Capítulo 28

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....Habían pasado más de dos meses....

Jiro se había recuperado totalmente y Dong Gun ya no tenía objeción en la relación que tenía con su sobrina, después de todo el chico era capaz de dar su vida por ella.

Pero la mayor preocupación del líder de Dark era que durante el último tiempo, Shadows había desbaratado un par de sus operaciones y él no podía descubrir aún quién era la persona infiltrada que les pasaba la información.

Sin decir nada a nadie, colocó cámaras ocultas en varios lugares de su mansión, principalmente en su oficina.

....En la casa de Kwon Sang Woo....

La relación del director con So Young crecía cada día y cada noche, se demostraban que habían dejado totalmente de lado la sombra de Dong Gun y que disfrutaban de la compañía del otro, ambos sentían que por primera vez en sus vidas estaban enamorados de una forma limpia y tranquila.

Sang Woo se encontraba sentado en el sillón viendo documentos en su computadora portátil y la directora se sentó junto a él.

-Estoy preocupado por la información que estamos obteniendo- dijo pensativo el director.

-¿Lo dices porque además de nuestro hombre hay otra persona que continúa ayudándonos desde aquel día en la fábrica abandonada?- preguntó la mujer -pero ya hemos comprobado que lo que nos ha llegado es cierto-

-Lo sé- contestó -pero por más que tú has tratado de hackearlo y llegar a esa persona, nunca obtenemos resultados...lo más importante es la misma pregunta de siempre ¿quién es y por qué nos ayuda?-

-Si estuviera Seung Ki...con su talento ya hubiéramos respondido eso- contestó con mirada triste.

....En el departamento de Hye Sun y Chen Lin....

Hye Sun había sido operada y la piel de su espalda en su mayoría había sido reconstruía, pero de todas maneras continuaba teniendo varias marcas que no le dejarían olvidar esa terrible explosión.

-No me esperes está noche- dijo simpáticamente Rainie mientras se colocaba los zapatos.

-¡Espera!- exclamó su amiga.

-¿Qué pasa?- colgando su bolso en su hombro.

-Ya hace demasiado tiempo que sales con ese chico y nunca lo he conocido, jamás lo has traído aquí, es más, ni siquiera me has dicho su nombre- molesta y preocupada -¿te parece eso algo normal? ¿Es que acaso es un hombre casado o trabaja fuera de la ley?- interrogaba.

Rainie largó una carcajada y luego la miró dulcemente.

-¿Cómo piensas que yo estaría con ese tipo de hombre?- contestó preguntando.

-¿Entonces qué es lo que ocurre?- indagó fuertemente Hye Sun.

La chica que estaba por irse suspiró hondamente y dejó el bolso en la mesa que estaba cerca de la entrada, luego se quitó los zapatos y marcó un número en su celular.

-Hola- dijo al teléfono Chen Lin -ésta noche no podré ir, nos vemos mañana ¿sí?- suavemente -no te preocupes que no pasa nada malo, es sólo que hoy debo quedarme en casa- respondió después de unos segundos -está bien, bye- contestó antes de colgar.

La otra que estaba escuchando la conversación la miró intrigada.

-No es que no quiera que estés con alguien, pero debes admitir que la actitud que estás teniendo con respecto a esa relación es extraña- dijo Hye Sun.

-Tienes razón, lo lamento- contestó la otra -te explicaré por qué no he dicho nada-

Luego de sentarse la chica le contó a su amiga toda su historia y que se sentía enamorada, además de que el motivo de que no dijera nada era porque entre compañeros de equipo supuestamente no debían existir relaciones de ese tipo.

-Entonces el chico con el que sales es Micky y por eso no dijiste nada- pronunció antes de comenzar a reír fuertemente.

-¿Por qué ríes así?-

-Porque yo estoy más o menos como tú- contestó tratando de dejar de carcajear.

-¿Asique las cosas entre el líder y tú avanzaron?- con picardía.

-¿Cómo...sabes?- sorprendida.

-¡Por favor! Creo que hasta un ciego se da cuenta la atracción que hay entre ustedes-

Ambas se abrazaron riendo y sintiéndose más tranquilas por haberse sincerado.

....Al día siguiente en la mansión de Dark....

Dong Gun estaba en un cuarto oculto observando filmaciones de las cámaras de seguridad.

Miraba seis monitores a la vez, cuando notó algo que le llamó la atención y volvió a mirar detenidamente esa grabación en particular.

Luego de un par de horas en las que estuvo prestando atención, adelantaba y atrasaba grabaciones y hacía hincapié en una determinada persona, salió de la escondida habitación y se dirigió a su oficina.

Cuando llegó encontró a uno de sus hombres de más confianza, era un señor que se notaba ya había pasado los cincuenta años pero no se veía para nada frágil, todo lo contrario.

-¿Qué haces aquí solo?- indagó mientras se acercaba.

-Estaba esperándolo para recibir sus indicaciones con respecto al próximo embarque que va a llegar- contestó el hombre.

El jefe sonrió cuando se colocaba las manos en los bolsillos del pantalón.

-Bien, espera un momento- dijo y levantó el teléfono -Vengan ahora mismo- luego de apretar un botón.

Después de esas palabras colgó el tubo y se apoyó en el escritorio sin dejar de observar al hombre con una sarcástica sonrisa, lo que provocó en el otro un gran nerviosismo.

-Te ves perturbado ¿Te ocurre algo?- preguntó de manera irónica.

El señor que conocía las diferentes expresiones del jefe, sintió terror pero negó con la cabeza tratando de parecer natural.

-Dime ¿Cuánto tiempo hace que trabajas aquí?- acercándose lentamente.

-Casi...casi tres años- le costó responder.

-Eso es mucho tiempo- continuó Dong Gun.

El hombre asintió con la cabeza baja.

El jefe de Dark tomó un arma de uno de los cajones del escritorio y le apuntó sin vacilar lo que hizo que aquel hombre temblara y contuviera la respiración a causa del miedo de perder la vida.

-¿Sabes lo que le ocurre a las personas que traicionan mi confianza?- indagó con seria expresión colocando su rostro cerca de la cara del otro.

El señor tragó saliva sintiendo que no podía mover su cuerpo.

En ese momento entraron dos hombres y tomaron al señor de los brazos, levantándolo del suelo.

-Es una pena...has trabajado bien para Dark aunque fueras de Shadows- dijo el jefe mirándolo con fiereza y bajando su arma.

Hizo un gesto con su cabeza y el par de musculosos guardaespaldas comenzaron a caminar hacia la puerta con el hombre a cuestas.

-¡No!- comenzó a gritar aterrorizado -¡Por favor! ¡Se lo suplico!-

La puerta se cerró y los gritos del señor se escuchaban cada vez más lejanos.

Dong Gun se sentó detrás de su escritorio y suspiró pensativo para después esbozar una maliciosa sonrisa.

-¿Cómo harás ahora para saber mis planes mi querido amigo Sang Woo?- preguntó en voz alta.

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