Capítulo 30

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Narra Pablo
Una mano me despierta, sin querer me he quedado dormido encima de ella, observo la mujer que se ha sentado a mi lado, las canas y pequeñas arrugas ya definen su edad.
-Pobre mi chica, con la corta edad que tiene y lo que ha sufrido-comenta, acariciando su mano.
-¿Eres su madre?-pregunto, ella niega, es raro que sus padres no hayan venido aún.
-Soy su tía, Emilia, encantada Pablo-y me da la mano-Siempre hablaba de ti... si estabas en Uruguay o en Buenos Aires... los días que quedan para el concierto...-y después de una larga pausa añade-¿De qué conoces a mi sobrina?-me froto las manos nervioso y me sonrojo.
-Bueno... Macarena y yo... Estamos saliendo-ella no reacciona como esperaba, me da una gran sonrisa y me abraza.
-Cuidamela, sé que eres un buen chico-le da un beso en la frente a Macarena y sale de la habitación.

Hay sonrisas que alimentan el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora