Capítulo 33

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Narra Pablo
Lolo abraza fuertemente a Macarena mientras ella hace gestos raros quejándose del dolor.
-No sabes dar abrazos-le bromeo
-Oh... Perdón ¿Como estás Macarena?
-Bien-y sonrie, hay sonrisas que alimentan el alma y la suya es una de ellas.
Ella le habla sobre Raquel, su carácter, físico... Todo con buenas palabras, con tal de llamarle la atención a Lolo. Y hablando del rey de Roma, una chica rubia aparece en la puerta de la habitación, con varias heridas en la cara y caminando dificultosamente. Macarena se lleva la mano a la boca al ver el aspecto de su amiga y su mejilla es bañado por unas pequeñas lágrimas. Lolo la mira de arriba abajo relamiéndose los labios y mordiendose el labio inferior. Macarena se levanta de la cama corriendo hacia ella, ayer comenzó a caminar por la habitación y aún así le tengo prohibido que se levante de mi cama sin mi permiso.
-Lo siento, lo siento mucho-dice llorando en el hombro de Macarena.
-Es mejor que nos vayamos...-le susurro a Lolo arrastrándolo.
En el pasillo nos espera los demás que también han venido a visitar a Macarena-¿Quién era esa chica?-pregunta Antonio.
-Una amiga...-Lolo y yo nos alejamos un poco de ellos para charlar un rato sobre los gestos que le ha delatado-Es guapa-le doy un codazo en las costillas.
-Si... Bueno...-él rie nervioso rascándose la nuca.
-Que raro es esto del amor-le sugiero y él se pone rojo, reimos y nos unimos a los demás.

Hay sonrisas que alimentan el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora