Capítulo 26

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....Final de la escena en la fábrica....

Hyun Joong y Hye Sun se asomaron al ventanal viendo hacia abajo.

Jiro costosamente salió del contenedor y ayudó a Hyo Joo a saltar hasta llegar al suelo.

El líder volvió a apuntar con su arma al par que estaba escapando pero la chica se paró delante de él y lo abrazó fuertemente.

-Por favor...no- llorando Hye Sun.

Los chicos integrantes de Dark corrieron hacia la camioneta en la que había llegado el joven.

-Maneja tú- murmuró Jiro sacando de su saco las llaves y entregándoselas.

La joven ni lo pensó y se sentó detrás del volante.

Ni bien arrancó, pisó el acelerador y salió del lugar.

Las lágrimas recorrían el rostro de Hyo Joo lentamente.

-¿Después de esto...cómo seguiremos siendo amigas?- se preguntó a sí misma en voz alta.

Luego de alejarse y mirando el espejo retrovisor asegurándose que no los habían seguido, la chica bajó la velocidad del vehículo.

-Gracias, si no fuera por ti...-

Al no escuchar una respuesta miró al chico y notó que su rostro estaba pálido y reflejaba dolor mientras una de sus manos apretaba su masculino estómago.

-Jiro... ¿qué te ocurre?- preguntó con miedo.

-Estoy...bien, sólo vamos...a casa- le costó responder.

La angustia y el terror de perderlo se apoderó del corazón de Hyo Joo y su pie pisó a fondo el acelerador mientras el asiento del acompañante se teñía de rojo.

....Aún en el abandonado sitio donde se efectuó el enfrentamiento....

La mayoría de los delincuentes resultaron muertos, el resto fue apresado.

De los cinco líderes de diferentes organizaciones que se habían reunido con Hyo Joo, tres lograron escapar mientras que los otros dos terminaron capturados.

El director junto con el resto del equipo se encargó de meter en las camionetas de la policía que habían llegado después de la llamada de Sang Woo, a todos los delincuentes que lograron capturar.

....Más tarde en la central de Shadows....

Micky y un par de compañeros especializados en conducta criminal se encargaban de realizar los interrogatorios.

Los directores estaban reunidos en la oficina de Sang Woo a puertas cerradas.

-Después de todo, la información fue cierta- dijo sonriendo So Young.

-Sí- contestó con rostro de preocupación el hombre.

-¿Por qué esa cara? Deberías estar feliz que todo resultó bien- extrañada.

-Lo estoy, pero al mismo tiempo me preocupa el por qué de ese mail- contestó y explicó -si hubiera sido nuestro hombre la información nos hubiera llegado de la manera usual, o sea al sitio seguro...entonces ¿quién es el que nos ayudó y por qué?- inquieto.

-Tienes razón- dijo antes de suspirar la directora.

....En la sala principal....

-¿Dónde está Hye Sun?- preguntó el líder mirando a su alrededor.

-Creo que fue a tomar aire a la azotea- respondió Rainie.

Hyun Joong salió del lugar y tomó el ascensor.

Al llegar a la terraza notó que la chica estaba apoyada en uno de los barandales observando la ciudad.

Se acercó abrazándola por detrás y apoyando su mentón en el hombro de ella.

-¿Estás bien?- preguntó.

-¿Podría estarlo?- angustiada -Aún no puedo creer que ella sea parte de Dark...-

-La verdad estoy tan sorprendido como tú-

La chica giró quedando frente a frente con él y lo miró a los ojos con amargura.

Nuevamente las lágrimas comenzaron a recorrer su rostro y el joven la apretó contra sí para luego acariciar su cabello.

-Cálmate, debe haber una buena explicación- decía el líder tratando de calmarla -se nota que es una buena persona-

-Eso creía yo...- dijo murmurando Hye Sun mientras hundía su cabeza en el masculino pecho -¿Qué debo hacer? correspondería decirle al director ¿verdad?-

Hyun Joong respiró hondamente, la verdad era que lo que sabían era importante, pero al mismo tiempo los sentimientos de Hye Sun estaban muy involucrados.

....En la mansión de Dark....

-¡Rápido ayúdenme!- gritaba Hyo Joo mientras se bajaba del auto corriendo.

Los dos hombres que estaban de guardia en la entrada principal fueron a ver qué le ocurría.

La chica abrió la puerta del acompañante y los hombres bajaron a Jiro en brazos llevándolo al interior del lugar.

Dong Gun que estaba al teléfono gritándole a los que habían logrado escapar de la fábrica, escuchó el revuelo y salió de la oficina a ver que estaba ocurriendo.

Su sorpresa fue enorme y se reflejó en su expresión al ver a su mano derecha en tal deplorable estado.

-¡Llévenlo a la habitación más cercana!- gritó mientras corría al lado de su sobrina que no paraba de llorar y seguía a los demás -¡Llama a mi médico personal y que traiga a sus mejores elementos!- le exclamó al mayordomo que observaba con angustia la situación.

Dicho sujeto acató inmediatamente las órdenes del dueño del lugar.

Recostaron al chico en la cama y mientras una de las mucamas buscaba toallas del baño privado de la recámara, Hyo Joo apretaba fuertemente la herida.

-Por favor sé fuerte- le hablaba sin dejar de llorar.

-¿Acaso este tonto fue tan imprudente?- le preguntó Dong Gun.

-¡Claro que no!- exclamó la chica -hablas cómo si no lo conocieras, él está así por mi culpa ¡por protegerme!-

La chica del servicio le dio las blancas telas, la joven las colocó en el estómago de Jiro y velozmente se fueron tiñendo de rojo.

Los minutos parecían horas y la desesperación de Hyo Joo era cada vez mayor.

El jefe de Dark sentía que la vida del chico se les escapaba de las manos y no podía hacer otra cosa más que esperar que llegara el doctor.

Aunque la relación que los unía era laboral y además él mismo estaba en contra de la relación entre su sobrina y el joven, con el tiempo había llegado a sentir un profundo afecto hacia el ahora herido.

-Señor, los médicos están en la entrada- dijo el mayordomo en el acceso de la habitación.

-¡¿Qué estás esperando?! ¡Hazlos pasar! ¿Acaso no ves el estado de Jiro?- contestó enojado.

Dong Gun salió a recibir a los clínicos.

-Por favor...no me dejes- rogaba la chica empapada en llanto.

El doctor Daniel Henney y su equipo de cinco jóvenes profesionales ingresaron junto a su tío e inmediatamente comenzaron a sacar gasas, pinzas y todo tipo de instrumentos necesarios.

-Por favor retírense, nosotros nos haremos cargo- dijo el jefe del equipo médico.

-Lo dejo en sus manos doctor Henney- respondió el jefe de Dark tratando de no mostrar la angustia pero sin lograrlo.

Hyo Joo no se movía de al lado del joven.

-Señorita si quiere que se salve debe dejarnos hacer nuestro trabajo- le dijo una de las médicas.

-Vamos- le pronunció Dong Gun tomándola de los hombros y obligándola a salir de la habitación.

Los catedráticos cortaron su ropa y comenzaron a trabajar tratando de tener éxito.

La joven y su tío junto con el mayordomo, la empleada del servicio y un par de hombres de Dark aguardaban en el pasillo.

-Si algo le pasa...- murmuraba la chica sin poder dejar que sus lágrimas cayeran cómo una catarata.

-Es fuerte...estará bien- contestó Dong Gun tratando de consolarla y abrazándola.

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