Inefable [ Rindou x Souya ]

XI

Ran escuchó atentamente las palabras de Nahoya. Tarde o temprano lo sabría.

—hum...sí

—pero...¿volverás...volverán pronto, no?

Ran por fin lo miró a los ojos y se separó de su motocicleta. Temía que esto pasara, pero lo esperaba.

—escucha no sé qué haces aquí, si preguntas por Rindou, lo mejor es que tu hermano se aleje del mío. Te puedo asegurar que tu hermano no es bueno para Rin

Nahoya trató de enfocarse en ellos, pero las palabras de Ran hicieron que se enfureciera. Souya estaba intentando encontrar y contactar a Rindou, pero Ran ni siquiera era consciente de eso.

—Qué demonios, no eres nadie para hablar por Sou. Y hasta me arriesgo a decir por Rindou...oye sé que...nosotros no estamos en buenos términos, pero Souya no ha dejado de buscar a tu hermano. No quiero entrometerme más entre ellos, pero Rindou debería de escuchar lo que Souya tiene que decirle

Ran no daba crédito a las palabras del pelinaranja. Sin embargo, recordar las condiciones en las que se encontraba su hermano lo hicieron desistir rápidamente.

—¿no es suficiente prueba que Rindou no quiere ser contactado por tu hermano?, vamos seamos sinceros Nahoya, si el rechazado hubiese sido tu hermano estoy seguro que no querrías a Rin cerca—Ran empezó a dar pasos cortos que lo acercaron poco a poco al pelinaranja—ambos sabemos que es lo mejor para ambos

—no...no lo sabemos Ran, además...ellos no son nosotros

Esa simple oración hizo que ambos se miraran fijamente. Lo sabían perfectamente, no eran iguales a sus hermanos, empezando por el hecho de que los mayores sí habían tenido una relación en secreto.

En el pasado ambos coincidieron en una fiesta. Todos lo sabían a voces, pero hubo detalles que se obviaron. La fiesta en la que se conocieron sirvió para delimitar la atracción que sentían el uno por el otro. Le habían dicho a todo el mundo que solo fue una cosa de besos y nada más, pero ellos se habían atrevido ir más allá, fueron más que simples besos, hubo más en la noche en que se conocieron. La primera experiencia juntos los hizo querer algo más serio, querían conocerse, querían más el uno del otro. Ran le había advertido a Smiley que si su padre se enteraba los separaría, por ello prefirieron estar a escondidas. Fueron 10 meses. Entre citas cortas, encuentros en hoteles y salidas rápidas en motocicleta hicieron que formalizaran en secreto. Siempre aprovechaban para verse lo más que podían y esconderse con tal de darse, aunque sea, un solo beso. Pero la jugada les salió mal.

Ran era obligado a salir en constantes citas de forma obligada por su padre. Y ya tenía una "novia" y el detalle estaba en que obvió decírselo a Nahoya. Un fin de semana desastroso Nahoya había salido a una fiesta en la que se colarían con amigos, esto a razón de que Ran tenía cosas que hacer, o eso le dijo su novio. Pero el destino era cruel y el mundo muy pequeño, era el cumpleaños de la novia de Ran y Nahoya se había colado a su fiesta. La pareja era un sin sentido andante, Ran estaba aburrido y harto de ella, pero la chica quería presumir a Ran entre sus invitados, no lo dejaba en paz ni un minuto. Sabía lo desesperante que podía ser, en ese momento se dio cuenta de la presencia de Nahoya en la fiesta en cuanto su novia anunció por los altavoces que estaba feliz por tener a su novio en sus cumpleaños.

Ran vio a Nahoya entre el público y su mundo cayó. Nahoya lo miraba decepcionado y con el corazón roto. La ilusión pronto se había terminado. Ran buscó explicarse con Nahoya, pero este se negaba a hablar con él. Ran empezó a frecuentar la casa de Nahoya a distancia prudente intentando excusarse, pero solo recibía indiferencia por parte del pelinaranja. Nada sirvió. Obsequios, flores y presentes llegaban todos los días a la casa de Nahoya, y todas terminaban en el basurero. Ran harto de la situación terminó su relación con la chica a pesar de la reprimenda que su padre le daría, realmente quería estar con Nahoya.