FluffTober

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Día 27 del #Flufftober de Es de fanfics: Conociendo a los padres.

Abandono Voluntario: Los personajes de Hetalia le pertenecen a Hidekaz Himaruya.

Aclamaciones

Antes de las vacaciones de verano, Alfred había recibido la llamada de su abuela, pidiéndole que se quedara en el rancho familiar para que pudieran celebrar su cumpleaños número 25. La invitación le tomó por sorpresa, pero también le emocionó mucho, ya que no veía a varios de sus familiares desde hace mucho. Esa emoción no le había dejado dormir por días, y ahora que estaba cerca la fecha, peor.

Iván parpadea cuando le ve balanceándose en su posición, sonriente, mientras hacen cola en el McDonald 's.

— ¿Es porque aprobaste?

Alfred reacciona con la pregunta, mirándole con un gesto de dafaq.

— ¡Ah! —Se da cuenta—. Si, en parte. Lo que pasa es que visitaré a mi abue. Me hará una fiesta de cumpleaños.

— Oh.

— ¿Y tú qué harás?

— Descansaré.

— ¿Eh? ¿En serio? Que aburrido eres.

Iván estaba pensando en algo más, como tejer, hasta que escucha eso. Le mira un poco molesto.

— Descansar no tiene nada de malo.

— Ajá. Si tú lo dices. Yo prefiero estar en movimiento.

— De seguro eras insoportable de niño.

— ¡Oye!

Iván se ríe, pagando lo que compraron.

— Seguro estás envidioso porque viajaré.

— ... Da. En parte. Yekaterina seguirá trabajando y Natalia no regresará de su intercambio hasta finales de año.

Alfred hace una mueca y sonríe con una idea en la cabeza.

— ¿No quieres ir?

— ¿Eh?

— Que si quieres ir. No creo que mi abue se moleste.

Iván se sonroja un poco porque... Es que nunca se esperó algo así; ser invitado a una fiesta de cumpleaños y en un ambiente tan familiar... Especialmente cuando el cumpleañero es su novio. Asiente, sintiéndose emocionado por conocer más lugares también, especialmente el lado rústico del país.

Así que, llegado el momento, se reúne con la familia de Alfred y se sorprende de que Sey-Sey sea un familiar directo, si es que así podría decirse.

En el viaje, también está Arthur y un tío llamado Davie.

Junto a los padres de Alfred, se dirigen a la casa de la abuela Jones, en un viaje de carretera.

A Arthur no le gusta la idea de que Iván vaya, pensando que, en tal caso, pudo haber llevado a Francis mientras el tío Davie sonríe con los juegos inventados por Alfred, un poco cohibido con la presencia de Iván, tal como sucede con los padres de Alfred y Arthur. Nunca esperaron que Alfred trajera a alguien.

De este modo, llegan al viejo rancho familiar.

Alfred e Iván descienden del minivan y son recibidos por el atardecer, un amplio bosque verde y el olor a parrilla.