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-Dime que me deseas, que me necesitas -exigió con un tono árido y seco.

Seokjin notaba la punta del miembro chocar contra su entrada.
-Ay, mierda. ¡El condón! -gruñó afligido.

El levantó las caderas. Necesitaba tanto que lo penetrara que estaba a punto de ponerse a gritar como un loco.

-Tomo anticonceptivos. No hay problema. Estoy limpio.

-Yo también. Será mi primera vez sin condón. No duraré mucho, pero quiero que lo hagamos así. Que no haya nada entre nosotros.

Seokjin sentía su aliento pesado y cálido en el cuello.
-Me da igual. Córrete dentro de mí, Namjoon. Te deseo tanto. Te tengo tantas
ganas... -
le rogó ahogando un gemido antes de perder completamente el control.

Bastó con que Namjoon empujara las caderas para llenarlo por completo.

La tenía grande y hacía años que no se la metían.
Namjoon forzó sus paredes a expandirse, estirarse y aceptarlo.

La carne de Seokjin húmeda y resbaladiza, cedió y dejó entrar aquel miembro descomunal, que lo llenó por completo.

-Lo tienes tan estrecho. -
Namjoon apenas podía hablar, parecía que le dolía
-Eres delicioso. Eres todo lo quisiera comer en un año.
-Sí -jadeó totalmente pleno de él.
La corpulencia de Namjoon lo consumía, lo tenía completamente dominado

Él se retiró un momento y se la volvió a meter. A medida que aumentaba el ritmo lo embestía con las caderas y lo elevaba cada vez más alto. Le metió una mano bajo el trasero para acercarlo aún más a él y sus pieles aplaudieron la una contra la otra ante aquel encuentro agresivo y placentero.

A oscuras Seokjin se impregnaba de cada sensación, de cada embestida. El placer que Namjoon repartía por todo su cuerpo era tan intenso que se agarró a las cadenas de las esposas y clavó los dedos en el metal mientras gritaba su nombre.

Lo martilleaba con todo su cuerpo y él saboreaba cada arremetida, cada embestida de sus caderas.

Los cuerpos de ambos estaban chorreando de sudor y se deslizaban uno sobre el otro como si se lanzaran por un tobogán de erotismo.

Cada vez que Namjoon se movía le rozaba los pezones y aquel roce lo estaba torturando, tanto que se puso a gemir y a mover la cabeza hacia los lados preguntándose si soportaría esa sobrecarga de sensaciones.

-Córrete para mí, Seokjin. Córrete. Quiero verte gozar -
le susurró con una voz seductora y convincente.

Lo llenaba por completo una y otra vez. Cada vez más rápido.
Cuando Namjoon introdujo una mano intrépida entre sus cuerpos para frotarle el glande, Seokjin explotó.

Mientras su cuerpo entero palpitaba, vio colores brillantes y destellos en la oscuridad. Al alcanzar el éxtasis los espasmos alcanzaron su cavidad y las contracciones empezaron a presionar la ereccion de Namjoon.

-¡Mierda, Jin! - exclamó Nanjoon -Estás empapado. Me pones tanto.

Lo besó de nuevo mientras lo penetraba por última vez.
Como si se propusiera poseer hasta el último centímetro de su cuerpo, se la metió hasta el fondo y lanzó un gemido ronco, atormentado mientras se corria dentro y ambos quedaban inmóviles.

Tardaron en regresar al mundo real. Cuando pudo hacerlo, Namjoon se retiró y se dejó caer a su lado . Apoyó la cabeza en su hombro y rodeó su cuerpo con un brazo posesivo.

Jin lo buscó con los labios y le besó la coronilla mientras trataba de recuperar el aliento.

Tenía el corazón a mil por hora y le daba rabia no poder ver a Namjoon en ese
momento.

Seguro que tenía el pelo alborotado y que aún salían llamas de sus ojos apasionados.

Sus sensaciones eran tan intensas que se sentía abrumado. Temeroso. Entusiasmado. Confundido. Estaba hecho un lío y no sabía lo que debía sentir ni cómo debía actuar.

El sexo nunca había sido tan embriagador. ¿Qué había pasado?

Namjoon. Namjoon era lo que había pasado. Nunca volvería a ser el mismo.

Sintió una ligera caricia sobre los labios, Nam le había dado un beso y un movimiento en la cama.

Oyó el cierre de los jeans y dedujo que se estaba vistiendo. En pocos instantes estaba desatado y había recuperado la visión.

Estaba hermoso: tenía el pelo revuelto y recorría con los ojos su cuerpo desnudo como si tuviera ganas de volver a hacerlo suyo.

Seokjin se estremeció no solo por el hecho de estar desnudo, sino por la mirada atormentada que vio en sus ojos.

Lo tomo en brazos y, tras cruzar el pasillo, lo llevó hasta su dormitorio.

Apartó el edredón, lo dejó en medio de la cama y, para tapar su desnudez, volvió a extender el edredón.

La habitación estaba a oscuras, pero la claridad de la luna le bastaba para ver que Namjoon tenía el ceño fruncido.

¿Se arrepentía de lo que acababa de ocurrir? ¿Le molestaba haberse acostado con él? ¿Tanto le enfadaba que quería librarse cuanto antes de él, devolverlo a su cama y borrar de un plumazo aquella unión que lo había transformado todo?

O quizá lo que ocurría es que aquella noche solo le había cambiado su vida, no la de Josh.

Namjoon se agachó para darle un beso inocente en la frente y susurró con voz sensual: -Gracias, Jin. Jamás olvidaré esta noche.

Las lágrimas le provocaron un nudo en la garganta que le impidió respirar.

No podía responder ni hacer las preguntas que eran tan importantes para él.

Namjoon salió del dormitorio y cerró la puerta sin apenas hacer ruido.
Se marchó.

Así, sin más. Ni siquiera había mostrado el más mínimo interés en dormir con él.

Seokjin dejó de reprimir el llanto y apoyó la cabeza sobre la almohada.

Las lágrimas le recorrieron las mejillas mientras se preguntaba qué diablos acababa de ocurrir.

Después de la relación sexual más excitante de su vida Namjoon lo había devuelto a su cuarto sin ningún ningún remordimiento.

Se sentía como si le hubiera pegado una bofetada. Un mazazo de realidad.

«Abre los ojos, Seokjin. Es multimillonario. ¿Pensabas que quería algo más que echarte un polvo?».

Se forzó a recordarse a sí mismo que ya era mayor y que no se había embarcado a ciegas en esa aventura: sabía que solo se trataba de una noche.

«Entonces, ¿por qué duele tanto? Mierda».

Salió de la cama sin hacer ruido, abrió un cajón de la cómoda y se puso unos bóxers limpios.

Le temblaba todo el cuerpo, así que volvió a meterse en la cama y se hizo un ovillo bajo el edredón.

En la cama de Namjoon todo había sido tan cálido, tan ardiente...

Pero ahora tenía frío y se sentía vacío.

you're mine • namjin [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora