Inefable [ Rindou x Souya ]

XXII

El amor es un sentimiento que puede lograr sacar a flote lo mejor de nosotros, o no. El mostrar amor puede evidenciar tu personalidad ante la persona que amas, eso solo puede asegurar que elegiste muy bien, o no. Conocer a una persona lleva tiempo, eso es claro, ese tiempo ayuda a eliminar las dudas y la idealización.

Rindou y Souya creyeron que su relación quizá sufriría cambios con el pasar del tiempo, pero estaban bastante contentos porque ocurrió todo lo contrario. La relación se había fortalecido cada día más. Rindou amaba conocer cada día un poco más de su pareja. Rindou y Souya empezaron a conocer más las cosas que no les gustaba, cosas que detestaban, irónicamente esto los unió todavía más.

Las citas eran cada vez más frecuentes. Souya y Nahoya habían terminado de estudiar, ambos se sentían tranquilos. Tendrían más tiempo libre, después de todo trabajar, regresar a casa y mantener una rutina no era del todo sano. Ran empezó a buscar más a su pareja. Nahoya estaba un poco incómodo al inicio, pero terminó por insistirle a Ran que viniera a su casa. Rindou por su parte se dedicó a fortalecer su relación son Souya.

Cada salida era una experiencia única, siempre terminaban divirtiéndose, las salidas se convirtieron en viajes, en escapes de fin de semana, empezaron a hacer cada vez más planes para los dos.

Ambas parejas empezaron a fortalecerse cada día más.

Como cuando Rindou organizó una serie de visitas a los jardines más bonitos de Japón. En un inicio Souya estaba un poco incómodo con la atención que estaba recibiendo, pero cuando Rindou estaba con él todo lo demás pasaba a segundo plano. 

Su primera cita después de haberse comprometido fue una dulce aventura. Rindou invitó a Souya a ir a los jardines de Shinjuku Gyoen. Souya se sintió como todo un adolescente al ser recogido por Rindou. Este lo esperó en su motocicleta en la puerta de su casa. Fue hermoso pasear por el mar de árboles de flores de cerezo mientras comían helado, para cualquiera le parecería algo común y corriente, pero para Souya era el paraíso. Ver las flores y estar abrazado de Rindou era de las cosas más románticas que había experimentado en su vida. Robarse besos y susurrarse palabras de amor era suficiente para él. Su segunda cita no fue tan diferente, fueron a los jardines Nara.

Los jardines Nara eran conocidos no solo por sus flores de cerezo, sino también por la gran variedad de ciervos que paseaban en la planicie rosada. Souya estaba emocionado por querer  interactuar con los animales, Rindou se limitaba a sonreír cada que Souya se acercaba a ellos para acariciarlos. En un momento dado Souya se convirtió en un imán de ciervos pequeños. Rindou aprovechó para sacarle un par de fotografías. El lugar era hermoso, los animales le parecían un espectáculo, pero lo que más amaba de las fotografías era ver a Souya divirtiéndose y disfrutando de sus salidas.

Rápidamente pasaron semanas visitando jardines, lagos, montañas y parques de diversiones. Souya amaba salir con Rindou, cada salida era como regresar en el tiempo. Cada salida implicaba algo que le gustaba a la pareja, y siempre terminaban enamorándose cada día un poco más.

Rindou estaba totalmente seguro de la decisión que había tomado, quería casarse con Souya. Por ello determinó hacer una cita que recreara su primera salida, solo que ahora quería cambiar un par de cosas.

La primavera había llegado y Rindou puso en marcha su plan para salir con Souya. Era su aniversario y Souya estaba emocionado, no dejaba de ver su celular mientras esperaba en la sala de estar de su hogar. Nahoya que sabía de los planes de Rindou trato de calmar los nervios de su hermano. Nahoya estaba en pijama y con un plato de frituras mirando la tv.

— Souya si sigues con eso... tu celular terminará por explotar

—lo siento hermano...es que Rin está tardando...y es nuestro aniversario...estoy nervioso...ummmm ¿Ran no iba a venir hoy?