz frotándome las manos.
Ellos tocan sus respectivos intrumentos y yo les canto como si fuesen el público, sigo pensando en ella y sin querer me equivoco en una frase. Ellos no se dan cuenta por el hecho de que están muy pendientes con lo suyo pero yo si me doy cuenta. Esto cada vez me está volviendo más loco.
Y hoy me he levantado, pensando en tus abrazos, buscando una sonrisa que me nuble los fracasos...
Nos interrumpé un golpe en la puerta, salgo a abrir y me la encuentro roja y fatigada. Ella pasa rapidamente y cierra la puerta de un golpe.
-¿Qué te pasa?
-¡Conozco al policía que hay en la esquina de tu casa! Como me haya visto...-rio-¡No tiene gracia!
-Que recuerdos...-sigo riendome y la invito a que tome un vaso de agua y se relaje un poco-Me siento ya mayor-ahora ella es la que se rie.
-¡Tú mayor! Que chiste más malo-mis ojos van directos a los suyos perdiendome un rato en ellos.
La acompaño a donde están los demás y les presento a Macarena, Lolo hace gestos con su cara que los dos conocemos muy bien.
-¿Sabes tocar algún instrumento?-comenta Porty para romper el silencio.
-¡Claro! Me encanta el sonido de la guitarra-él le presta la suya, ella se sienta encima de la caja y empieza a tocar una canción que me recuerda a mi infancia y a mi familia... La vie en rose...

Hay sonrisas que alimentan el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora