Alemania era grande y hermosa, Berlín era una ciudad que no dormía y ofrecía a los extranjeros diferentes formas de divertirse. Lamentablemente para los Haitani solo habían cruzado las calles un par de veces, permanecían encerrados en su casa, estaban en una jaula de oro. Rindou se había recuperado por completo y su herida ya estaba cicatrizada, pero la ansiedad por comunicarse con Souya crecía día a día. Habían intentado de todo con Ran: comprar celulares, mandar cartas, sobornar a los empleados, escapar de casa, entre otras cosas, pero siempre terminaban siendo descubiertos por los empleados de su padre y su propio progenitor.
Estaban por darse por vencidos, pero la insistencia de Rindou hizo que Ran pensara de forma más clara. Pidió permiso a su padre para ir expresamente al barrio japonés con la excusa de extrañar su hogar, además de caminar un poco. Su padre aburrido del pedido de cada día, por fin accedió con la condición ir con un grupo de guardaespaldas que no los dejaran solos. Ran había estudiado las calles del barrio con la excusa de no desear perderse. Encontró una tienda de comida detrás de un call center que ofrecía los servicios de siempre además de un centro de llamadas al extranjero, principalmente a extranjeros nipones. Un callejón pequeño los dividía, era una oportunidad de oro. Solo que había un problema, uno debía encargarse de ser la distracción, debía mantener tranquilos a los guardias, y el otro debía hacer la llamada, ambos hermanos deseaban llamar a los Kawata, pero para Ran era más importante que su hermano tomara la oportunidad, creía que su oportunidad se daría luego.
Tal como habían planeado los hermanos caminaron por el barrio. Visualizaron el negocio y Ran se encargó de invitar a sus guardaespaldas a comer, al final de cuentas sí tenían hambre.
—quiero ir al baño, ya regreso —Rindou comentó nervioso
—joven Rindou debemos acompañarlo —Algunos guardias estaban a punto de levantarse.
—solo es el baño, me siento un poco mal, coman tranquilos
—vamos no salimos mucho, comamos —Ran reafirmó la voz con sus guardias, estos sin darle más importancia aceptaron.
La misión casi imposible empezó.
Rindou pasó de lado los pasillos de los baños, notó la salida de emergencia que Ran le había indicado, la adrenalina y el miedo lo ayudaron a avanzar, de todos modos, después de tanto tiempo por fin había logrado escapar un poco del control impuesto por su padre. Caminar a través del callejón hizo que sus manos sudaran, se encontraba frente al call center que Ran le dijo que encontraría. Los nervios apenas hicieron que pudiera decir un par de palabras, pero logró pasar a una de aquellas rusticas cabinas telefónicas.
El nerviosismo y el temor estaba creciendo en su interior. El tiempo corría y lo obligo a apresurarse. Recordaba el número telefónico de Souya y rogaba al cielo que fuera el mismo. El código de país y el número fueron marcados. Rindou tenía las manos temblorosas, esto incremento en cuanto un pitido sonó.
Souya se encontraba practicando en la cocina junto a Nahoya. Ambos se divertían, Nahoya estaba harto de que su hermano se la pasara revisando su celular, así que lo incentivo a perseguir el sueño que tenían de niños. Las clases de cocina apenas habían iniciado y Souya poco a poco empezó a olvidar revisar tanto el celular. De alguna forma empezó a aceptar que quizá y solo quizá Rindou lo había olvidado. Su celular no tenía sonido, Nahoya lo ayudo a dejar el impulso de contestar el celular, pero su pantalla aún brillaba cada que lo llamaban, se convenció a si mismo de tratar de olvidar e ignorar el aparato de vez en cuando.
Aquel día estaban escuchando música y tratando de cocinar fideos para una sopa. Los gemelos probaban el liquido cada cierto tiempo, amaban experimentar con la comida. Los hermanos estaban inmersos en lo que hacían, tanto que ignoraron que alguno tuviera una llamada. Nahoya se dio cuenta que se hacia tarde y quiso revisar su celular, pero se encontró con el celular de su hermano con la pantalla encendida y con una llamada entrante, este avisaba sobre por lo menos 8 llamadas pérdidas, al notar que el número era extranjero se puso nervioso. No sabía si decirle o no a Souya, después de pensarlo solo un par de segundos supo lo que debía hacer.

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Inefable [ Rindou x Souya ]
FanfictionAquello que no puede ser descrito con palabras recibe el nombre de inefable. Rindou Haitani experimenta por primera vez el sentimiento llamado "Amor" en cuanto conoce a Souya Kawata... 🌸Hanahaki: enfermedad ficticia producida por el amor unilateral...