Capítulo 8

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ADVERTENCIA: Contenido sexual explícito, pasión... ¿Y algo más?

...En el departamento de Han Hyo Joo...

Los brazos femeninos rodeaban su nuca y el beso se tornaba cada vez más profundo y apasionado.

Hacía mucho tiempo que no estaban juntos y el deseo reprimido brotaba como agua de manantial.

La levantó en sus brazos y se dirigió a la habitación, mientras, ella recorría con sus labios el cuello masculino, inundándose de su exclusivo aroma.

La posó sobre la cama y se recostó sobre ella para luego continuar besando esos labios que tanto le gustaban.

Ella apresurada por el apetito de disfrutar, le retiró la camiseta y desabrochó su pantalón.

En cambio, las manos del joven se dedicaron a quitar el vestido de la chica lentamente, rozando con las yemas de los dedos la delicada y suave piel femenina que tanto había extrañado, dejándola en ropa interior.

-¿Por qué estás así?- susurró ella algo confusa.

Jiro frenó sus caricias y la miró a los ojos.

-¿Así cómo?-

-Parecería que estás diferente... ¿O es que yo ya he olvidado cómo eres después de tanto tiempo?-

-¿Estás apurada? ¿Tienes que ir a algún lado?- apenas sonriendo y luego de rozar con su lengua lentamente su cuello, agregó -Quier disfrutarte por todo el tiempo que no te tuve... ya te dije que te extrañé tanto como tú a mi- volviendo a besar su cuello -Y sé que me has extrañado...-

La chica sintió que su corazón se agrandaba con el comentario.

-No deberías hablar así... o podría pensar que te has enamorado de mí...- respondió con suavidad y voz melosa sin dejar de acariciar su espalda descubierta.

La lengua de Jiro se dedicaba a bajar por el femenino escote.

Ni él mismo sabía qué era exactamente lo que sentía por ella. Lo que sí tenía claro era que esa chica era difícil de manejar en todos los sentidos, que no podían tener una relación y que ella lo único que hacía con él era jugar; por lo que no le revelaría lo que ocultaba en lo más hondo de su corazón.

-Cuando tenga esos sentimientos por alguien... le diré "te amo"- terminó respondiendo el joven Wang.

Hyo Joo se sintió herida por la respuesta, en lo profundo de su ser quería escuchar esas palabras salir de su boca y siendo dirigidas a ella... pero tenía en claro que ese chico nunca sentiría algo especial por nadie, mucho menos por ella.

Mucho tiempo atrás, implícitamente ambos habían decidido juguetear bajo esos términos... y considerando en el mundo en el que se movían, no podían arriesgarse a que alguien que les importara salga lastimado. 

Las caricias y los besos se reanudaron sin más palabras pronunciadas.

Las manos de la joven retiraron el pantalón del chico junto a su ropa interior, luego él terminó de desnudarla.

Los pequeños pechos se erizaban y endurecían por la fricción de la lengua masculina, mientras su cuerpo comenzaba a arquearse por el goce de sentir los dedos de él acariciar ese punto delicado entre sus piernas que la llenaba aún más de deseo.

La chica comenzó a manipular el miembro masculino que ya estaba despierto y las sensaciones de placer crecían cada vez más.

Los labios de él recorrieron el menudo vientre para terminar bebiendo ese néctar que la inundaba por la excitación, jugaba con su lengua y ella creía que no podía sentir más placer.

Luego de unos momentos, volvió a su cuello para terminar besándola en los labios otra vez.

Hyo Joo se sentó arriba y bajó su cabeza hasta llegar a su virilidad.

Introdujo el órgano masculino en su boca y comenzó los movimientos, acelerando y frenando, sacándolo de su boca, mordiéndolo suavemente y volviéndolo a introducir con una agilidad que a él lo volvía loco.

Las respiraciones se agitaban y los cuerpos ya sentían demasiado calor, emanando vapor.

No pudieron contenerse más y ella se sentó sobre él, haciendo que entre en ella.

Comenzó a moverse con lentitud y mientras la joven se mordía los labios y cerraba sus ojos, él la observaba encantado de cada una de sus expresiones.

La luz artificial de la calle se colaba por las hendijas de la ventana apenas iluminando el lugar.

Después de un tiempo así, Jiro la giró para quedar sobre ella y poco a poco fue aumentando la velocidad.

Hyo Joo supo que por más que estuviera con otros hombres, con nadie sentiría su cuerpo y su corazón lo que le ocurría con él.

El desenfreno se presentó y los movimientos eufóricos les otorgaban una delicia indescriptible.

De vez en cuando se miraban a los ojos y sonreían, entre besos y caricias el deleite llegaba a su punto máximo.

Jiro estaba seguro que con nadie podría estar cómo con ella, pero que en ese momento sólo debía ser de exquisito placer físico y nada más.

Los cuerpos se enredaban y fundían mientras los labios y las manos continuaban recordándose y volviéndose a descubrir.

Jiro frenó provocando una leve queja en ella, estiró su brazo y del cajón de la mesa de noche sacó la protección necesaria para con rapidez y destreza colocársela en un instante.

Luego volvió a ingresar aumentando el ritmo cada vez más.

La explosión de sensaciones en ambos fue tal que no pudieron evitar gemir tan fuerte que llegaron casi a gritar.

La piel de los dos se erizaba y pequeñas descargas eléctricas les decían que era el momento culmine.

El chico se recostó a su lado, agitado por el cansancio y la terminación de ese acto que ambos habían deseado.

Ella lo abrazó colocando su cabeza en el pecho masculino, no permitiendo que él viera su sonrisa que delataba la escondida felicidad por haber podido estar nuevamente con él.

La rodeó con sus brazos y piernas, hundiéndola en su cuerpo, cómo si no quisiera que ella escapara.

Así se durmieron, sin decir palabras pero ambos sintiéndose extrañamente felices por estar otra vez juntos.


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