Capítulo 25

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Narra Macarena
Alguien me acaricia el brazo mientras duermo, abro un poco los ojos y veo borrasamente una figura masculina-¿Pablo?-y me doy cuenta de que él no lo es.
-Hermana ¿Tan enamorada estás?-comenta burlón, me incorporo en la cama y él se sienta a mi lado.
-¿Qué hora es?-miro la hora de mi móvil, las 6:00 am-¿Por qué me levantas tan temprano?
-Porque en media hora trabajo, te quería hacer una pregunta...-y empieza a dudar.
-¡Venga cuentámelo! Encima que me desvelas no me vas a decir nada...
-¿Tú crees que tengo posibilidades con Soledad?-y sin querer abro la boca sorprendida.
-Pero si cuando estabamos en tercero de E.SO pasabas de ella ¡Si la humillastes en esa fiesta!
-Yo siempre he estado enamorado de ella-él juguetea con sus dedos evitando mi mirada-Pero... Tenía que hacerme el chulo delantes de mis amigos.
-Qué cobarde...
-Lo sé, necesito tu ayuda.
-Intentaré ver que puedo hacer...-él asiente con la cabeza y se marcha de mi habitación.
No comprendo porque todo el mundo me pide ayuda a mi, ni que fuera un arregla parejas de esos que salen en la televisión. El reloj marca las 6:30, me ducho rapidamente, me arreglo el pelo y me pongo ropa comoda para el instituto. Cargo la mochila y dejo una nota en la mesa de la cocina.
¡Mamá! Me he ido a estudiar el examen de Matemáticas en casa de Celia. Besotes.

Hay sonrisas que alimentan el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora