Capítulo 13

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ADVERTENCIA: Contenido sexual más o menos explícito...

....Esa misma noche en la casa de Micky....

-Entra Chen Lin- invitó el joven a la chica.

Ella obedeció sonriendo simpáticamente.

-WOW- exclamó mirando todo a su alrededor -esta casa es enorme y hermosa ¿cómo es que puedes pagarla con nuestro sueldo?- curiosa mientras inspeccionaba el lugar.

-El trabajo lo hago sólo porque me gusta y porque según dicen tengo mucho sentido del deber- respondió bromeando -pero en realidad mi familia posee una cadena de hoteles turísticos asique nos va muy bien- explicó.

-Asique estoy frente a un Chaebol y no sabía nada- carcajeando.

-Bien, ahora que lo sabes deberás tratarme bien- terminó diciendo entre risas.

Yoochun obligó a la chica a que lo único que hiciera fuera colocar los vasos y palillos en la mesa.

Él luego de colocarse un colorido delantal a rayas, se encargó de preparar una complicada salsa de champiñones para la pasta.

-Estoy realmente sorprendida- dijo la chica mirando el suculento plato delante de ella -asique también eres todo un chef-

-Vivo solo y me gusta comer bien- explicó con seriedad.

La expresión en el rostro del joven provocó que Rainie no pudiera evitar largar la carcajada.

-¿De qué te ríes tanto?- extrañado.

-Nada, no es nada- moviendo la mano a modo de negación.

Cenaron agradablemente entre conversaciones amenas y risas sinceras.

Luego levantaron todo y ella lo ayudó a limpiar, lavar los platos, secarlos y guardarlos.

-¿Quieres helado o café o ambos?- preguntó con una dulce sonrisa Micky

-Café, estoy demasiado llena para seguir comiendo-

Después de preparar la infusión, se sentaron en el sillón más grande del living.

-Hay algo que no entiendo...- dijo pensativa.

-¿Qué cosa?- preguntó curioso.

-La otra vez...cuando estabas enfermo yo fui a tu departamento, pero hoy me trajiste aquí... ¿acaso tienes varios lugares donde vivir?-

Yoochun largó una gran carcajada.

-Lo lamento, tienes razón- decía mientras trataba de dejar de reír -lo que pasa es que el departamento lo compré porque queda cerca de la sede y esta casa me la regalaron mis padres cuando me gradué de la universidad pero casi no la uso...hoy te traje aquí porque creí que estaríamos más cómodos- explicó.

Rainie se sintió algo tonta por la respuesta del chico pero pronto lo olvidó por la hermosa y tranquila expresión en el rostro de él.

Micky la miró directamente a los ojos y ella sintió como su corazón se aceleraba.

El joven se acercó lentamente y la besó de manera tan suave que apenas era un roce.

A ambos se les erizaba la piel con ese simple y delicado contacto.

Yoochun la abrazó y profundizó el beso sin dejar de ser suave y dulce.

Chen Lin lo rodeó con sus brazos y creyó que el mundo había dejado de existir, no quería que nada ni nadie interrumpiera ese momento.

El chico se levantó y estiró una mano invitándola a levantarse y seguirlo.

Ella se paró y luego de rodearlo nuevamente con sus brazos, lo besó tiernamente.

Se dirigieron a la habitación caminando torpemente sin dejar de juntar sus labios y sus manos continuaban acariciándose mutuamente.

La depositó lentamente en la cama y se recostó a un lado.

Las caricias comenzaron lentas y suaves y los besos se extendían con inmensa dulzura.

Poco a poco ambos fueron quitando la ropa del otro hasta quedar desnudos.

El chico se colocó sobre ella y sus labios se encargaban de recorrer el femenino cuello y luego su escote para terminar jugando su lengua en los suaves pechos.

Las manos de ella recorrían su espalda y descubrían el resto de su anatomía.

Los dedos de él revelaban mansamente el pequeño cuerpo de ella.

El ritmo de las caricias aumentó y los besos se volvieron más profundos y apasionados.

Cada tanto se miraban y sonreían, ambos estaban descubriendo un cálido sentimiento que nunca antes habían experimentado.

Micky entró en ella y comenzó a moverse delicadamente.

Las sensaciones eran exquisitas, se arqueaban de placer y el ritmo iba en aumento al igual que sus respiraciones.

Después de un tiempo la suavidad quedó de lado y la pasión controló los cuerpos.

El chico se sentó y ella sobre él, acariciándose, moviéndose, besándose.

Una deliciosa electricidad los recorrió y explotaron en una amalgama de sensaciones físicas y sentimentales que no podían ni querían explicarse.

Se acostaron y ella apoyó su cabeza sobre el torso masculino mientras jugaba tiernamente con la yema de sus dedos sobre el ombligo de él.

-Por favor...no te alejes de mí- susurró el chico antes de darle un suave beso en la frente.

-¿Por qué lo haría?- sonriendo.

Ninguno de los dos entendía bien que era exactamente lo que estaba naciendo entre ellos, pero tampoco les preocupaba, sólo sentían la necesidad de estar juntos, conocerse y disfrutarse.

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