Hay sonrisas que alimentan el alma

Capítulo 15

Narra Macarena
Llego a casa y veo a mis padres hablar en voz baja en el salón. Mi madre se acerca y me da un bofetón en la cara, acaricio la zona donde me ha pegado y reprimo las lágrimas.
-¿Donde estabas?-me grita, esto nunca se lo ha hecho a mi hermano y a mi siempre me lo hace, no lo entiendo.
-¡Acaso vosotros me contasteis que el abuelo se había muerto!-ella se calla y yo corro hacia mi habitación.
Mi hermano me espera allí vestido de otra manera, en vez de llevar el pelo despeinado y la gorra, está peinado y sin esos pantalones caidos o la camiseta de tirantes, ahora va normal.
-¿A que viene este cambio?
-Se lo debo al abuelo-los dos nos quedamos en silencio, él me abraza, por primera vez después de tanto tiempo-Estoy buscando trabajo...
-¡Suerte!-y me hundo en su hombro-Cuanto añoraba a mi hermanito-le susurro.
-Esta noche tienes concierto ¿no?-con lo que he vivido estos días se me había olvidado por completo.
-¡Es verdad!-él me da una sonrisa y se marcha.
La voz de Pablo retumba por mi habitación, por un momento pienso en que está a mi lado hasta que me doy cuenta de que es mi móvil.
-¿Si?-pregunto descolgando.
-Macarena, soy Raquel-y se me pone la carne de gallina.
Se supone que Raquel nos dejó a nosotras por estar más tiempo con su novio Pablo, desde eso hemos tenido muchas discusiones.
-¡Espero verte esta noche!-y cuelga, que raro me ha resultado su reacción.