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-¿Yo? -
Se le escapó un chillido mientras los labios hambrientos de Namjoon le recorrían el cuello y el anhelo lo hacía estremecerse por dentro.

-Tú. Una noche -
repitió bajando las manos hasta sus caderas, acariciando la bata de seda, explorando con avidez su cuerpo.

Seokjin dejó caer la cabeza a un lado dándole vía libre para explorar la sensible piel de su cuello.

Cuánto placer. Y qué bien olía.

Cuando la boca de Namjoon llegó hacia la suya, perdió por completo la capacidad de pensar.

Namjoon no preguntaba, exigía.
Empujó con la lengua la puerta de sus labios hasta que cedieron. Él se dejó llevar y Namjoon se apropió de su boca con exigentes lengüetazos.

A Seokjin se le escapó un gemido; aquel beso lo hacía sentir extasiado y abrumado, y su reacción impulsiva fue de deseo.

Empujó la lengua y la enroscó con la suya, explorándolo, catándolo...

Siguió abrazándolo con pasión mientras le desataba la bata y amasaba imperioso su cuerpo entero, pero sobre todo sus pezones duros, que reaccionaban con entusiasmo.

Para aumentar su deseo fue combinando las caricias con los pellizcos hasta que logró que perdiera el control por completo.

Le metió entre las piernas el muslo, aquel fornido músculo enfundado en esos pantalones deportivos, y Seokjin se frotó contra él, atormentado por el deseo.

Seokjin recorrió su cabello oscuro con las manos y, cuando la ola de placer se hizo aún más intensa, se agarró a él con fuerza.

Namjoon separó su boca de la de él y empezó a jadear como si acabara de correr un maratón.

-Por dios, Seokjin, me pones a mil... eres salvaje

A Seokjin le palpitaba el cuerpo entero y Namjoon le posó la mano en el vientre antes de repetir:
-Quiero una noche.-

Seokjin pegó un respingo cuando los dedos de Namjoon le tocaron el sexo, que estaba tan hinchado.

Retiró el muslo para explorarlo con más facilidad y poder estimular a sus anchas la anhelada y rosada entrada.

-Estás tan húmedo, tan dispuesto... -susurró trazando círculos
-Casi pudo oler tu excitación y me estoy poniendo a mil. Quiero tenerte.-
-Oh, sí... Por favor.-

Seokjin se dejó llevar por las sensaciones.

Le ardía cada terminación nerviosa de su cuerpo y, para no perder el equilibrio y poder mantenerse de pie, apoyó las manos en los robustos hombros de Namjoon.

-Eres tan dulce... - le murmuró Namjoon al oído.

Entonces empezó a lamerle el cuello a un ritmo que imitaba lo que le gustaría hacer en otro sitio; exactamente en el mismo sitio al que Seokjin deseaba que llegara pronto, ardía en deseos de sentir aquella lengua de terciopelo dentro.

Tanto lo deseaba que comenzó a mover las caderas para lograr que el contacto fuera más intenso, para sentir más el roce de aquellos dedos maravillosos que lo estaban volviendo loco

-Namjoon, necesito...
-Sé lo que necesitas. ¡Exactamente lo mismo que yo! Pero de momento solo puedo ofrecerte esto.

Trazó otro círculo en su glande hambriento y deslizó los dedos entre sus nalgas hasta encontrar el lugar exacto que necesitaba que le tocaran.

Seokjin empezó a jadear cada vez más alto a medida que él aumentaba el ritmo y la intensidad. Tenía la sensación de que, si no lo penetraba de inmediato, se moriría, y tuvo que expresar su frustración con un gimoteo, Namjoon no paraba con aquella erótica tortura: con una mano masturbaba su erección y con la otra asaltaba implacable su entrada.
-Sí, oh, sí...

Aunque Seokjin sabía que esa voz ardiente y excitada era la suya, le costaba reconocerla.

Esa voz aguda imploraba que lo satisficiera, pero la boca de Namjoon se tragó sus gemidos como si quisiera poseer cada ápice de su gozo.

Namjoon reaccionó mordiéndole el labio y se abrió de piernas para invitarlo a que lo poseyera, para entregarse en cuerpo y alma.

Sintió que el inminente clímax se acercaba desde la punta de los pies.

Arrancó su boca de la de él, dejó caer la cabeza hacia atrás y gimió desatado, invadido por un potente orgasmo, engullido por unas olas de placer que jamás había experimentado.

Apoyó la cabeza en el hombro de Namjoon mientras las olas de placer continuaban produciéndole espasmos.

you're mine • namjin [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora