𝗟𝗮 𝗛𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗵𝗶𝗻𝗶𝗰𝗵𝗶 𝗞𝘂𝗱𝗼

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟏

[•Aᴛʀᴀᴘᴀᴅᴀ ᴘᴏʀ ᴄᴜᴇʀᴠᴏs- ᴘᴀʀᴛᴇ 1•]

«ɴᴀʀʀᴀᴅᴏʀ»

Nuestra castaña ya había llegado a el Intituto, y ahora se encontraba enfrente de la puerta del salón. Estaba pensando en si entrar o irse a leer a la biblioteca. Aunque luego de ver salir al profesor decidió entrar.

Antes de siquiera poder tomar la puerta está fue abierta por alguien más, dejando ver del otro lado a un chico rubio de ojos azules bastante guapo que jamás había visto en el corto tiempo que a estado en este Intituto.

-Hola-Saludo el chico mirándola con una sonrisa, la castaña desvío la mirada evitando que el leve sonrojo que había aparecido en su rostro fuera visto por el joven frente a ella.

-Hola- Respondió luego de unos segundos mirando de reojo al rubio, quien le veía fijamente con una sonrisa.

-Soy Chris Nevirday, encantado señorita...

-Shapire Kudo, es un gusto Nevirday.

-Dime Chris, de donde vengo no estoy acostumbrado a que me llamen por mi apellido-Dijo el dando una sonrisa que Shapire le devolvió. De reojo observo por encima del hombro de Chris como Kuroba los miraba seriamente, algo extraño en el chico.-Bueno, me debo ir, fue un gusto conocerte - Dicho esto beso una de las mejillas de Shapire para luego pasar por su lado.

Un poco perdida entro al salón cerrando la puerta tras ella, encontrándose rápidamente con la mirada de Kaito.

-¿Tengo algo en la cara?

-No....así que....ya conociste al nuevo.

Shapire asintió con una sonrisa. Kaito fruncio el ceño siendo observado por Shapire quien ahora tenía una mirada extrañada.

- ¿Celoso Kuroba?

Hakuba llegó interrumpiendo a Shapire quien se preparaba para preguntar que le pasaba al chico, aunque fuera más que obvio y su mejor amigo lo estaba diciendo ahora.

-¿Debería Hakuba? Shapire puede hacer lo que quiera y hablar con quien quiera. Ni yo ni nadie puede impedirlo, después de todo sólo somos amigos - Dicho esto el castaño salió del salón azotando la puerta al salir, haciendo que todos miraran en su dirección sorprendidos. Kaito Kuroba era de esas personas difíciles de enojar, aunque celoso y pervertido a la vez, una combinación extraña.

La chica de ojos color zafiro dio un paso dispuesta a seguir al chico pero fue detenida por Akako.

-Debes dejarlo sólo un rato, al menos hasta que su enojo y celos se desvanescan- Mencionó colocando una mano en uno de sus hombros- Tenemos una hora libre, ¿por qué no caminas un poco para despejarte tu también?

-Esta bien, entonces nos vemos en un rato- Dijo la castaña para luego salir y comenzar a caminar.

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-Todo en orden, boss - Una sonrisa siniestra apareció en su rostro.

-Perfecto ////// , sigue con el plan.

- Bien...- Dicho esto colgó , una pequeña risa se escapó de entre sus labios- Mamá tenía razón, ¡esto es tan divertido!

El chico salió de donde estaba y comenzó a caminar para seguir con el plan. Nada podía fallar ahora.