Inefable [ Rindou x Souya ]

XVI

El día del cumpleaños de los gemelos no pasó desapercibido. Ambos hermanos deseaban festejar con amigos y familia. En la mañana ambos gemelos fueron despertados por un beso de buenos días de parte de su madre. Estos no tardaron en protestar acerca de su edad, ya no eran niños, pero a pesar de todo amaban tener una madre que los llenaba de cariño. Souya se despertó con un buen humor, su cumpleaños ya era de los mejores, ya había recibido el mensaje de felicitaciones de su ahora novio y ya le había preparado una sorpresa. Souya ya se preparaba para salir, no quería esperar mucho más, quería ver que es lo que Rin le obsequiaría, por el contrario, Nahoya se encontraba cansado, apenas pudo levantarse de la cama.

Ambos gemelos desayunaban mientras hablaban de temas triviales, pero el sonido del timbre los sacó de su letargo. Su madre fue la primera en levantarse, ambos gemelos estaban comiendo tranquilamente.

—Nahoya ¡hijo ven, es para ti! 

Nahoya un tanto curioso se levantó a ver que es lo que pasaba. En lo que su madre regreso con Souya.

—¿quién es mamá? 

—no tengo idea

—¡Souya, ven ayúdame! 

El grito de su hermano lo descolocó, Souya fue a la salida y vio frente a Nahoya como un repartidor sostenía una caja color negra, y al lado una jaula pequeña con un felino pequeño dormido. Nahoya estaba de cuclillas viendo al pequeño gato.

—disculpe, tenga —el repartidor le entregó a Souya la caja negra, esta pesaba.

—por favor, firme

—Naho, si es para ti

—lo sé, lo sé —Nahoya sonrió por el gatito, se levantó rápidamente y firmó los papeles de entrega.

—¿Quién...quién lo envía? 

—lo sentimos fue un envío anónimo, hasta luego

—pe-pero el gatito, no puedo

—lo sentimos, es lo que nos indicaron, creo que hay una nota dentro de la caja negra, con permiso

Tan rápido como había llegado, se había ido. Nahoya estaba absorto con el pequeño animal, al contrario, Souya acomodó la caja en la sala.

—tu novio es muy detallista...rayos

—no...no sabía que...lo llamaré en un momento —Nahoya abrió la pequeña jaula, el pequeño gatito de color naranja se acercó con temor, poco a poco olisqueó los dedos de Nahoya. Le causaba ternura, siempre había deseado una mascota.

—es muy pequeño y lindo Naho, déjame acariciarlo —Souya se acercó con timidez al pequeño gatito que apenas caminaba por la sala. Nahoya enternecido sintió como sus mejillas se teñían de color rojo. Quería abrazar a su novio por el detalle. 

Pronto se acordó de la caja, le alegraba ver a Souya jugar con el gatito, mientras se encargó de abrir la caja con sumo cuidado. Al descubrir el contenido su corazón se detuvo por un rato, una oleada de culpa lo golpeó, y los recuerdos empezaron a arremolinarse en su mente. En sus recuerdos se veía junto a Ran en una cama, se habían visto después de tiempo y estaban ocupados dándose besos y caricias. Ran miraba a Nahoya con adoración

—oye me hiciste esperar...no es justo

—lo siento amor, es que no podía salir antes, mi hermano me sigue más que antes

—entiendo...te extrañé...por eso es que quiero un gatito...me haría compañía mientras estás fuera

—lo siento amor...prometo que adoptaremos uno juntos ¿está bien?