Hay sonrisas que alimentan el alma

Capítulo 13

Narra Pablo

Nos encontramos los dos solos en la playa de mi querida Málaga. Ella me dedica su bonita sonrisa y yo mi sonrisa de embobado. Solo se escucha de fondo el mar y los dos vemos como las estrellas se reflejan en él.
-Que bonito...-dice ella, lleva puesto un vestido blanco de seda y una trenza recogida con una orquilla con forma de flor.
-No más bonito que tú-me doy cuenta de que llevo puesto una camiseta blanca y unos pantalones cortos, que sinceramente, nunca me pondría.
Una música aparece de la nada, una música tranquila, una música para enamorados. La cojo de la cintura y ella posa su cabeza sobre mi hombro, bailamos los dos lentamente al son de la música, no quiero separarme nunca de ella.
-Me vuelves loco...-le susurro al oido y ella me da un pequeño mordisco en la oreja, rie.
-Me vas a morder, te voy a morder...
Le doy un beso saboreando sus tímidos labios, ella va subiendo mi camiseta, acariciandome la espalda, le quito la camiseta, ella también termina por hacerlo, le beso el cuello...
-Pablo-me despierta Lolo, vuelvo a la realidad y veo que solo ha sido un sueño.
-Macarena...-dice él imitándome, le doy un golpe en la espalda-¿Has soñado con ella verdad?-suspiro y asiento, llevaba tiempo sin dormir tan bien, estoy muy cansado.
-Anda... Vete a dormir a tu casa Pablo que mañana toca concierto.
Me despido de él e intento recordar como he acabado en el sofá de Lolo, cierto, después de la caminata me senté en su sofa y me quede dormido. Abro el whatsapp y veo la última conexión de ella, hace cuatro horas que no se conecta. La llamo y mientras ella me descuelga pienso en ese sueño, parecía tan real...
-¡Pablo!-dice ella riendose.
-¿Macarena? ¿Donde estas?-lo digo por el escandolo que hay de fondo.
-¡Donde ayer!-en la cafetería de ayer se refiere, por su tono presiento que está borracha.
Le cuelgo y corro hacia esa cafetería, no quiero que le pase nada o que haga cualquier locura...